jueves, 29 de abril de 2010

Narada-bhakti-sutra

CAPÍTULO 1: EL VALOR DE LA DEVOCIÓN

TEXTO 1

TRADUCCIÓN
Ahora, por lo tanto, voy a tratar de explicar el proceso del servicio devocional.

SIGNIFICADO
El servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios se explica en el Bhagavad-Gita, donde el Señor dice que una persona auto-realizada siempre está en el estado trascendental conocido como brahma-bhūta, que se caracteriza por la alegría. Cuando uno se auto-realiza se vuelve alegre. En otras palabras, él está libre de la contaminación material del lamento y la añoranza. Mientras estamos en la existencia material, nos lamentamos por las pérdidas en nuestra vida y suspiramos por lo que no tenemos. Una persona auto-realizada es feliz porque esta libre de lamentación y anhelos materiales.
Una persona auto-realizada ve a todas las entidades vivientes por igual. Para él, no hay distinción de mayor y menor entre las especies de vida. También se dice que un hombre sabio no distingue entre un brahmana sabio y un perro porque ve el alma en el cuerpo, no las características externas del cuerpo. Esta perfecta, persona auto-realizada se convierte en elegible para entender el bhakti o servicio devocional al Señor.
El bhakti es tan sublime que sólo a través del bhakti se puede entender la posición constitucional del Señor. Esto se expresa claramente en el Bhagavad-gita (18.55): bhaktyā mām abhijānāti. "Uno puede entender al Señor Supremo a través del servicio devocional, y por ningún otro proceso." Hay diferentes procesos de comprensión de la Verdad Absoluta, pero si una persona quiere entender al Señor Supremo, como Él es, tiene que tomar el proceso de bhakti yoga. Hay otros procesos místicos, como el karma-yoga, jñāna-yoga, y dhyāna-yoga, pero no es posible entender al Señor Supremo, la Personalidad de Dios, excepto a través de su servicio devocional. Esto se confirma en el cuarto capítulo del Bhagavad-gita (4.3), donde nos enteramos de que Krishna habló el Bhagavad-Gita a Arjuna simplemente porque era devoto del Señor y amigo. El Bhagavad-gita enseña el proceso de bhakti-yoga, por lo que el Señor Krishna se lo explica a Arjuna, porque era un gran devoto. En lo que se refiere a la vida espiritual, convertirse en un devoto del Señor es la más alta perfección.
La gente está generalmente engañada por el hechizo de la energía ilusoria de la naturaleza material. Hay innumerables entidades que viven en la naturaleza material, y sólo algunos de ellos son seres humanos. Según la literatura védica, hay 8.400.000 especies de vida. En el Padma Purana se dice que hay 900.000 especies de vida en el agua, 2.000.000 especies de plantas, 1.100.000 especies de insectos y reptiles, 1.000.000 de especies de aves, 3.000.000 de especies de animales, y sólo 400.000 especies de seres humanos. Así que los humanos son las especies menos numerosas de todas.
Todos los organismos vivos pueden ser divididos en dos divisiones: los que se pueden mover y los que son estacionarios, como los árboles. Pero hay también muchas otras divisiones. Algunas especies de moscas en el aire, algunos viven en el agua, y algunos viven en el suelo. Entre las entidades vivientes que viven en el suelo, sólo 400.000 son especies humanas, y de estas 400.000 especies humanas, muchos son civilizados, o inmundos, que no están al nivel de la propia civilización. Desde el punto de vista histórico, los arios son la parte más civilizada de los seres humanos, y entre los arios, los hindúes son especialmente de gran cultura. Y entre los hindúes, los brahmanas son los más expertos en el conocimiento de los Vedas.
La cultura védica es respetada en todo el mundo, y hay gente en todas partes dispuestas a entenderla. La etapa más perfecta de comprensión de la cultura védica se explica en el Bhagavad-Gita, en el capítulo XV (15.15), donde el Señor dice que el objetivo de todos los Vedas es entenderlo a Él (al Señor Krishna). Dichosos los que son atraídos a la vida cultural védica.
Los hindúes se llaman a sí mismos los seguidores de los Vedas. Algunos dicen que siguen el Sāma Veda, y algunos dicen que siguen el Ṛg Veda. Distintas personas dicen seguir las diferentes secciones de los Vedas, pero en realidad la mayor parte de ellos no son seguidores de los Vedas, ya que no siguen las reglas y regulaciones de los Vedas. Por lo tanto, el Señor Caitanya dice que los supuestos seguidores de los Vedas realizan todo tipo de actividades pecaminosas, el número de seguidores reales de los Vedas es muy pequeño, y aun entre este pequeño número exclusivo, la mayoría son adictos a los procesos descritos en la sección karma-kāṇḍa, por el cual uno puede elevarse a la fase de perfección del desarrollo económico.
Los seguidores estrictos de la porción karma-kāṇḍa de los Vedas realizan diversos sacrificios para la adoración de los diferentes semidioses a fin de lograr resultados materiales en particular. De muchos millones de fieles, algunos realmente pueden participar en el proceso de la comprensión del Supremo, la Verdad Absoluta. Se les llama jñanis. La perfección de los jñanis radica en la consecución de la etapa de brahma-bhūta, o auto-realización. Sólo después que se ha alcanzado la etapa de la auto-realización comienza la comprensión del servicio devocional. La conclusión es que uno puede empezar el proceso de servicio devocional, o bhakti, cuando se está auto-realizado. Uno que está en el concepto corporal de la existencia no puede entender el proceso del servicio devocional.
Es por esta razón que el Narada-bhakti-sutra comienza así: "Ahora, por lo tanto, voy a tratar de explicar el proceso del servicio devocional." La palabra "por lo tanto" indica que este proceso de servicio devocional es para el alma auto-realizada, quien ya está liberado. Del mismo modo, el Vedānta-sūtra comienza athāto brahma jijñāsā. La palabra brahma-jijñāsā se refiere a la investigación de la Suprema Verdad Absoluta, y se recomienda para aquellos que se han elevado de la etapa más baja de la adicción a la sección karma-kāṇḍa, de los Vedas a la posición de interés en la parte jñāna-kāṇḍa. Sólo cuando una persona se sitúa perfectamente en la conciencia de que él no es el cuerpo, sino un alma espiritual puede empezar el proceso de bhakti o servicio devocional.


TEXTO 2

TRADUCCIÓN
El servicio devocional se manifiesta como el más elevado, amor puro por Dios.

SIGNIFICADO
Como se dijo antes, después de alcanzar el grado más alto de la auto-realización, uno se encuentra en el servicio devocional al Señor. La perfección del servicio devocional es alcanzar el amor por Dios. El amor de Dios consiste en la Suprema Personalidad de Dios, el devoto, y el proceso del servicio devocional. La auto-realización, la etapa brahma-bhūta, es el comienzo de la vida espiritual, no es la etapa perfecta. Si una persona entiende que no es su cuerpo y que no tiene nada que ver con este mundo material, se libera del enredo material. Pero esta realización no es la etapa perfecta. La etapa perfecta comienza con la actividad en la auto-realización, y la actividad se basa en el entendimiento de que una entidad viviente es eternamente el sirviente subordinado del Señor Supremo. De lo contrario, no hay sentido de auto-realización. Si uno se envanece con la idea de que es el Brahman Supremo, o que se ha convertido en uno con Nārāyaṇa, o que se ha fusionado con el resplandor brahmajyoti, entonces no ha comprendido la perfección de la vida. Como el Srimad Bhagavatam (10.2.32) lo establece:

ye 'nye 'ravindākṣa vimukta-māninas
tvayy asta-bhāvād aviśuddha-buddhayaḥ
āruhya kṛcchreṇa paraḿ padaḿ tataḥ
patanty adho 'nādṛta-yuṣmad-ańghrayaḥ

Las personas que falsamente se engrandecen, pensando que se han liberado, simplemente mediante la comprensión de su posición constitucional como Brahman, el alma o espíritu, están de hecho todavía contaminadas. Su inteligencia es impura, porque no tienen conocimiento de la Personalidad de Dios, y, finalmente, se caen de su inflada posición.
Según el Bhāgavatam (1.2.11) hay tres niveles de trascendentalistas: el auto-realizado conocedor de la característica impersonal Brahman de la Verdad Absoluta, los conocedores de Paramātmā, el aspecto localizado del Supremo, que se entiende por el proceso de yoga místico, y los bhaktas, que están en conocimiento de la Suprema Personalidad de Dios y participan en su servicio devocional. Los que entienden simplemente que el ser vivo no es materia, sino el alma y el espíritu que desean fusionarse con el Alma Espiritual Suprema están en la posición trascendental más baja. Por encima de ellos están los yoguis místicos, que por la meditación ven dentro de sus corazones la forma de cuatro manos de Viṣṇu, Paramātmā, o Superalma. Pero las personas que realmente se han asociado con el Señor Supremo, Krishna, son las más altas entre todos los trascendentalistas. En el sexto capítulo del Bhagavad-gita (6.47) el Señor lo confirma:

yoginām api sarveṣāḿ mad-gatenāntar-ātmanā
śraddhāvān bhajate yo māḿ sa me yukta-tamo mataḥ

“Y de todos los yoguis, aquel que tiene una gran fe y que siempre se refugia en Mí, piensa en Mí y Me presta un amoroso servicio trascendental, es el que está más íntimamente unido a Mí por medio del yoga, y es el más elevado de todos. Ésa es Mi opinión.”
Esta es la etapa más perfecta, conocida como Prema, o amor por Dios. En el Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.4.15-16), Śrīla Rūpa Gosvāmī, una gran autoridad en la línea de devoción, describe las diferentes etapas hasta llegar al punto de amor por Dios:

ādau śraddhā tataḥ sādhu-sańgo 'tha bhajana-kriyā
tato 'nārtha-nivṛttiḥ syāt tato niṣṭhā rucis tataḥ
athāsaktis tato bhāvas tataḥ premābhyudañcati
sādhakānām ayaḿ premṇaḥ prādurbhāve bhavet kramaḥ

El primer requisito es que uno debe tener la fe suficiente de que el único proceso para la consecución de amor por Dios es el bhakti, servicio devocional al Señor. Durante todo el Bhagavad-gita el Señor Krishna enseña que uno debe renunciar a todos los demás procesos de auto-realización y entregarse totalmente a Él. Esa es la fe. Alguien que tiene plena fe en Krishna (śraddhā) y se entrega a Él es elegible para ser elevado al nivel de Prema, que el Señor Caitanya enseñó como la etapa más perfecta de la vida humana.
Algunas personas son adictas a la religión materialmente motivada, mientras que otros son adictos al desarrollo económico, la gratificación de los sentidos, o la idea de la salvación de la existencia material. Pero prema, el amor por Dios, está por encima de todos ellos. Esta etapa más alta del amor está por encima de la religiosidad mundana, sobre el desarrollo económico, por encima de la gratificación de los sentidos, y por encima incluso de la liberación, o la salvación. Así, el amor por Dios comienza con la fe firme que el que se involucra en el servicio devocional total ha alcanzado la perfección en todos estos procesos.
La siguiente etapa en el proceso de elevación al amor por Dios es sādhu-sańga, la asociación con personas que ya están en la etapa más alta del amor por Dios. Uno que evita la asociación de este tipo y simplemente se dedica a la especulación mental o la llamada meditación no puede ser elevado a la plataforma perfecta. Pero uno que se asocia con los devotos puros o una sociedad devota elevada va a la siguiente etapa bhajana-kriyā, o la aceptación de los principios reguladores de adorar al Señor Supremo. Uno que se asocia con un devoto puro del Señor, naturalmente, acepta a esa persona como su maestro espiritual, y cuando el devoto neófito acepta a un devoto puro como su maestro espiritual, el deber del maestro espiritual es formar a los neófitos en los principios del servicio devocional regulado, o vaidhi-bhakti. En esta etapa el servicio del devoto se basa en su capacidad para servir al Señor. El maestro espiritual experto compromete a sus seguidores en el trabajo que poco a poco desarrolla su conciencia de servicio al Señor. Por lo tanto la etapa preliminar de comprensión de prema, el amor de Dios, es acercarse a un devoto puro adecuado, aceptarlo como maestro espiritual de uno, y ejecutar el servicio devocional regulado bajo su dirección.
La siguiente etapa se llama anartha-nivṛtti, en el que se han vencido todos los recelos de la vida material. Una persona poco a poco llega a esta fase, realizando con regularidad los principios primarios del servicio devocional bajo la guía del maestro espiritual. Hay muchos malos hábitos que adquirimos en la asociación con la contaminación material, los principales de los cuales son las relaciones sexuales ilícitas, comer alimentos de origen animal, entregarse a la intoxicación, y los juegos de azar. Lo primero que el maestro espiritual experto hace cuando dedica a su discípulo en el servicio devocional regulado, es encargarle que se abstenga de estos cuatro principios de la vida pecaminosa.
Puesto que Dios es sumamente puro, uno no puede subir al escenario más altamente perfeccionado del amor de Dios sin ser purificado. En el Bhagavad-gita (10.12), cuando aceptó Arjuna a Krishna como el Señor Supremo, dijo, pavitraḿ paramaḿ bhavān: "Tú eres el más puro de los puros". El Señor es el más puro, y por lo tanto cualquier persona que quiera servir al Señor Supremo también tiene que ser puro. A menos que una persona sea pura, ni puede entender lo que la Personalidad de Dios es, ni participar en Su servicio amoroso, el servicio devocional, como se dijo antes, se inicia desde el punto de la auto-realización, cuando están vencidos todos los recelos de la vida materialista.
Después de seguir los principios regulativos y la purificación de los sentidos materiales, uno alcanza la fase de niṣṭhā, fe firme en el Señor. Cuando una persona ha alcanzado esta fase, nadie puede desviarlo de la concepción de la Suprema Personalidad de Dios. Nadie puede convencerlo de que Dios es impersonal, sin una forma, o que la forma creada por la imaginación puede ser aceptado como Dios. Quienes defienden estas más o menos absurdas concepciones del Señor Supremo no pueden disuadirlo de una fe firme en la Suprema Personalidad de Dios, Krishna.
En el Bhagavad-gita el Señor Krishna subraya en muchos versos que Él es la Suprema Personalidad de Dios. Pero a pesar de subrayar el Señor Krishna este punto, muchos de los llamados estudiosos y comentaristas todavía niegan la concepción personal del Señor. Un famoso erudito escribió en su comentario sobre el Bhagavad-gita que uno no tiene que entregarse al Señor Krishna o aceptarlo como la Suprema Personalidad de Dios, sino que más bien debe entregarse a "el Supremo dentro de Krishna". Estos tontos no saben lo que está dentro y lo que está fuera. Comentan sobre el Bhagavad-gita de acuerdo a sus propios caprichos. Estas personas no pueden ser elevadas a la etapa más alta del amor de Dios. El puede ser erudito, y pueden ser elevados en otros departamentos del conocimiento, pero ni siquiera son neófitos en el proceso de alcanzar el grado más alto de perfección, el amor de Dios. Niṣṭhā implica que uno debe aceptar las palabras del Bhagavad-Gita, las palabras de la Suprema Personalidad de Dios, como son, sin ninguna desviación o comentarios sin sentido.
Si una persona tiene la suerte de vencer todos los recelos causados por la existencia material y elevarse hasta la fase de nisthã, entonces puede subir a la etapa de ruci (gusto) y āsakti (apego por el Señor). Āsakti es el principio del amor por Dios. Al avanzar, uno a continuación, avanza a la etapa de saborear un intercambio recíproco con el Señor en el éxtasis (bhāva). Todas las entidades vivientes están eternamente en relación con el Señor Supremo, y esta relación puede estar en cualquiera de los muchos humores trascendentales. En la etapa llamada āsakti, el apego, la persona puede entender su relación con el Señor Supremo. Cuando se comprende su posición, comienza la reciprocidad con el Señor. Por reciprocidad permanente con el Señor, el devoto es elevado a la etapa superior del amor por Dios, prema.

