sábado, 4 de agosto de 2012

REFLEXIONES EN JAGANNATHA PURI 1

Reflexiones en Jagannatha Puri I

La vida espiritual es como una cuchilla de afeitar, si eres cuidadoso; no te cortas y quedas bien afeitado y limpio, pero si tienes un descuido, puedes cortarte. De la misma manera, si uno es cuidadoso y estricto en la vida espiritual, uno se purifica y va avanzando de vuelta a casa, de vuelta a Dios. Pero si uno no es cuidadoso, y comete vaisnava aparadha, la ofensa del elefante loco, entonces la vida espiritual de uno queda cubierta; los deseos materiales incrementan e incluso uno puede abandonar la asociación con los devotos. Lo bueno que tiene la vida espiritual es que a pesar de uno caerse, lo que haya hecho, nunca se pierde, nehabhikrama-naso ’sti pratyavayo na vidyate svalpam apy asya dharmasya trayate mahato bhayat, "En este esfuerzo no hay pérdida ni disminución alguna, y un pequeño adelanto en esta senda puede protegerlo a uno del peligro más temible de todos". (B.G. 2.40). Y En otra parte del Bhagavad Gita 9.30 se dice: "Incluso si alguien comete las acciones más abominables de todas, si está dedicado al servicio devocional se debe considerar que es un santo, porque está debidamente situado en su determinación". Y al final del significado, Srila Prabhupada dice: "El servicio devocional es más o menos una declaración de guerra contra la energía ilusoria. Mientras uno no es lo suficientemente fuerte como para pelear contra la energía ilusoria, puede que haya caídas accidentales. Pero cuando uno es lo suficientemente fuerte, deja de estar supeditado a esas caídas, tal como se explicó antes. Nadie debe aprovecharse de este verso y hacer tonterías y creer que aún es un devoto. Si él no mejora su carácter mediante el servicio devocional, se ha de entender entonces que no es un devoto elevado". Es muy interesante un punto que dijo Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura Prabhupada: le preguntaron, ¿Es lo mismo pecado que ofensa?, el contesto: "No, uno comete pecado por desobedecer las reglas de la sociedad, pero uno comete ofensa por irrespetar los pies de loto de Visnu y vaisnavas. La ofensa es un millón de veces más peligrosa que el pecado. El pecado puede limpiarse con la expiación, pero la ofensa no puede eliminarse de esa manera. Solo por tomar los plenamente los misericordiosos nombres de Gaura y Nityananda, los amigos de los caídos, puede uno hacer que la ofensa desaparezca.

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