TEXTO 3

TRADUCCIÓN
El amor puro por Dios es eterno.

SIGNIFICADO
Cuando una persona llega a la etapa de perfección del amor por Dios, se libera incluso en su cuerpo presente y realiza su posición constitucional de inmortalidad. En el Bhagavad-gita (4.9), el Señor dice:

janma karma ca me divyam evaḿ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaḿ punar janma naiti mām eti so 'rjuna

Aquí el Señor dice que toda persona que simplemente entiende Sus actividades trascendentales y su aparición y desaparición en este mundo material se libera, y que después de dejar su cuerpo actual llega a Su morada. Por lo tanto, se debe entender que alguien que ha alcanzado la etapa del amor por Dios tiene perfecto conocimiento, y aunque estén lejos de tener conocimiento perfecto, tienen la perfección preliminar de la vida que una entidad viviente puede alcanzar.
Concebirse a sí mismo como uno con el Supremo es el mayor error de la auto-realización, y este error impide el avance a la etapa superior del amor por Dios. Pero una persona que entienda su posición subordinada puede alcanzar el grado más alto de servicio y amor al Señor. Aunque el Señor y las entidades vivientes son cualitativamente uno, las entidades vivientes son limitados, mientras que el Señor es ilimitado. Este entendimiento, llamado amṛta-svarūpa, lo hace elegible para ser eternamente situado.
En el Srimad Bhagavatam (10.87.30) los Vedas personificados oran al Señor: "¡Oh eterno supremo, si las entidades vivientes son iguales que Usted y, por lo tanto todo-penetrantes y todo-poderosas como Usted, no habría posibilidad que fueran controladas por Su energía externa, Maya". Por lo tanto, las entidades vivientes deben ser aceptadas como la parte fragmentaria del Supremo. Esto se confirma en el Bhagavad-gita (15.7) cuando el Señor dice, mamaivāḿśo jīva-loke jīva-bhūtaḥ sanātanaḥ: "Las entidades vivientes son mis partes fragmentarias, eternamente". Como la parte fragmentaria, son cualitativamente uno con el Supremo, pero no son ilimitadas.
Uno que está convencido de que es eternamente un sirviente del Señor Supremo se llama inmortal porque se ha dado cuenta de su posición constitucional de inmortalidad. A menos que uno pueda entender su posición como una entidad viviente y un sirviente eterno del Señor, no hay duda de la inmortalidad. El que acepta estos hechos se vuelve inmortal. En otras palabras, aquellos que están bajo la falsa idea de que la entidad viviente y el Señor Supremo son iguales en todos los aspectos, tanto cualitativa como cuantitativamente, están equivocados, y siguen estando obligados a permanecer en el mundo material. Ellos no pueden elevarse a la posición de la inmortalidad.
Al alcanzar el amor por Dios, una persona inmediatamente se convierte en inmortal y ya no tiene que cambiar su cuerpo material. Pero incluso si un devoto del Señor no ha llegado a la etapa perfecta del amor por Dios, su servicio devocional se considera inmortal. Cualquier acción en la etapa del karma o jñāna se termina con el cambio de cuerpo, pero el servicio devocional, aunque no se ejecute a la perfección, continuará en la próxima vida, y a la entidad viviente se le permitirá seguir avanzando. La posición constitucional de la entidad viviente como un fragmento del Señor Supremo es confirmada en el Srimad Bhagavatam y los Upanishad. El Śvetāśvatara Upaniṣad (5.9) establece:

bālāgra-śata-bhāgasya śatadhā kalpitasya ca
bhāgo jīvaḥ sa vijñeyaḥ sa cānantyāya kalpate

"Si la punta de un cabello se divide en cien partes, y si cada una de esas partes se dividen a su vez en un centenar de piezas, esta milésima parte de la punta del cabello sería la dimensión de la entidad viviente". Como ya se mencionó, esta posición de la entidad viviente como un fragmento del Señor Supremo se declara en el Bhagavad-gita (15.7) que es eterna, no puede ser cambiada. Una persona que entiende su posición constitucional como un fragmento del Señor Supremo y se compromete a sí mismo en el servicio devocional con toda seriedad se vuelve inmortal.


TEXTO 4

TRADUCCIÓN
Al alcanzar esta etapa del trascendental servicio devocional en el amor puro por Dios, una persona llega a ser perfecto, inmortal, y pacífico.

SIGNIFICADO
La parte y porción, las entidades vivientes, están entrelazados en la vida condicionada de la existencia material. Debido a sus diversas actividades deambulan por todo el universo, transmigrando de un cuerpo a otro y sufriendo las diversas miserias. Pero cuando una entidad viviente tiene la suerte de alguna manera entrar en contacto con un devoto puro del Señor y se compromete en el servicio devocional, entra en el camino de la perfección. Si alguien se compromete en el servicio devocional con toda seriedad, el Señor le instruye de dos maneras; a través del devoto puro y desde el interior para que pueda avanzar en el servicio devocional. Mediante el cultivo de tal servicio devocional, se convierte en perfecta.
El Señor Krishna describe esta forma de completa perfección en el Bhagavad-gītā (8.15):

mām upetya punar janma duḥkhālayam aśāśvatam
nāpnuvanti mahātmānaḥ saḿsiddhiḿ paramāḿ gatāḥ

"Las grandes almas que se dedican a Mi servicio devocional me obtienen a Mí, el Señor Supremo, y no vuelven a esta miserable vida material, por haber alcanzado la mayor perfección". En ambos casos, en el cuerpo material y después de renunciar a él, un devoto alcanza la máxima perfección en el servicio al Señor. Mientras un devoto está en su cuerpo material, sus actividades son puestas a prueba en el servicio devocional que le prepara para ser trasladado a la morada suprema del Señor. Sólo aquellos que están cien por ciento comprometidos en el servicio devocional pueden alcanzar esta perfección.
En la materia, la vida condicionada de una persona siempre está llena de las miserias causadas por la transmigración del alma de un cuerpo a otro cuerpo. Antes de nacer, es sometido a las miserias de la vida en el vientre de su madre, y cuando sale, vive durante un período determinado y luego de nuevo tiene que morir y entrar en el vientre de una madre. Pero uno que logra la más alta perfección va de vuelta a Dios después de dejar su cuerpo actual. Una vez allí, él no tiene que volver a este mundo material y transmigrar de un cuerpo a otro. La transferencia al mundo espiritual es la más alta perfección de la vida. En otras palabras, el devoto alcanza su posición constitucional de la inmortalidad y por lo tanto se convierte en completamente pacífico.
Hasta que una persona logra la perfección, no puede ser pacífica. El puede artificialmente pensar que es uno con el Supremo, pero en realidad no lo es, por lo tanto, no tiene paz. Del mismo modo, alguien puede aspirar a una de las ocho perfecciones del yoga en el proceso de yoga místico, como convertirse en el más pequeño, convertirse en el más pesado, o adquirir todo lo que desee, pero estos logros son materiales, y no son la perfección. Perfección significa recuperar nuestra forma espiritual original y participar en el servicio amoroso del Señor. La entidad viviente es parte integral del Señor Supremo, y si desempeña las funciones de la parte y porción, con orgullo, sin pensar que él es uno en todos los aspectos con el Señor Supremo, alcanza la perfección real y se convierte en pacífica.


TEXTO 5

TRADUCCIÓN
Una persona ocupada en tal servicio devocional puro ni desea nada para complacer los sentidos, ni se lamenta de ninguna pérdida, ni odia nada, ni disfruta de nada por su cuenta personal, ni es muy entusiasta en la actividad material.

SIGNIFICADO
De acuerdo con Śrīla Rūpa Gosvāmī, hay seis impedimentos para el desempeño del servicio devocional, y también seis actividades favorables para el progreso en el servicio devocional.
El primer impedimento es atyāhāra, comer en exceso o la acumulación de más riqueza de la que necesitamos. Cuando se da rienda suelta a los sentidos, en un esfuerzo para disfrutar al máximo grado, se degradan. Un devoto por lo tanto debe comer sólo lo suficiente para mantener su cuerpo y el alma, no debe permitir licencia a su lengua sin restricciones a comer de todo y todo lo que le gusta. El Bhagavad-gita y los grandes ācāryas, o maestros espirituales, han establecido ciertos alimentos para los seres humanos, y quien come estos alimentos está en la modalidad de la bondad. Estos alimentos incluyen granos, frutas, verduras, productos lácteos y azúcar; y nada más. Un devoto no come extravagantemente, simplemente se come lo que le ofrece al Señor Supremo, Krishna. Él está interesado en kṛṣṇa-prasādam (alimento ofrecido al Señor), y no en la satisfacción de su lengua. Por eso no desea nada extraordinario de comer.
Del mismo modo, un devoto no desea acumular una gran cuenta en el banco: simplemente se gana tanto como él necesita. Esto se llama yāvad-artha o yuktāhāra. En el mundo material todo el mundo es muy activo en la obtención de más y más dinero y en el aumento de comer, dormir y gratificar los sentidos: tal es la misión de la vida de la mayoría de la gente. Pero estas actividades deben estar ausentes de la vida de un devoto.
El impedimento siguiente que Śrīla Rūpa Gosvāmī menciona es prayāsa, esforzarse muy duro por las cosas materiales. Un devoto no debe ser muy entusiasta acerca de la consecución de cualquier objetivo material. No debería ser como las personas que participan en actividades fruitivas, que trabajan muy duro día y noche para lograr recompensas materiales. Todas estas personas tienen alguna ambición, convertirse en un hombre de negocios muy grande, convertirse en un gran industrial, convertirse en un gran poeta o un filósofo. Pero ellos no saben que, incluso si se cumple su ambición, el resultado es temporal. Tan pronto como termine el cuerpo, todos los logros materiales también están terminados. No toma nada, con todo lo que él ha conseguido materialmente en este mundo. Lo único que puede llevar con él es su activo del servicio devocional, que en si solo nunca es vencido.
El siguiente impedimento del servicio devocional es prajalpa, hablar de temas mundanos. Mucha gente innecesariamente habla de los acontecimientos diarios en los periódicos y pasa el tiempo sin ninguna ganancia. Un devoto, sin embargo, no debe caer en las conversaciones innecesarias de la política o la economía. Tampoco es un devoto muy estricto en el seguimiento de las normas rituales y reglamentos mencionados en los Vedas. Convertirse en un enamorado de estos rituales es el obstáculo siguiente, llamado niyamāgraha. Debido a que un devoto se ocupa totalmente en el servicio supremo del Señor, él automáticamente cumple con todas las demás obligaciones y no tiene que ejecutar todos los detalles de los rituales Védicos. Como el Srimad Bhagavatam (11.5.41) dice:

devarṣi-bhūtāpta-nṛṇāḿ pitṝṇāḿ
na kińkaro nāyam ṛṇī ca rājan
sarvātmanā yaḥ śaraṇaḿ śaraṇyaḿ
gato mukundaḿ parihṛtya kartam

"Todo ser humano que nace en este mundo está de inmediato en deuda con los semidioses, los grandes sabios, las entidades vivientes ordinarias, la familia, la sociedad, y así sucesivamente. Pero una persona que se rinde a los pies de loto del Señor y se involucra totalmente en su servicio ya no está en deuda con nadie. En otras palabras, no tiene obligaciones que cumplir, salvo la ejecución del servicio devocional".
Por último, un devoto no debe ser codicioso (laulyam), tampoco debe mezclarse con los hombres materialistas ordinarios (jana-sańga).
Son seis los elementos negativos, o "no hacer", para el devoto, uno que quiere alcanzar la fase perfecta de amor por la Divinidad debe abstenerse de estas cosas.
Del mismo modo, hay seis elementos positivos para avanzar en el servicio devocional. En primer lugar, mientras que uno no debe ser entusiasta para alcanzar logros materiales, uno debe ser muy entusiasta para alcanzar la etapa perfecta del servicio devocional. Este entusiasmo se llama utsāha. Una entidad viviente no puede dejar de actuar. Así que cuando le está prohibido entusiasmarse con los logros materiales, a la vez deben ser alentados para estar entusiasmados con los logros espirituales. El entusiasmo es un síntoma de la entidad viviente, no se puede detener. Es como un potente motor: si se utiliza correctamente, dará una inmensa producción. Por lo tanto el entusiasmo debe ser purificado. En lugar de emplear el entusiasmo para la consecución de las metas materiales, uno debe ser entusiasta acerca de la consecución de la perfecta etapa del servicio devocional. De hecho, entusiasmar a sus devotos en el servicio devocional es el propósito por el que Krsna desciende a este mundo material.
El siguiente punto favorable para el servicio devocional es niścaya, la confianza. Cuando uno se desanima en su servicio al Señor Supremo, la desilusión debe ser rechazada y sustituida por la confianza en alcanzar la meta final, el amor por Dios. El devoto paciente debe seguir las reglas y regulaciones del servicio devocional para que el día venga cuando se logre de pronto, toda la perfección del servicio devocional. Él no debería lamentarse por cualquier pérdida o cualquier alteración en su avance en la vida espiritual. Esta paciencia (dhairya) es el tercer elemento positivo para avanzar en el servicio devocional. Por otra parte, un devoto puro no es envidioso, odioso, o perezoso en el cumplimiento del servicio devocional. Confiado en su promoción, realiza continuamente sus funciones devocionales prescritas. Esto se llama tat-tat-karma-pravartana.
Los dos últimos elementos son sańga-tyāga, renunciar a la asociación de no-devotos, y sato-vṛtti, siguir los pasos de los ācāryas anteriores. Estas cosas prácticas ayudan en gran medida al devoto a permanecer fijo en el camino del servicio devocional y evitar la tendencia al disfrute temporal de las cosas materiales. Así, las actividades de un devoto deben permanecer siempre puras y sin contaminación del mundo material.

TEXTO 6

TRADUCCIÓN
Uno que comprende perfectamente el proceso del servicio devocional en el amor por Dios se embriaga en su desempeño. A veces quienes se dedican al servicio del Ser Supremo se vuelven aturdidos en éxtasis y por lo tanto disfrutan de todo su ser.

SIGNIFICADO
El Śrīmad-Bhāgavatam (1.7.10) establece:

ātmārāmāś ca munayo nirgranthā apy urukrame
kurvanty ahaitukīḿ bhaktiḿ itthaḿ-bhūta-guṇo hariḥ

"Aunque los que son ātmārāma, estan satisfechos en si mismos, aunque están liberados de todas las clases de cautiverio material, siguen siendo atraídos por los pasatiempos del Señor Supremo, y así se comprometen en Su servicio trascendental". Cuando el Señor Caitanya explicó este verso ātmārāma a Srila Sanatana Goswami, describió sesenta y un significados, y todos ellos apuntan hacia el servicio devocional del Señor.
Cómo uno se embriaga en el servicio devocional es muy bien descrito en el Srimad Bhagavatam (11.2.40):

evaḿ-vrataḥ sva-priya-nāma-kīrtyā
jātānurāgo druta-citta uccaiḥ
hasaty atho roditi rauti gāyaty
unmāda-van nṛtyati loka-bāhyaḥ

"Una persona activa en el servicio devocional del Señor en plena conciencia de Krishna automáticamente se deja llevar por el éxtasis cuando canta y oye el santo nombre de Krishna. Su corazón se derrite mientras canta del santo nombre, se vuelve casi como un loco, y no le importan ningunas convenciones sociales exteriores. Así, a veces se ríe, a veces llora, a veces grita en voz muy alta, a veces canta, a veces baila y se olvida de sí mismo". Estos son los signos de embriaguez en el servicio devocional. Esta fase, llamada fase de ātmārāma, es posible cuando el Señor concede Su misericordia a un devoto por su actividad devocional avanzada. Es la etapa más perfecta porque no se puede llegar a ella a menos que se haya alcanzado el amor puro por Dios.
Ni los rituales religiosos formales, el desarrollo económico, la complacencia de los sentidos, ni la liberación se pueden comparar con el momento dulce de la perfección del amor por Krishna, el amor al Señor Supremo. El Caitanya-Caritamrta (Adi-lila 7.97) describe esta etapa de éxtasis y embriaguez como muy por encima del éxtasis de la realización de uno mismo como Brahman, o el espíritu supremo. El Señor Caitanya dice que el éxtasis del bhakti (amor por Dios) es tan grande que es como un océano en comparación con la gota de placer que se deriva de la comprensión de uno mismo como uno con el Brahman. En toda la literatura védica, la etapa más perfecta se dice que es el estado de intoxicación del servicio devocional. No es realizada por personas ordinarias, los no-devotos.
En la etapa de la perfección, el corazón se derrite y uno se vuelve más y más apegado a la consecución de los pies de loto del Señor. Śrīla Rūpa Gosvāmī, un gran ācārya en la línea del servicio devocional, ha descrito esta fase de la siguiente manera: "A pesar de que aparece sólo como un loco, una persona en el éxtasis del servicio devocional no está loco en la concepción material de la palabra, este éxtasis es la manifestación de la potencia de placer del Señor Supremo". El Señor tiene potencias diferentes, una de las cuales se llama āhlādinī-śakti, Su potencia interna de placer. Sólo quien se vuelve un poco familiarizado con esta potencia puede degustar tal éxtasis. El Vedanta-sutra (1.1.12), establece, ānanda-mayo 'bhyāsāt: "Por naturaleza, el Señor está siempre alegre". Esta alegría del Señor es debido a su potencia de placer.
Quien se convierte en afectado por la potencia de placer del Señor Supremo manifiesta diversos síntomas de éxtasis, como debilidad del corazón, reír, llorar, temblar, y bailar. Estos síntomas no son materiales. Sin embargo, presentar síntomas como estos de éxtasis sólo para obtener crédito por parte del público no es aprobado por los devotos puros. Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Prabhupāda dice: "Las personas que no han alcanzado el estado de mayor perfección del amoroso servicio no pueden alcanzar ningún buen augurio simplemente por artificialmente reír, llorar, o bailar sin ningún tipo de entendimiento espiritual. El artificial movimiento del cuerpo... siempre debe ser rechazado. Un debe esperar a la secuencia natural en el servicio devocional, y en ese momento, cuando uno llora o baila o canta, es algo aprobado. Una persona que artificialmente muestra síntomas de la potencia de placer crea muchas alteraciones en la ordinaria forma de vida".
Aquel que alcanza la fase perfecta del servicio devocional bajo la guía de un maestro espiritual autentico puede predicar la ciencia de la devoción como el Señor Caitanya lo hizo. Cuando el Señor Caitanya predicaba, bailó y mostró estos síntomas de éxtasis. Una vez, en Benarés, un sannyasi māyāvādī de nombre Prakāśānanda Sarasvati se opuso a estas actividades. Dijo que desde que el Señor Caitanya había tomado sannyasa, la orden de vida de la renuncia, no debería actuar de esa manera tan intoxicado.
El Señor explicó que los síntomas de la intoxicación habían surgido de forma automática cuando había cantado el mantra Hare Krishna, y que al ver esto su maestro espiritual le había ordenado predicar el servicio devocional por todo el mundo. Mientras hablaba con Prakāśānanda, el Señor Caitanya citó un verso importante del Hari-bhakti-sudhodaya (14.36):

tvat-sākṣāt-karaṇāhlāda-viśuddhābdhi-sthitasya me
sukhāni goṣpadāyante brāhmāṇy api jagad-guro

"Mi querido Señor, Oh maestro del universo, desde que Te he visto directamente, mi felicidad trascendental ha tomado la forma de un gran océano. Así que ahora considero la felicidad que se deriva de la comprensión del Brahman impersonal ser como el agua contenida en la huella de la pezuña de un ternero". De esta manera, quien llega a la etapa perfecta del servicio devocional se vuelve tan convencido de que no quiere nada más, y así siempre se involucra en el servicio devocional puro.


TEXTO 7

TRADUCCIÓN
No es problema la lujuria en la ejecución del servicio devocional puro, porque en el, todas las actividades materiales son objeto de renuncia.

SIGNIFICADO
En el servicio devocional puro no se trata de complacer los sentidos. Algúnas personas confunden los asuntos amorosos entre Krishna y las gopīs (jovenes pastorcillas) con las actividades comunes de la gratificación de los sentidos, pero estas cosas no son lujuriosas, porque no hay contaminación material. Como Rūpa Gosvāmī establece en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.2.285):

premaiva gopa-rāmāṇāḿ kāma ity agamat prathām
ity uddhavādayo 'py etaḿ vāñchanti bhagavat-priyāḥ

"A pesar de que los tratos de las gopīs con Krishna son erróneamente celebrados por muchos como lujuriosos, grandes sabios y personas santas, como Uddhava anhelan tales asuntos de amor con Krishna." Śrīla Kṛṣṇadāsa Kavirāja, el autor del Caitanya-caritamrta, por lo tanto ha dicho:

kāma, prema, — dońhākāra vibhinna lakṣaṇa
lauha āra hema yaiche svarūpe vilakṣaṇa

"Como hay una diferencia entre el hierro y el oro, así hay una diferencia entre la lujuria material y los asuntos de amor de Krishna con las gopīs". (CC. Adi-lila 4.164). Aunque tales asuntos amorosos a veces pueden parecerse a la lujuria material, la diferencia es como sigue:

ātmendriya-prīti-vāñchā — tāre bali 'kāma'
kṛṣṇendriya-prīti-icchā dhare 'prema' nāma

"El deseo de satisfacer los propios sentidos se llama lujuria, mientras que el deseo de satisfacer los sentidos de Krishna se denomina prema, amor por Dios". (CC. Adi-lila 4.165).
Los impersonalistas no pueden entender el principio de satisfacer los sentidos de Krishna, porque rechazan la personalidad de Dios. Ellos creen que Dios no tiene sentidos y por lo tanto no hay satisfacción de los sentidos. Pero los devotos simplemente quieren satisfacer los sentidos del Señor Supremo, y así tomar parte en las actividades de amor puro por Dios. No hay problema de lujuria en esa categoría de amor trascendental puro.
La lujuria conduce a las actividades fruitivas de complacer los sentidos. Existen diferentes tipos de obligaciones para el ser humano, tales como compromisos políticos, la realización de rituales védicos, las obligaciones de mantener el cuerpo, y las formalidades y convenciones sociales, pero todas esas actividades se dirigen a la satisfacción de los propios sentidos. Las gopīs, sin embargo, sólo querían satisfacer los sentidos de Krishna, y así se entregaron completamente fuera de la senda convencional de las restricciones sociales, del cuidado de sus familiares o el castigo de sus maridos. Dieron todo por la satisfacción de Krishna, mostrando con su firme adhesión a Krishna ser tan impecables como telas blancas.
Se dice que cuando el afecto conyugal entre un amante y amado llega al punto de ser destruido y sin embargo no se destruye, el amor de esa relación es puro, o prema. En el mundo material no es posible encontrar este tipo de amor, porque sólo existe entre Krishna y sus devotos íntimos, como las gopīs. El sentimiento entre las gopīs y Krishna es tan fuerte que no puede ser destruido bajo ninguna circunstancia. Krishna elogia el amor puro de las gopīs en el Srimad Bhagavatam (10.32.22):

na pāraye 'haḿ niravadya-saḿyujāḿ
sva-sādhu-kṛtyaḿ vibudhāyuṣāpi vaḥ
yā mābhajan durjaya-geha-śṛńkhalāḥ
saḿvṛścya tad vaḥ pratiyātu sādhunā

"Mis queridas gopīs, yo no soy capaz de pagar mi deuda por su servicio impecable, incluso dentro de una vida de Brahma. Su relación conmigo es irreprochable. Ustedes me han adorado, cortando todos los vínculos internos, que son difíciles de romper. Por lo tanto, por favor, dejen que sus propios hechos gloriosos sean su compensación”.


TEXTO 8

TRADUCCIÓN
La renuncia en el servicio devocional significa renunciar a todo tipo de costumbres sociales y rituales religiosos regidos por mandatos védicos.

SIGNIFICADO
En un verso en el Lalita-mādhava (5.2), Srila Rupa Goswami describe la renuncia en el servicio devocional:

ṛddhā siddhi-vraja-vijayitā satya-dharmā samādhir
brahmānando gurur api camatkārayaty eva tāvat
yāvat premṇāḿ madhu-ripu-vaśīkāra-siddhauṣadhīnāḿ
gandho 'py antaḥ-karaṇa-saraṇī-pānthatāḿ na prayāti

"Actividades como el trance místico, ser uno con el Supremo, y los principios religiosos del brahmanismo, como el de decir la verdad y la tolerancia, tienen sus respectivos lugares de interés propio, pero cuando uno es cautivado por el amor por Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, toda la atracción por el poder místico, el placer monista, los principios religiosos y mundanos se hace insignificante."
En otras palabras, por el desempeño de servicio devocional puro, uno alcanza el nivel más alto de amor por Dios y es liberado de todas las obligaciones, como las mencionadas en las secciones karma-kāṇḍa, jñāna-kāṇḍa, y yoga-kāṇḍa, de los Vedas. Alguien que se involucra en el servicio devocional puro no tiene ningún deseo de mejorarse a sí mismo, salvo en el servicio del Señor. En el servicio devocional no puede haber ninguna adoración impersonal o localizada del Señor Supremo. El devoto simplemente realiza actividades que satisfagan a la Suprema Personalidad de Dios y por lo tanto llega al amor puro por el Señor.
Sólo por la misericordia combinada del devoto puro -el maestro espiritual autentico- y el Mismo Señor Supremo se puede alcanzar el servicio devocional puro al Señor. Si alguien tiene la suerte de encontrar un devoto puro y aceptarlo como su maestro espiritual, este maestro espiritual, con su misericordia sin causa, impartirá el conocimiento del servicio devocional puro. Y es el Señor, con su misericordia sin causa, que envía a su sirviente más confidencial a este mundo para instruir el servicio devocional puro.
Por la gracia divina del maestro espiritual, la semilla del servicio devocional puro, que es completamente diferente de la semilla de las actividades fruitivas y el conocimiento especulativo, se siembra en el corazón del devoto. Luego, cuando el devoto satisface al maestro espiritual y a Krishna, esta semilla del servicio devocional se convierte en una planta que alcanza gradualmente el mundo espiritual. Una planta ordinaria requiere refugio para su crecimiento. Del mismo modo, la planta de la devoción crece y crece hasta que se refugia en el mundo espiritual, sin tomar refugio en ningún planeta del mundo material. En otras palabras, aquellos que están cautivados por el servicio devocional puro no tienen ningún deseo de elevarse a cualquier planeta material. El planeta más alto en el mundo espiritual es Krishna-loka, o Goloka Vṛndāvana, y allí la planta de la devoción se cobija.
El Nārada Pañcarātra define el servicio devocional puro como sigue:

sarvopādhi-vinirmuktaḿ tat-paratvena nirmalam
hṛṣīkena hṛṣīkeśa-sevanaḿ bhaktir ucyate
[Cc. Madhya-lila 19.170]

"El servicio devocional al Señor Supremo significa comprometer todos los sentidos en su servicio. En este servicio hay dos características importantes: En primer lugar, hay que purificarse de todas las designaciones y, en segundo lugar, los sentidos deben ser utilizados exclusivamente en el servicio del Señor Supremo, el maestro de los sentidos. Eso es servicio devocional puro".
Todo el mundo está ahora contaminado por varias designaciones en relación con el cuerpo. Todo el mundo está pensando, "yo soy de tal y tal país, yo pertenezco a una sociedad determinada; yo pertenezco a una familia determinada". Pero cuando una persona llega a la etapa del servicio devocional puro, él sabe que no pertenece a nada, excepto al servicio del Señor.
El síntoma de inquebrantable fe en el servicio devocional puro es que uno tiene muchos deseos de superar las perturbaciones que impiden el servicio devocional puro, como (1) el deseo de adorar a los semidioses, (2) el deseo de servir a alguien que no sea de Krishna, (3) el deseo de trabajar para la gratificación de los sentidos, sin la relación de una comprensión con Krishna, (4) el deseo de cultivar el conocimiento impersonal y olvidar al Señor Supremo, y (5) el deseo de establecerse como el Supremo, tarea en la que no hay ni rastro de la felicidad del servicio devocional. Uno debe renunciar a todos estos deseos y dedicarse exclusivamente al amoroso servicio devocional del Señor. Excepto por el servicio del Señor, todo lo hecho es en el servicio de la ilusión, o māyā.
Hay que tratar de salir de la ilusión y comprometerse en el verdadero servicio de Krishna. El servicio a Krishna utiliza todos los sentidos, y cuando los sentidos están comprometidos en el servicio de Krishna, se purifican. Hay diez sentidos; los cinco sentidos activos y los cinco sentidos para la adquisición de conocimiento. Los sentidos activos son el poder de hablar, las manos, las piernas, la salida de la evacuación, y el órgano reproductor. Los sentidos para adquirir conocimiento son los ojos, los oídos, la nariz, la lengua, y el sentido del tacto. La mente, el centro de todos los sentidos, se considera a veces el onceavo sentido.
Uno no puede participar en el servicio amoroso trascendental del Señor con estos sentidos en su estado actual cubiertos materialmente. Por lo tanto, uno debe tomar el proceso de servicio devocional para purificarlos. Hay sesenta y cuatro puntos regulativos del servicio devocional para la purificación de los sentidos, y uno debería vigorosamente someterse a tales servicios reguladores. Entonces uno puede entrar en el servicio amoroso trascendental del Señor. (Véase el texto 12 para una discusión completa de estos sesenta y cuatro puntos del servicio devocional.)


TEXTO 9

TRADUCCIÓN
La renuncia también significa estar dedicado exclusivamente al Señor e indiferente a lo que está en el camino de Su servicio.

SIGNIFICADO
El carácter exclusivo del servicio devocional también ha sido descrito por Śrīla Rūpa Gosvāmī en el Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.1.11):

anyābhilāṣitā-śūnyaḿ jñāna-karmādy-anāvṛtam
ānukūlyena kṛṣṇānu-śīlanaḿ bhaktir uttamā
[Madhya 19.167]

"Cuando el servicio devocional de primera clase se desarrolla, uno debe estar libre de todos los deseos materiales, los conocimientos obtenidos por la filosofía monista, y la acción fruitiva. El devoto siempre debe servir a Krishna favorablemente, como desee Krishna".
Los devotos puros son tan exclusivos en su intención de servir al Señor Supremo sin ningún tipo de recompensa que no aceptan ningún tipo de liberación, a pesar de que pueda ser ofrecida por el Señor Supremo. Esto es confirmado en el Srimad-Bhagavatam (3.29.13).
También hay algo llamado "bhakti mezclado", que se produce antes de la etapa del servicio devocional puro. A veces se llama prākṛta-bhakti o servicio devocional mezclado con los deseos materiales. Srila Prabhupada escribe: "Cuando uno tiene incluso una pizca de interés personal, su devoción se mezcla con las tres modalidades de la naturaleza material". (Bhāg. 3.29.9, significado).
Así, la devoción mezclada puede ocurrir en varias combinaciones con la modalidad de la ignorancia, la pasión y la bondad. Srila Prabhupada elaboradamente explica la devoción mixta de la siguiente manera: El servicio devocional en la modalidad de la ignorancia, la pasión y la bondad puede ser dividido en ochenta y una categorías. Hay diferentes actividades devocionales, tales como oír, cantar, recordar, adorar, ofrecer oraciones, rendir servicio y entregarse completamente, y cada uno de ellos puede dividirse en tres categorías. Hay audiencia en el modo de la pasión, en el modo de la ignorancia, y en el modo de la bondad. Del mismo modo, canto en la modalidad de la ignorancia, la pasión y la bondad, etc... Uno tiene que trascender todas esas mezclas de servicio devocional materialista, a fin de alcanzar el nivel de servicio devocional puro. [Bhag. 3.29.10, significado].
Un tipo de servicio devocional mixto se conoce como jñāna-miśra-bhakti, o el servicio devocional mezclado con el conocimiento empírico. Srila Prabhupada escribe: "La gente en general, que están bajo la influencia de avidyā-śakti, o māyā, no tiene ni el conocimiento ni la devoción. Pero cuando una persona que es un poco avanzada, por lo que se le llama un jñānī avanza aún más, está en la categoría de jñāna-miśra-bhakta, o un devoto cuyo amor se mezcla con el conocimiento empírico". (Bhāg. 4.9.16, significado).
La definición bhakti de Narada, es "exclusivamente dedicado al Señor"; se refiere al servicio devocional puro en la etapa de liberación. Esto también ha sido señalado por Srila Prabhupada en su comentario sobre el primer sutra del Narada-bhakti-sutra, donde dice que el servicio devocional puro comienza después del brahma-bhūta, o la etapa de liberado.
Un devoto puro es akāma, libre de deseo material. Él es consciente de que su actual posición se deriva sólo de la satisfacción de servir al Señor Supremo. Srila Prabhupada escribe: "Śrīla Jīva Gosvāmī ha explicado esta ausencia de deseo, como bhajanīya-parama-puruṣa-sukha-mātra-sva-sukhatvam en sus Sandarbhas. Esto significa que uno debe sentirse feliz sólo por experimentar la alegría del Señor Supremo". (Bhāg. 2.3.10, significado).
En el presente sūtra Nārada Muni establece que un devoto puro es "indiferente hacia lo que está en el camino del servicio [al Señor]". Si un devoto se enfrenta a algunos obstáculos en su servicio al Señor, ora al Señor para que por favor los remueva. Un buen ejemplo es la Reina Kunti:

atha viśveśa viśvātman viśva-mūrte svakeṣu me
sneha-pāśam imaḿ chindhi dṛḍhaḿ pāṇḍuṣu vṛṣṇiṣu
tvayi me 'nanya-viṣayā matir madhu-pate 'sakṛt
ratim udvahatād addhā gańgevaugham udanvati

"Oh, Señor del universo, el alma del universo, Oh personalidad de la forma del universo, por favor, por lo tanto, corta la atadura de afecto por mis parientes, los Pāṇḍavas y los Vṛṣṇis. Oh, Señor de Madhu, como el Ganges fluye siempre al mar sin obstáculos, que mi atracción vaya constantemente a Ti sin ser desviada a nadie". (Bhāg. 1.8.41-42).
Los ejemplos supremos de devotos que no dejan que nada se interponga en el camino de su servicio a Krishna son las gopīs de Vṛndāvana. Y entre todas las gopīs, la mejor es Śrīmatī Rādhārāṇī. Su determinación de servir a Krishna está bellamente descrita en este versículo del Vidagdha-mādhava de Śrīla Rūpa Gosvāmī (3.9):

hitvā dūre pathi dhava-taror antikaḿ dharma-setor
bhańgodagrā guru-śikhariṇaḿ raḿhasā lańghayantī
lebhe kṛṣṇārnava-nava-rasā rādhikā-vāhinī tvāḿ
vāg-vīcībhiḥ kim iva vimukhī-bhāvam asyās tanoṣi

"¡Oh Señor Krishna, Tú eres como un océano. El río de Śrīmatī Rādhārāṇī ha llegado a Ti a larga distancia, dejando muy atrás el árbol de su marido, rompiendo el puente de la convención social, y cruzando por la fuerza las colinas de los parientes mayores!”.
Aunque la devoción pura al Señor Krishna es exclusiva, no es de mente estrecha, devoción sectaria. El Señor Krishna es la Suprema Personalidad de Dios, la fuente de todas las emanaciones, por lo tanto el amor por Krishna incluye dentro de él, el amor por todos los seres vivientes. Srila Prabhupada explica esto con el sencillo ejemplo de una joven que se casa y se une con la familia de su marido. Sólo por el hecho de casarse con un hombre, ella se convierte automáticamente en íntimamente relacionada con los miembros de su familia, que ahora a convertido en sus cuñados, el suegro, la suegra, y así sucesivamente. Del mismo modo, cuando nos unimos a Krishna por rendirle un servicio de amor, entramos en su familia, que incluye todos los seres vivos. Srila Prabhupada describe en el prefacio de El Néctar de la Devoción:
El principio básico de las condiciones de vida es que tenemos una propensión general a amar a alguien. Nadie puede vivir sin amar a alguien más.... El punto que falta, sin embargo, es donde descansar nuestro amor para que cada uno pueda ser feliz.... El Néctar de la Devoción nos enseña la ciencia de amar a cada una de las entidades vivientes perfectamente por el método fácil de amar a Krishna. Hemos fracasado en crear la paz y la armonía en la sociedad humana, incluso por los grandes intentos como las Naciones Unidas, porque no sabemos el método correcto.
En la conclusión del Bhagavad-gita (18.66), el Señor Krishna establece:

sarva-dharmān parityajya mām ekaḿ śaraṇaḿ vraja
ahaḿ tvāḿ sarva-pāpebhyo mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ

"Abandona todas las variedades de religión y sólo entrégate a Mí. Yo te liberare de todo pecado. No temas." Si uno vacila en tomar dedicación exclusiva al Señor a causa de los obstáculos o el temor de ser negligentes en otras obligaciones, Krishna nos asegura que no hay nada que temer. Srila Prabhupada escribe: "Las palabras que utilizó sobre todo aquí, mā śucaḥ, ‘No temas, no lo dudes, no te preocupes’, son muy importantes. Se puede estar perplejo en cuanto a cómo se puede renunciar a todo tipo de formas religiosas simplemente rindiéndose a Krishna, pero esa preocupación es inútil".


TEXTO 10

TRADUCCIÓN
Dedicación exclusiva al Señor significa renunciar por Él a todos los otros refugios.

SIGNIFICADO
Como se mencionó anteriormente, en el Bhagavad-gita (18.66) el Señor Krishna aconseja a Arjuna que renuncie a todos los procesos de auto-realización y se entregue a Él solamente. El conocimiento de sí mismo, el conocimiento de la Superalma localizada, el conocimiento de la ejecución del trabajo previsto para las cuatro divisiones de la sociedad humana, el conocimiento de la renuncia, el conocimiento de la separación, el conocimiento del control de los sentidos y la mente, el conocimiento de la meditación y el conocimiento de cómo adquirir el poder material de la perfección mística; todos estos diferentes tipos de "refugios" conducen a diversos grados de perfección espiritual. Pero la última instrucción del Señor en el Bhagavad-gita es que uno debe renunciar a todos estos diferentes refugios y simplemente tomar Su servicio devocional amoroso, y rendirse al Señor, eso salvará a uno de todo tipo de reacción pecaminosa. En otras palabras, la unión directa a la Suprema Personalidad de Dios, Krishna, y la participación en su servicio trascendental son las perfecciones más altas de la vida espiritual.


TEXTO 11

TRADUCCIÓN
La indiferencia hacia lo que está en el camino del servicio devocional significa aceptar sólo aquellas actividades de las costumbres sociales y requerimientos Védicos que son favorables al servicio devocional.

SIGNIFICADO
La existencia material es una vida de rebelión contra la Suprema Personalidad de Dios. Hay muchas maneras en que las entidades vivientes pueden manifestar este espíritu de rebeldía, como participar en actividades fruitivas, la especulación mental, o el yoga místico para alcanzar perfecciones materiales. En general, todas las almas condicionadas tienen el deseo de dominar a la naturaleza material. Todo el mundo quiere convertirse en un semi-señor, ya sea por actividades sociales o políticas o por medio de rituales Védicos. Todo el mundo quiere elevarse a un estado superior de existencia o, por frustración, ser uno con el Supremo. Todos estos deseos son los diferentes tipos de materialismo, que no son favorables para el servicio devocional.
Un devoto puro rechaza el culto a los semidioses y venera sólo al Señor Krishna o a su expansión Viṣṇu. Hasta que una persona esté completamente libre de la contaminación material, puede ser que desee adorar a Dios con la esperanza de cumplir sus deseos materiales. Pero incluso si una persona tiene deseos materiales, si escrupulosamente adora al Señor Supremo muy pronto será purificado de todos esos deseos. Por otra parte, las personas cuyas actividades son dictadas por los deseos materiales y que también son adictos a adorar a los semidioses no pueden convertirse en devotos puros en ninguna etapa de sus vidas. El Señor, situado en el corazón de todos, cumple los deseos de los adoradores de los semidioses, pero en el Bhagavad-gita, el Señor dice que tales adoradores de los semidioses son de poca inteligencia (alpa-medhasaḥ). En otras palabras, mientras uno está controlado por las modalidades de la naturaleza, será propenso a adorar a los semidioses para fines materiales, pero ya que frena esta tendencia y adora a Krishna exclusivamente, puede elevarse por encima de estas modalidades y alcanzar el servicio devocional puro.
Uno no puede estar situado en la plataforma de servicio devocional puro sin embargo, a menos que uno se libere de todo tipo de reacciones pecaminosas. Para contrarrestar varias reacciones pecaminosas, se prescriben obligaciones en la sección ritualistica de los Védas, y los de la etapa más baja de la vida pueden ser liberados de todo pecado por el seguimiento estricto de los procesos rituales Védicos. Luego se puede llegar a ser situado en el servicio devocional puro. Por lo tanto, debe entenderse que una persona que se encuentra en el servicio devocional puro debe haber ya ejecutado todos los rituales Védicos en su vida pasada con gran determinación. En otras palabras, después de llegar a la etapa del servicio devocional, una persona no tiene que llevar a cabo el proceso de expiación mencionada en la sección de rituales de los Vedas. Ya está libre de pecado.


TEXTO 12

TRADUCCIÓN
Uno debe continuar siguiendo los mandamientos de las escrituras incluso después de estar fijo en la determinación, que con certeza, el servicio devocional es el único medio para alcanzar la perfección de la vida.

SIGNIFICADO
Cuando una persona está en la firme convicción acerca de la importancia del servicio devocional, se entrega al Señor Supremo. Hay seis síntomas de la entrega: (1) Se debe realizar sólo las acciones favorables para el servicio devocional a Krishna. (2) Uno debe renunciar a todo lo desfavorable para el desempeño de servicio devocional. (3) Uno debe creer firmemente que Krishna va a proteger a uno en todas las circunstancias y que nadie es mejor protector que Krishna. Esta convicción debe ser distinta de la filosofía monista de que uno es tan bueno como Krishna. Más bien, uno siempre debe pensar que Krishna, o Dios, es grande y que uno siempre está siendo protegido por Él. (4) Uno debe tener la convicción de que Krishna es el sustentador de uno, y uno no debe refugiarse en ningún semidiós para su mantenimiento. (5) Siempre se debe recordar que las actividades de uno y los deseos no son independientes. En otras palabras, el devoto debe sentirse completamente dependiente de Krishna, y por lo tanto debe actuar y pensar conforme a los deseos de Krishna. (6) Uno siempre debe pensar de sí mismo como el más pobre de los pobres y sentirse totalmente dependiente de la misericordia de Krishna.
Un devoto que sigue estos seis principios de la entrega siempre piensa, "Oh Señor, yo soy tuyo en todos los aspectos, yo soy tu siervo eterno". De esta manera un devotopuro se vuelve limpio. Hay un agradable verso, en este contexto en el Śrīmad-Bhāgavatam (11.29.34):

martyo yadā tyakta-samasta-karmā
niveditātmā vicikīrṣito me
tadāmṛtatvaḿ pratipadyamāno
mayātma-bhūyāya ca kalpate vai

"Una persona que renuncia a todas las actividades fruitivas y se ofrece totalmente a Mí, aspirando a prestarme servicio a Mí, logra la liberación del nacimiento y la muerte y es promovido a la condición de compartir Mis propias opulencias ". Para ser elevado a tal punto de la vida devocional, uno tiene que ejecutar las instrucciones de las Escrituras. Pero incluso después de haberse elevado en la vida devocional, uno no debe pensar: "Oh, yo ya estoy elevado a la etapa más alta, por lo que puedo violar las normas de las escrituras para la ejecución de servicio devocional".
El servicio devocional está latente en todo ser viviente, por naturaleza cada ser vivo es parte integral del Señor Supremo, y es la condición saludable de la parte servir a la totalidad. Es como la situación de las partes del cuerpo. La mano y la pierna sirven al cuerpo, del mismo modo, como parte integral del Señor Supremo, toda entidad viviente está obligada a servir al Señor Supremo, en su condición saludable. Cuando no está, pues, comprometida, él está en una condición de enfermedad, pero tan pronto como él dedica todos sus sentidos en el servicio amoroso trascendental del Señor, está en su estado normal y saludable.
El devoto debe realizar sus sentidos en el servicio del Señor, según las instrucciones de las escrituras autorizadas y bajo la guía de un maestro espiritual autentico. El comienzo de su entrenamiento devocional es ocupar los oídos en la recepción auditiva de las enseñanzas del Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam. Hay muchos libros autorizados de conocimiento espiritual, pero todos ellos son más o menos los suplementos del Bhagavad-Gita y el Srimad-Bhagavatam. Incluso el Narada-bhakti-sutra es un resumen del Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam. Por lo tanto, el comienzo del servicio devocional es escuchar estos dos libros importantes de conocimiento trascendental. Simplemente por la recepción auditiva de estos dos libros por el maestro espiritual fidedigno, uno se ilustra sobre el servicio devocional, que está latente en el corazón.
El servicio devocional ejecutado bajo la dirección del maestro espiritual y de acuerdo a los mandatos de las Escrituras es llamado vaidhi-bhakti, una parte del sādhana-bhakti, sadhana, o servicio devocional en la práctica. La otra división del sadhana-bhakti es rāgānuga-bhakti, el servicio devocional espontáneo.
Aquel que desea avanzar a la plataforma de rāgānuga-bhakti debe seguir los mandatos de las escrituras autorizadas bajo la dirección del maestro espiritual. De acuerdo al Sūtra 12, incluso una persona en una plataforma muy elevada del servicio devocional debe ejecutar las normas y reglamentos de las escrituras, qué decir de las personas que no están elevadas. En otras palabras, los neófitos en el servicio devocional estrictamente deben seguir escrupulosamente las normas y reglamentos de las escrituras para elevarse a la plataforma del servicio devocional puro. Como se ha mencionado, un devoto practica estrictamente el servicio devocional, o vaidhi-bhakti. El principio fundamental del vaidhi-bhakti se afirma en el Srimad-Bhagavatam (2.1.5):

tasmād bhārata sarvātmā bhagavān īśvaro hariḥ
śrotavyaḥ kīrtitavyaś ca smartavyaś cecchatābhayam

"Una persona seria acerca de progresar en el servicio devocional debe pensar siempre en la Suprema Personalidad de Dios, siempre debe cantar sus glorias, y siempre debe escuchar acerca de sus actividades". Estos son los principios preliminares de conformidad con las normas y los reglamentos de las escrituras.
El Śrīmad-Bhāgavatam (11.5.2) establece:

mukha-bāhūru-pādebhyaḥ puruṣasyāśramaiḥ saha
catvāro jajñire varṇā guṇair viprādayaḥ pṛthak

Toda persona, independientemente de quien sea, proviene de una parte de la forma universal del Señor Supremo, el virāṭ-puruṣa. Los brahmanas (los intelectuales) proceden de la cara, los ksatriyas (guerreros y administradores) proceden de los brazos, los vaisyas (agricultores y comerciantes) proceden de los muslos, y los sudras (trabajadores) proceden de los pies. Pero dondequiera que estémos situados, tenemos una función especial a ejecutar en el servicio del Supremo Total, la Personalidad de Dios. Si no lo hacemos, por lo tanto, comprometemos nuestras inclinaciones particulares en el servicio del Señor, entonces hemos caído, al igual que una extremidad amputada inútil del cuerpo.
Según el Padma Purāṇa, la suma y sustancia de todos los principios regulativos de las escrituras es que el Señor Visnu, o Krsna, debe ser siempre recordado y nunca debe ser olvidado. Por consiguiente, debemos moldear nuestra vida de tal manera que en cada actividad debemos ser capaces de recordar al Señor Supremo. Cualquier actividad que recuerda al Señor Supremo es un principio regulador en el servicio devocional, y cualquier otra actividad que hace olvidar al Señor Supremo es una actividad prohibida para un devoto.
En el Caitanya-caritāmṛta (Madhya-lila 22.115-28), el Señor Caitanya lista sesenta y cuatro principios regulativos que se deben seguir para ser elevados a la plataforma más alta del servicio devocional. Y, como se subraya aquí en el Sutra 12, incluso después de haber sido elevado a la plataforma más alta del servicio devocional, se debe continuar siguiendo los mandatos de las escrituras para la vida devocional. Los sesenta y cuatro principios reguladores son los siguientes:
(1) Aceptar un maestro espiritual fidedigno. (2) Ser iniciado por el maestro espiritual. (3) Comprometerse uno mismo en el servicio del maestro espiritual. (4) Recibir instrucciones del maestro espiritual y preguntar sobre el avance en el camino del servicio devocional. (5) Seguir los pasos de los ācāryas anteriores y seguir las instrucciones dadas por el maestro espiritual. (6) Renunciar a cualquier cosa para la satisfacción de Krishna, y aceptar cualquier cosa para la satisfacción de Krishna. (7) Vivir en un lugar donde Krishna está presente, una ciudad como Vṛndāvana o Mathurā, o un templo de Krishna. (8) Reducir al mínimo los propios medios de vida tanto como se pueda, mientras viva cómodamente para ejecutar el servicio devocional. (9) Observar los días de ayuno, como Ekadasi. (10) Adorar a las vacas, los brahmanas, los Vaisnavas, y los árboles sagrados, como el árbol baniano.
Estos diez principios del servicio devocional son el comienzo. Otros principios son los siguientes: (11) Se debe evitar cometer las ofensas contra el santo nombre, la Deidad, etc. (12) Se debe evitar la asociación con no-devotos. (13) Uno no debe aspirar a tener muchos discípulos. (14) Uno no debe desviar innecesariamente la atención por estudiar muchos libros para parecer muy sabio. Para el servicio devocional, es suficiente observar un cuidadoso estudio de los libros como el Bhagavad-Gita, el Srimad-Bhagavatam, y el Caitanya-Caritamrta. (15) Uno no debe alterarse ante cualquier pérdida o ganancia. (16) Uno no debe dejarse abrumar por la lamentación por ninguna razón. (17) No hay que calumniar a los semidioses, aunque no se debe adorarlos. Del mismo modo, no se debe criticar a otras escrituras, aunque no se deben seguir los principios en ellas. (18) No se debe tolerar la blasfemia contra el Señor Supremo o sus devotos. (19) No hay que caer en conversaciones ociosas, como las que son sobre las relaciones entre hombres y mujeres. (20) Uno no debe perturbar innecesariamente a cualquier ser vivo, sea cual sea.
Los veinte puntos anteriormente mencionados son la puerta del servicio devocional. Y entre ellos, los tres primeros -a saber, la aceptación del maestro espiritual, la iniciación por el maestro espiritual, y el servicio al maestro espiritual- son los más importantes. Luego vienen los siguientes elementos: (21) Escuchar acerca del Señor. (22) Cantar Sus glorias. (23) Recordarlo. (24) Servir y meditar sobre los pies de loto del Señor y Sus devotos. (25) Adorarle. (26) Orar a Dios. (27) Pensar de uno mismo como servidor eterno del Señor. (28) Llegar a ser amigo del Señor. (29), Ofrecer todo al Señor. (30) Bailar ante la Deidad. (31) Cantar ante la Deidad. (32) Informar al Señor de todo lo relacionado con la vida de uno. (33) Postrarse ante el Señor. (34) Ofrecer el respeto al maestro espiritual y al Señor Supremo de pie en el momento oportuno. (35) Seguir con el maestro espiritual o el Señor Supremo en procesión. (36) Visitar los lugares de peregrinación y los templos del Señor Supremo. (37) Circunvalar el templo. (38) Recitar oraciones. (39) Cantar el nombre del Señor en voz baja para uno mismo. (40) Cantar el nombre del Señor en voz alta en la congregación. (41) Oler el incienso y las flores que se ofrecen a la Deidad. (42) Comer los restos de los alimentos ofrecidos a la Deidad. (43) Asistir periódicamente al ārati ofrecido a la Deidad, así como a festivales especiales. (44) Regularmente mirar a la Deidad. (45) Ofrecer sus posesiones mas queridas al Señor Supremo. (46) Meditar en el nombre del Señor, la forma, pasatiempos, etc. (47) Dar agua a la planta de tulasī. (48) Servir a los devotos del Señor. (49) Tratar de vivir en Vrindavana o Mathura. (50) Deleitarse de los temas del Srimad-Bhagavatam. (51) Tomar todo tipo de riesgos por Krishna. (52) Siempre esperar la misericordia de Krishna. (53) Observar ceremonias como Janmāṣṭamī (el día de la aparición del Señor Krishna) y Rāma-navamī (el día de la aparición del Señor Rāmacandra) con los devotos. (54) Entregarse totalmente a Krishna. (55) Observar las regulaciones especiales, como las seguidas en el mes de Kārtika (octubre-noviembre). (56) Marcar el cuerpo con Vaisnava tilaka (marcas de arcilla). (57) Marcar el cuerpo con los santos nombres de Dios. (58) Aceptar los remanentes de guirnaldas que se han ofrecido al Señor Supremo. (59) Beber caraṇāmṛta, el agua que ha lavado los pies de loto de la Deidad.
Entre estos cincuenta y nueve puntos, cinco se consideran tan importantes que se mencionan por separado una vez más, completando así los sesenta y cuatro puntos del servicio devocional. Estos cinco son (60) la asociación con los devotos, (61) cantar el santo nombre del Señor, (62) escuchar el Srimad-Bhagavatam, (63) residir en un lugar de peregrinaje como Mathura, y (64) adorar a la Deidad con fe y veneración.


TEXTO 13

TRADUCCIÓN
De lo contrario, existen todas las posibilidades de caer.

SIGNIFICADO
Si una persona enferma se cura de los síntomas de su enfermedad, pero no pone atención de los principios de una vida sana, hay todas las posibilidades de una recaída. Del mismo modo, el devoto neófito en avance serio en el servicio devocional debe seguir cuidadosamente los principios regulativos del servicio devocional, de lo contrario hay todas las posibilidades de caer.
Estrictamente hablando, si un devoto hace caso omiso de los principios regulativos y actúa conforme a sus caprichos -si, por ejemplo, no come kṛṣṇa-prasādam, pero come en cualquier lugar y en todas partes, como en los restaurantes- hay todas las posibilidades de que caiga. Si se acumula dinero sin usarlo en el servicio devocional, hay todas las posibilidades de caer. Si no se aplica la energía al servicio del Señor, pero si en alguna actividad material, hay todas las posibilidades de caer. Si el devoto no se dedica a sí mismo siempre escuchando y cantando los temas de Krishna y sus actividades, sino que se entrega en una charla vacía, existen todas las posibilidades de caer. Si un devoto neófito no sigue las órdenes del maestro espiritual y oficialmente sólo se adhiere a los principios, o si no sigue estrictamente los principios, hay todas las posibilidades de caer. Llegar a ser codicioso es otra causa de caída. Y asociarse con las personas que no están en servicio devocional es la última palabra en atractivos de Maya para hacer caer a un devoto.
En el Bhagavad-gita (18.5), Krishna dice claramente que el sacrificio, la caridad y la penitencia son algo que nunca abandona un trascendentalista. Si él es lo bastante inteligente debe seguir estas tres actividades, aunque él sea muy elevado. Un devoto es, naturalmente, muy humilde, e incluso si es muy elevado no se considera a sí mismo así. Un ejemplo práctico se encuentra en la vida del autor del Caitanya-caritāmṛta, Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī. Fue muy erudito y devoto de primera clase, sin embargo, todavía se refería a sí mismo como el más bajo de la humanidad, más bajo que las bacterias en las heces. Él escribió que él era tan pecaminoso que ni siquiera se debe pronunciar su nombre, no sea que la persona caiga. Por supuesto, cuando un gran devoto habla de esta forma, no debemos creer que se encuentra en la condición inferior de la vida sino que debemos considerarlo como prueba de que por humildad nunca un devoto puro cree que es elevado. Él siempre piensa que está en la más baja condición de la vida espiritual.
Como se indicó anteriormente, en el Bhagavad-gita Krishna afirma que nadie debe renunciar a la parte del sacrificio de la vida espiritual. Y las Escrituras recomiendan que el mejor sacrificio en esta era de Kali es cantar Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Por lo tanto, el primer deber de un devoto es continuamente cantar este mahā-mantra, aunque sea muy elevado. De lo contrario, de cualquier plataforma puede caer.

Mukunda-mala-stotra

SŪTRA 1

TRADUCCION
¡Oh Mukunda, mi Señor! Por favor permíteme iniciar esta constante recitación de Tus nombres, dirigiéndome a Ti como Śrī-Vallabha ["El que es muy querido de Lakṣmī"], Varada ["El otorgador de bendiciones"], Dayāpara ["El que es la misericordia sin causa"], Bhakta-priya ["El que es muy considerado con Sus devotos"], Bhava-luṇṭhana-kovida ["Quien es muy experto en sacarte de la condición de nacimiento y muerte repetidos"], Nātha ["El Señor Supremo"], Jagan-nivāsa ["El refugio del universo"], y Nāga-śayana ["El Señor que duerme sobre el lecho de la serpiente"].

SIGNIFICADO
Un devoto de Dios es él que glorifica a la Personalidad de Dios inspirado del éxtasis transcendental. Este éxtasis es un subproducto del amor profundo por el Supremo, el cual es logrado por el proceso de la glorificación. En esta era de riña y de hipocresía, el proceso de cantar y la glorificación es lo recomendado aquí por rey Kulaśekhara y es la única manera de lograr la perfección.
Las personas que se infectan con la enfermedad del apego material y que sufren de los pinchazos del nacimiento y de la muerte repetidos no pueden saborear tal recitación de las glorias del Señor, así como una persona que sufre de ictericia no puede disfrutar el sabor del caramelo de azúcar. Por naturaleza el caramelo de azúcar es tan dulce como cualquier cosa, pero a un paciente que sufre de ictericia le sabe muy amargo. No obstante, el caramelo de azúcar es la mejor medicina para la ictericia. Por el tratamiento regular con las dosis de caramelo de azúcar, uno puede conseguir gradualmente la cura de la infección de la ictericia, y cuando curan al paciente perfectamente, el mismo caramelo de azúcar que le sabía amargo recobra para él su dulzor natural.
De la misma forma, la glorificación del nombre, de la fama, de las cualidades, de los pasatiempos, y del sequito transcendental de la Personalidad de Dios le sabe amargo a los que estén sufriendo de la infección de la conciencia material, pero es muy dulce para las que se han recuperado de esta infección.
Todos los filósofos mundanos, los religiosos, y la gente en general quiénes están sufriendo constantemente de las miserias triples de la existencia material, pueden conseguir generalmente la libertad de todos esos problemas simplemente cantando y glorificando el santo nombre, la fama, y los santos pasatiempos del Señor Supremo. El Señor Supremo, la Verdad Absoluta, es el espíritu absoluto, y por lo tanto su nombre, fama, y pasatiempos no son diferentes de Él. Todos son idénticos. Es decir el santo nombre del Señor es el Señor Mismo, y esto se puede entender por la realización. Cantando los santos nombres del Señor, que son innumerables, uno puede asociarse realmente al Señor personalmente, y por este contacto personal constante con el Señor que es el espíritu absoluto, uno lograra la autorrealización espiritual. Este proceso de la auto-realización es muy conveniente para las almas caídas de esta era, cuando la vida es corta y cuando la gente es lenta en entender la importancia de la realización espiritual, en la que son propensas a ser engañadas por la asociación falsa y los maestros espirituales falsos, desafortunados por todos los conceptos, y disturbados continuamente por innumerables problemas materiales.
El Rey Kulaśekhara, un devoto puro ideal del Señor, nos demuestra por su propia realización cómo ofrecer oraciones al Señor. Puesto que él es un mahā-jana, una autoridad en la línea del servicio devocional, es nuestro deber primario seguir sus pasos para alcanzar la plataforma devocional más alta.
Él primero se dirige al Señor como Śrī-vallabha, “Él que es muy querido de Lakṣmī.” El Señor es la Suprema Personalidad de Dios, y su consorte, Lakṣmī, es una manifestación de su potencia interna. Expandiendo su potencia interna, el Señor goza de su parafernalia espiritual. En la realización espiritual más alta, por lo tanto, el Señor no es impersonal o vacío, como los filósofos empíricos Lo conciben. Aunque Él no es del mundo material, Él es mucho más que simplemente una negación de la diversidad material. Él es positivamente el disfrutador supremo de la diversidad espiritual, de el cual Lakṣmī, la potencia interna, es la fuente.
Él Rey Kulaśekhara después se dirige al Señor como Varada, "El otorgador de bendiciones”, porque es Él solamente quién puede otorgarnos la verdadera esencia – la dicha espiritual. Cuando nos separamos de Su asociación, nos encontramos en medio de deseos y miseria, pero tan pronto como entramos en contacto con Él, gradualmente toda nuestra dicha comienza. El primer evento de esta dicha es la remoción de la capa de polvo que se ha acumulado en nuestros corazones debido a millones de años de asociación con la materia. Tan pronto como el polvo del materialismo se ha limpiado, el espejo nítido del corazón refleja la presencia del Señor. Y tan pronto como lo veamos nos liberamos automáticamente de toda clase de deseos y de frustraciones. En ése estado liberado, todo es dichoso en relación con el Señor, y uno no tiene ningún deseo que satisfacer y nada de que lamentarse. Así, la bendición continúa, la dicha espiritual total viene ha nosotros, trayendo completo conocimiento, vida plena, y la satisfacción total para nuestra existencia entera.
Él Rey Kulaśekhara después se dirige al Señor como Dayāpara, “El que es la misericordia sin causa,” porque no hay nadie como el Señor que pueda otorgar su misericordia sin causa como un amigo a nosotros. También por lo tanto le llaman Dīna-bandhu, “el amigo del necesitado.” Desafortunadamente, en tiempos de necesidad buscamos a nuestros amigos entre lo mundano, no sabiendo que un hombre necesitado no puede ayudar a otro. No hay un hombre mundano que este completo en todos los aspectos; incluso un hombre que posee las riquezas más grandes es también un necesitado si él esta desprovisto de una relación con el Señor. Todo es cero sin el Señor, quien es el dígito que transforma cero en diez, dos ceros en ciento, tres ceros en mil, y así sucesivamente. Así un “hombre cero” no puede ser feliz sin la asociación del Señor, el “1” supremo.
El “1” supremo desea siempre hacer nuestros esfuerzos, cero, valiosos por su asociación, así como un padre cariñoso quiere siempre que un hijo infeliz, esté en una posición próspera. Un hijo rebelde, sin embargo, rechaza obstinado la cooperación del padre cariñoso y sufre así toda clase de miserias. El Señor, por lo tanto, envía sus representantes auténticos a todas las partes de la creación material, y Él incluso viene a veces a reclamar a sus hijos caídos. Para este propósito él también exhibe la verdadera vida en el mundo transcendental, que es caracterizada por relaciones con Él en las modalidades de servidumbre, amistad, paternidad, y amantes conyugales. Todas las relaciones en el mundo material no son más que los reflejos pervertidos de estas relaciones originales. En el mundo material experimentamos solamente la sombra de la realidad, que existe en el mundo espiritual.
El Señor todo-misericordioso esta siempre atento de nuestras dificultades en el mundo material, y Él esta más impaciente en llevarnos de vuelta a casa, de nuevo a Dios, que lo que nosotros podemos estar. Él es por naturaleza misericordioso hacia nosotros, a pesar de nuestra actitud rebelde. Incluso en nuestra condición de rebeldía conseguimos de Él que satisfaga todas nuestras necesidades, tal como alimento, aire, luz, agua, calor, y tranquilidad. Sin embargo, porque nos hemos separado de Él, simplemente manejamos mal esta característica paternal. Los líderes de la sociedad, a pesar de todos sus planes materialistas, son engañadores, porque ellos no tienen ningún plan para restablecer nuestra relación perdida con el Señor. Sus devotos auténticos, sin embargo, intentan lo máximo para difundir el mensaje de nuestra relación transcendental con Él. De esta manera los devotos trabajan para recordar a las almas caídas su posición real y para traerlas de vuelta a casa, de nuevo a Dios. Sirvientes de Dios así de tenaces son muy estimados por Él. Ellos son favorecidos de una manera especial por el Señor debido a su trabajo compasivo que pueden incluso ir de vuelta a Dios en el curso de esta misma vida y no ser forzados para tomar otro nacimiento.
Enseguida se dirige al Señor como Bhakta-priya, que significa “Él que es muy considerado con Sus devotos” o “Él que es muy cariñoso con Sus devotos.” En el Bhagavad-gītā (9.29) el Señor describe Su muy agradable y sublime afecto transcendental para con sus devotos. Allí el Señor declara que aunque Él es sin duda igualmente bueno con todos los seres vivos -porque todos son parte y porción de Él y son sus hijos espirituales- los que están unidos especialmente a él por amor y afecto, que no miran nada más querido que Él, son particularmente amados por Él.
Un ejemplo de un devoto puro es el señor Jesucristo, que acepto ser crucificado sin piedad antes que renunciar a predicar el nombre de Dios. Él nunca estuvo dispuesto a transigir acerca de su creencia en Dios. Tal hijo de Dios no puede ser más que querido por el Señor. Igualmente, Ṭhākura Haridāsa quien se negó a dejar de cantar el santo nombre de Dios, el hacer esto, dio como resultado que lo azotaran en veintidós mercados. Y Prahlāda Mahārāja quien persistió en discrepar con su padre, el gran ateo Hiraṇyakaśipu, y aceptó así voluntariamente las crueldades que su padre infligió sobre él. Éstos son algunos ejemplos de devotos celebres del Señor, y simplemente debemos intentar entender que tan queridos son estos devotos para Él.
El Señor enfáticamente ha declarado que nadie puede vencer a su devoto bajo ninguna circunstancia. Un buen ejemplo es Ambarīṣa Mahārāja. Cuando el gran yogī místico Durvāsā deliberadamente quiso tomar la vida de Ambarīṣa, el Señor castigo apropiadamente a Durvāsā, aun cuando él era un yogī de gran poder que podía acercarse a todos los semidioses e incluso al Señor Mismo.
A veces, incluso con el riesgo de tener muchos tropiezos, un devoto abandona todas las conexiones con la familia y la comodidad del hogar por el servicio del Señor. ¿Puede el Señor olvidarse de todos estos sacrificios de Su devoto sincero? No, ni por un momento, porque la relación entre el Señor y Su devoto es recíproca, como Él dice claramente en el Bhagavad-gītā (9.29): “Pero todo el que Me presta servicio con devoción es un amigo y está en Mí, y Yo también soy un amigo para él.”
Un devoto nunca está muy impaciente por ver al Señor como por rendirle servicio. Con todo, el Señor aparece ante su devoto, porque Él es justo como un padre cariñoso, que está muy impaciente por ver a su hijo más que el hijo en verlo a Él. No hay contradicción en una diferencia tan cuantitativa en el afecto. Tal disparidad existe en la realidad original -entre el Señor y Sus devotos- y se refleja aquí no sólo en las relaciones entre los padres y los hijos en la sociedad humana, igualmente en el reino animal. El afecto parental se manifiesta incluso entre animales más bajos porque tal afecto en su plenitud existe originalmente en Dios, el padre original de todas las especies de seres vivos. Cuando un hombre mata a un animal, Dios, el padre cariñoso, se perturba y se duele en el corazón. Así el carnicero del animal es castigado convenientemente por la energía material, así como el asesino es castigado por el gobierno con la acción de la policía.
Por la misericordia del Señor, un devoto desarrolla todas las buenas calidades de Dios, porque un devoto nunca permanece en la oscuridad de la ignorancia. Un padre está siempre impaciente por impartir conocimiento y experiencia a su hijo, pero el hijo puede elegir si acepta tales instrucciones o no. Un devoto sumiso progresa automáticamente en todas las complejidades del conocimiento porque el Señor, desde dentro, disipa su ignorancia con la antorcha auto iluminada del conocimiento. ¿Si el Señor Mismo instruye al devoto, cómo puede él continuar tontamente siendo un pendenciero mundano?
Un padre está naturalmente inclinado a actuar para el bien de su hijo, y cuando el padre regaña a su hijo, el castigo también está mezclado con afecto. De forma similar, todas las entidades vivientes que han perdido su lugar en el paraíso debido a la desobediencia al Padre Supremo se ponen en las manos de la energía material para experimentar una vida prisioneros de las miserias triples. Con todo el padre supremo no se olvida de sus hijos rebeldes. Él crea las escrituras para ellos como los Vedas y los Purāṇas para restablecer su relación perdida con Él y despertar su conciencia divina. Las personas inteligentes se aprovechan del conocimiento contenido en estas escrituras y logran así la perfección más elevada de la vida.
Por Sus devotos, el Señor desciende personalmente a este mundo para darles el alivio y para salvarlos de los actos insanos de los bribones. Es absurdo intentar imponerle los límites de un ser vivo ordinario a la potencia ilimitada de Dios y sostener obstinadamente que el Señor Supremo no puede descender. Para mitigar los dolores materiales de Sus devotos, Él desciende como Él es, y no es afectado por las cualidades materiales.
Tan pronto como una persona acepte rendirse al Señor, el Señor se hace cargo completamente de él. Satisfecho con las actividades de tal devoto, Él le da la instrucción desde su interior, y el devoto se purifica y avanza así en la trayectoria de vuelta a Dios. El Señor es experto en la guía de un devoto puro, que esta completamente ansioso por lograr trascender lo material. Un devoto puro no desea poseer abundancia material, ni desea tener muchos seguidores, ni desea una esposa hermosa, porque por la misericordia del Señor él sabe la insignificancia de la felicidad material. Lo qué él desea muy sinceramente en el corazón es continuar en el servicio amoroso del Señor, incluso en el riesgo de tomar nacimiento otra vez.
Cuando un devoto neófito se desvía del camino de la devoción pura y desea gozar simultáneamente de la satisfacción de los sentidos y ejecutar servicio devocional, el Señor todo-misericordioso muy sutilmente corrige al devoto confundido, exhibiendo ante él la verdadera naturaleza de este mundo material. En el mundo material todas las relaciones son realmente egoístas pero son cubiertas por una cortina ilusoria de supuestos amor y afecto. Las esposas y los esposos, los padres y los hijos, y los amos y los sirvientes todos, se preocupan por obtener un beneficio material recíproco. Tan pronto como la cubierta de la ilusión sea removida, el cuerpo muerto del supuesto amor y afecto materiales quedara inmediatamente al descubierto.
El Señor es experto en retirar la cubierta de la ilusión al devoto neófito, privándolo de sus bienes materiales, y así el devoto queda solo en medio de sus supuestos parientes. En esta desamparada condición experimenta una insensibilidad en sus relaciones con sus supuestos esposa e hijos. Cuando un hombre está arruinado financieramente, nadie siente amor por él, incluso su esposa o hijos. Así un devoto desamparado fija perfectamente su fe en el Señor, y el Señor entonces le rescata de ese destino de frustración.
La creación cósmica entera es el arreglo experto del Señor para desilusionar a los seres vivos que intentan obtener el falso disfrute. La posición constitucional de la vida es ser sirviente del Señor, pero en la relación transcendental el sirviente y el Señor están en un mismo nivel, porque el Señor también sirve al sirviente. El ejemplo típico es Śrī Kṛṣṇa que se convierte en el auriga de su sirviente eterno Arjuna. Los mundanos, ilusionados, no pueden entender la relación transcendental y recíproca entre el Señor y Sus devotos, y por lo tanto desean ser el señor de la naturaleza material o cínicamente se comparan con el Absoluto. Así el ser vivo se olvida de su posición constitucional y desea convertirse en un señor o un mendicante, pero tales ilusiones son arreglos de Māyā, la potencia ilusoria del Señor. Una vida falsa como señor o como mendicante termina en frustración hasta que el ser vivo retrae sus sentidos y se entrega al Señor como su sirviente eterno. Después el Señor lo libera y lo salva del nacimiento y muerte repetidos. Así aquí el también se dirige al Señor como Bhava-luṇṭhana-kovida, “Quien es muy experto en sacarte de la condición de nacimiento y muerte repetidos.” Un hombre sensible entiende su posición como el sirviente eterno del Señor y moldea su vida por consiguiente.
El también se dirige al Señor como Nātha, el Señor verdadero. Uno puede lograr la perfección de la vida solamente sirviendo al Señor verdadero. La atmósfera material entera se sobrecarga con el falso prestigio de los seres vivos. Todos los seres vivos están luchando por el prestigio falso, y nadie desea servir. Todos y cada uno desean ser el Señor, aun cuando tal señorío es condicional y temporal. Un hombre trabaja arduamente pensando que es el señor de su familia y estado, pero él es realmente sirviente del deseo y de la ira. Este servicio a los sentidos no tiene derecho a la jubilación ni nunca termina, porque el deseo y la ira son los amos que nunca están satisfechos. Cuanto más uno los sirve, más servicio exigen, y tal señorío falso continúa hasta el día de la aniquilación. Consecuentemente, el ser vivo tontamente se arroja a una vida degradada y no puede reconocer al Señor como el beneficiario de todas las actividades, el controlador del universo, y el amigo de todas las entidades. Quién conoce al verdadero Señor se llama brāhmaṇa, a quién no puede conocerlo le llaman un kṛpaṇa, o el avaro número uno.
El Señor de la energía creativa es llamado Ananta-śayana. La energía material es impregnada por la mirada de esta característica del Señor y puede entonces dar nacimiento a toda la materia orgánica e inorgánica. Ananta-śayana duerme en la cama de Śeṣa Nāga, que tiene forma como una serpiente pero es idéntica con el Señor. Porque él duerme en una cama de la serpiente, se conoce al Señor también como Nāga-śayana. Por su energía espiritual Śeṣa Nāga sostiene todos los globos planetarios sobre sus capuchas invisibles. Śeṣa Nāga es famoso como Sańkarṣaṇa, o “el que mantiene el equilibrio por la ley del magnetismo.” En el mundo científico esta característica del Señor se refiere como la ley de la gravitación, efectivamente esta ley, que mantiene todos los planetas flotando en el espacio, es una de las energías del Señor. Todos los universos se crean con la exhalación del Señor mientras que Él yace en Śeṣa Nāga, y todos se aniquilan con su inhalación. Debido a estas funciones de la creación, del mantenimiento, y de la aniquilación, el Señor es celebre como Jagan-nivāsa, que indica que Él es el refugio supremo de todos los universos.
Hay cientos de miles de otros nombres del Señor Viṣṇu, y cada uno de ellos es tan poderoso como el Señor Mismo. Uno puede cantar constantemente cualquier nombre del Señor y de ese modo constantemente estar asociado con Él. No hay reglas inflexibles para cantar Sus nombres. En cualquier momento y cualquier etapa de la vida una puede cantarlos libremente, pero somos tan desafortunados que incluso nos desencaminan también para adoptar este simple proceso. Ésta es la ruta de Māyā, la energía ilusoria del Señor. Sin embargo, uno puede evitarlo simplemente recordando siempre los pies del loto del Señor. El Rey Kulaśekhara ruega por esta facilidad de Mukunda, la Suprema Personalidad de Dios.


SŪTRA 2

TRADUCCION
¡Todas las glorias a esta Personalidad de Dios conocido como el hijo de Srimati Devakī devi! ¡Todas las glorias al Señor Sri Kṛṣṇa, la luz brillante de la dinastía de Vṛṣṇi! ¡Todas las glorias a la Personalidad de Dios, cuyo suave cuerpo de tono negruzco se asemeja al color de una nube nueva! ¡Todas las glorias al Señor Mukunda, que elimina las cargas de la tierra!

SIGNIFICADO
El tema de este verso es que la Verdad Suprema es la Persona Suprema. Que la textura y el color del cuerpo del Señor como se describen, indican que es una persona, porque el Brahman impersonal no puede tener un cuerpo que es tan suave como nada, o cuya tonalidad se visualiza. La Personalidad de Dios apareció como el hijo de Vasudeva y Devaki porque durante mucho tiempo ellos realizaron severas austeridades para que el Señor Supremo, apareciera como su hijo. Satisfecho por sus penitencias y su determinación, el Señor aceptó ser su hijo.
De la descripción del nacimiento del Señor en el Srimad Bhagavatam, aprendemos que el Señor se apareció ante Vasudeva y Devaki como Narayana, con cuatro manos. Pero cuando ellos oraron al Señor para que ocultara su divinidad, el Señor se convirtió en un niño pequeño con dos manos. En el Bhagavad-gita (4.9), el Señor promete que aquel que simplemente entiende los misterios de su nacimiento y actividades trascendentales es liberado de las garras de Maya y regresa a Dios. Por lo tanto, hay un abismo de diferencia entre el nacimiento de Krishna y el de un niño normal.
Uno puede preguntar, porqué siendo el Señor Supremo el padre original de todos los seres vivientes, ¿cómo puede una mujer conocida como Devakī dar a luz a Él como a su hijo? La respuesta es que Devakī no dio a luz al Señor como el horizonte oriental no da a luz al sol. El sol se levanta en el horizonte oriental y se pone en el horizonte occidental, pero en realidad el sol no se levanta ni se pone. El sol está siempre en su posición fija en el cielo, la tierra está girando, y debido a las diferentes posiciones de la tierra cuando gira, el sol parece ser que se levanta o que se oculta. De la misma manera, el Señor siempre existe, pero para Sus pasatiempos como un ser humano, parece tomar nacimiento como un niño normal. En su característica impersonal (Brahman) el Señor Supremo está en todas partes, dentro y fuera: como la Superalma (Paramātmā) Él está dentro de todo, desde la gigantesca forma universal hasta los átomos y electrones, y como la Suprema Personalidad de Dios (Bhagavān) Él sostiene todo con sus energías. (Ya hemos descrito esta característica del Señor en el significado del verso anterior, en relación con el nombre Jagan-nivāsa.) Por lo tanto en cada uno de sus tres funciones -Brahman, Paramātmā y Bhagavan- el Señor está presente en todo el mundo material. Sin embargo, Él permanece distante, ocupado con Sus pasatiempos trascendentales en Su morada suprema.
Aquellos con una base pobre de conocimiento no pueden aceptar la idea de que el Señor aparece como una persona en la faz de la tierra. Debido a que no están familiarizados con las complejidades de la posición trascendental del Señor, siempre que tales personas oyen hablar de la aparición del Señor, ellos lo toman como un ser sobrehumano que ha nacido con un cuerpo material o una personalidad histórica adorada como Dios bajo la influencia del antropomorfismo o zoomorfismo. Pero el Señor no es el juguete de los tontos. Él es lo que es y no está de acuerdo en ser objeto de sus especulaciones, que perpetuamente los llevan a concluir que su característica suprema es impersonal. La característica suprema de la Verdad Absoluta es personal -la Suprema Personalidad de Dios-. El Brahman impersonal es su fulgor, como la luz difundida por un incendio poderoso. El fuego arde en un solo lugar, pero se difunde su luz y calor en todas partes, mostrando así sus diferentes energías. Del mismo modo, por medio de sus variadas energías el Señor Supremo se expande a sí mismo de muchas maneras.
Las personas con un escaso acopio de conocimiento son cautivados por una parte de Su energía y por lo tanto no pueden penetrar en la fuente original de la energía. Cualquiera que sea la sorprendente energía que vemos manifestarse en este mundo, incluida la energía atómica y nuclear, forman parte integrante de su energía material o externa. Superior a la energía material, sin embargo, es la energía marginal del Señor, representada como el ser viviente. Además de estas energías, el Señor Supremo tiene otra energía, que es conocida como la energía interna. La energía marginal puede refugiarse en la energía interna o en la energía externa, pero de hecho pertenece a la energía interna del Señor. Los seres vivientes, por lo tanto son las muestras infinitesimales del Señor Supremo. Cualitativamente el ser viviente y el Señor Supremo son iguales, pero cuantitativamente son diferentes, porque el Señor es ilimitadamente potente mientras que las entidades vivientes, siendo infinitesimales por naturaleza, tienen limitada potencia.
Aunque el Señor está completo con todas las energías y es por tanto auto-suficiente, Él disfruta el placer trascendental de subordinarse a Sus devotos puros. Algunos grandes devotos del Señor no pueden superar la frontera del respeto y veneración. Pero otros devotos tienen un amor tan intensamente sólido por el Señor que se olvidan de Su elevada posición y se consideran Sus iguales, o incluso Sus superiores. Estos asociados eternos del Señor se relacionan con Él en los más altos estados de la amistad, la paternidad, y el amor conyugal. Los devotos en una relación parental trascendental con el Señor suelen pensar en Él como su hijo que depende de ellos. Se olvidan de su elevada posición y creen que a menos que lo puedan alimentar adecuadamente, Él será víctima de la desnutrición y su salud se deteriorará. Los devotos en una relación conyugal con el Señor lo reprenden para que cambie su comportamiento, y el Señor reprende a los que disfrutan más de las oraciones de los Vedas. Los devotos ordinarios apegados a las formalidades de los ritos védicos no pueden entrar profundamente en el servicio amoroso confidencial al Señor, y por lo tanto su realización sigue siendo imperfecta. A veces incluso son víctimas de la calamidad del impersonalismo.
Vasudeva y Devaki son devotos confidenciales del Señor en el humor del amor paternal. Incluso más elevados que ellos están Nanda y Yasoda, sus padres adoptivos en Vrindavana. El Señor se complace en ser llamado Devakī-nandana (“el hijo de Devaki"), Nanda-nandana (“el hijo de Nanda"), Yasoda-nandana (“el hijo de Yasoda"), Daśarathī (“el hijo del rey Dasharatha"), Janaki-natha ("el marido de Janaki"), y así sucesivamente. El placer que siente el Señor al dirigirse a Él por esos nombres es muchas, muchas veces mayor que el placer que disfruta cuando se dirigen a Él como el Padre Supremo, el grande entre los grandes, Paramesvara, o cualquier cosa de esa naturaleza, que indican la gran cantidad de respeto y veneración. Por lo tanto, los nombres que el Rey Kulaśekhara utiliza para glorificar al Señor en este verso indican su relación intima trascendental con el Señor.
Como se explicó anteriormente, todos los nombres del Señor son tan poderosos como el Señor mismo, pero uno puede experimentar diferentes melosidades trascendentales por cantar Sus diferentes nombres trascendentales. Por ejemplo, el sastra (escritura) señala que hay mil nombres principales de Vishnu, la Personalidad de Dios. Pero si una persona pronuncia el nombre de Rama sólo una vez, se obtiene el resultado de cantar mil nombres de Visnu. Y si alguien canta una vez el nombre de Krishna, logra los resultados obtenidos por cantar el nombre de Rama en tres ocasiones. En otras palabras, la pronunciación del nombre de Krishna, una vez, es igual a la pronunciación de tres mil nombres diferentes de Visnu. Por lo tanto, el Rey Kulaśekhara, sabiendo lo complacido que el Señor esta al ser llamado por un nombre que indica su relación trascendental con Sus devotos íntimos, y sabiendo también la potencia del nombre de Krishna, ha elegido para glorificar al Señor el dirigirse a Él como Devakī-nandana y Krishna. El rey también se dirige a Él como Vṛṣṇi-Vamsa-Pradipa (“la luz brillante en la dinastía Vṛṣṇi") debido a que millones de generaciones de la dinastía Vṛṣṇi se santificaron por la presencia del Señor en su seno. En los śāstras esta que una familia en la que un devoto puro nace es santificada por cien generaciones de antepasados y descendientes. Y los śāstras también dicen que cada lugar dentro de un radio de cien millas donde nace un devoto se santifica. Si un devoto puede santificar el lugar y la familia de su nacimiento tan extraordinariamente, ¿qué hablar de cómo el Señor puede santificar completamente el lugar y la familia en la que elige llevar a cabo su nacimiento?
El nacimiento del Señor sobre la faz de la tierra es sin duda muy misterioso, y por lo tanto es difícil para los hombres comunes y corrientes el creer en su nacimiento. ¿Cómo puede el todo-poderoso Señor tomar nacimiento, aparentemente como un hombre común? La cuestión se explica en el Bhagavad-gita (4.6), donde el Señor dice:

ajo 'pi sann avyayātmā bhūtānām īśvaro 'pi san
prakṛtiḿ svām adhiṣṭhāya sambhavāmy ātma-māyayā

"Aunque soy no nacido y Mi cuerpo trascendental nunca se deteriora, y aunque yo soy el Señor de todos los seres vivientes, por Mi potencia trascendental aparezco en cada milenio en Mi forma trascendental original". De el śāstra nos enteramos de que el Señor toma nacimiento no sólo en la familia de los seres humanos, sino también en las familias de los semidioses, acuáticos, animales, y así sucesivamente. Se podría argumentar que una entidad viviente ordinaria es eterna y no nacida, como el Señor, y también nace en diferentes especies de vida, por lo que no hay diferencia entre el Señor y una entidad viviente normal. La diferencia es, sin embargo, que mientras que una entidad viviente ordinaria experimenta cambios en su cuerpo cuando transmigra de una especie de vida a otra, el Señor nunca cambia Su cuerpo: Aparece en Su cuerpo original, sin ningún cambio. Asimismo, si bien hay una gran diferencia entre la entidad viviente ordinaria y su cuerpo, no hay diferencia entre el Señor y Su cuerpo, porque Él es espíritu puro. En otras palabras, no hay diferencia entre Su cuerpo y Su alma.
La palabra avyayātmā en el verso arriba escrito del Bhagavad-gita indica claramente que el cuerpo del Señor no está hecho de elementos materiales. Él es todo espíritu. El nacimiento y la muerte sólo se aplican al cuerpo material. El cuerpo de la entidad viviente ordinaria está hecho de los elementos materiales y por tanto está sujeto al nacimiento y la muerte. Pero el cuerpo del Señor, que es completamente espiritual y eterno, ni tiene nacimiento, ni muere. Tampoco sucede que el Señor se ve obligado a tomar nacimiento en una familia en particular, debido a Sus acciones pasadas, como le sucede a la entidad viviente ordinaria.
El Señor es el controlador supremo de los elementos materiales, y es sin fin y sin principio, existe en todos los tiempos -pasado, presente y futuro-. Y porque Él es absoluto, no tiene nada que ver con el vicio y la virtud. En otras palabras, para él "vicios" y "virtudes" son la misma cosa, de lo contrario el Señor no sería la Verdad Absoluta.
Puesto que el Señor aparece por Su potencia interna, sus encarnaciones en diferentes especies de vida no son la creación de la potencia externa, Maya. Por lo tanto, aquellos que piensan que el Señor Supremo aparece en diferentes formas mediante la aceptación de un cuerpo compuesto de elementos materiales, están mal, su visión es imperfecta, porque no entienden cómo funciona la potencia interna del Señor. Los Vedas preguntan, ¿Dónde está el Señor Supremo? Y la respuesta es inmediatamente dada: Él está en su potencia interior. Así que la conclusión es que aunque puede parecer que el Señor asume un cuerpo material cuando toma nacimiento, como un ser ordinario, en realidad no, porque no hay diferencia entre Él y su cuerpo. Así, Él sigue siendo la Verdad Absoluta en todas sus apariciones en diferentes especies de vida.
En otras palabras, la entidad viviente y el Señor Supremo aparecen en este mundo material en diferentes circunstancias. Es fácil entender estas circunstancias diferentes, si uno entiende cómo las diferentes potencias del Señor trabajan. Como se explicó antes, el Señor tiene tres tipos de potencia, es decir, interna, marginal y externa. Tenemos amplia experiencia de la potencia externa, o material, pero generalmente no paramos a preguntar sobre las acciones y reacciones de las otras dos potencias. Un ejemplo sencillo nos ayudará a entender cómo las potencias del Señor trabajan. Consideremos tres identidades: Dios, un hombre y una muñeca. La muñeca se compone de la energía material, el hombre es una combinación de materiales y energía espiritual, y Dios se compone enteramente de la energía espiritual. La muñeca es toda la materia, interna y externamente. El hombre es la materia en el exterior pero internamente espíritu. Y Dios es espíritu, tanto interna como externamente. La muñeca es toda materia, pero Dios es todo espíritu. Y el hombre es mitad espíritu y mitad materia. Así, el cuerpo de Dios y el cuerpo de un ser vivo está constituido de otra manera. Debido a que el cuerpo del Señor es espíritu puro, nunca se deteriora, y por lo tanto se le llama avyayātmā. Su cuerpo es absoluto, sin principio, no nacido, y eterno, mientras que el cuerpo material del ser viviente es relativo y por lo tanto temporal -experimenta el nacimiento y la muerte-. El ser vivo es en sí mismo, por supuesto, eterno, y si lo desea puede realizar su eternidad mediante la fusión en el cuerpo de la Verdad Absoluta o ser reintegrado en su posición constitucional como sirviente eterno del Señor. Si no lo hace, entonces su eternidad todavía se mantiene, pero sigue siendo ignorante de ella.
La conclusión es que la Personalidad de Dios aparece en su cuerpo original, sin ningún cambio, y esto es posible gracias a su potencia inconcebible. Debemos recordar siempre que nada es imposible para el Señor omnipotente. Si lo desea, Él puede transformar la energía material en energía espiritual. En efecto, si así lo desea, Él puede traer la naturaleza espiritual a la naturaleza material, sin que la naturaleza espiritual se vea afectada por los efectos de la naturaleza material de ninguna manera.
Diferentes potencias del Señor permanecen firmemente bajo su control. De hecho, el Señor tiene en realidad una sola potencia -es decir, la potencia interna- que emplea para diferentes propósitos. La situación es similar a cómo se utiliza la electricidad. La misma electricidad puede ser utilizada tanto para la calefacción y la refrigeración. Estos resultados contradictorios se deben a la manipulación experta de un técnico. De la misma manera, por Su suprema voluntad el Señor emplea su potencia interna para llevar a cabo muchos propósitos diferentes. Esta es la información que obtenemos de los śrutis (Svetasvatara Upanishad 6.8): parāsya śaktir vividhaiva śrūyate.
El presente verso del Mukunda-mālā-stotra establece que el color del cuerpo del Señor es negruzco, como el de una nube nueva. Además, su cuerpo es muy suave. La suavidad del cuerpo es un signo de una gran personalidad. Los śāstras establecen que las características físicas siguientes indican una gran personalidad: un brillo rojizo en siete lugares - los ojos, las palmas, las plantas, el paladar, los labios, la lengua y las uñas; amplitud en tres lugares - de la cintura, la frente y el pecho, corto en tres lugares - del cuello, los muslos y los genitales; profundidad en tres lugares - la voz, la inteligencia, y el ombligo; alteza en cinco lugares - de la nariz, los brazos, las orejas , la frente y los muslos, y finura en cinco lugares - de la piel, el pelo en la cabeza, el pelo del cuerpo, los dientes y los dedos. Todas estas características están presentes en el cuerpo del Señor.
El Brahma-Samhita confirma que el color del cuerpo del Señor es negruzco, como el de una nube nueva. Pero este color negruzco es tan hermoso que supera la belleza de millones de cupidos. Así que este color negruzco no corresponde a ningún color negruzco en el mundo material.Estas descripciones del cuerpo del Señor no son imaginarios, sino que son las declaraciones de aquellos que han visto al Señor con su visión sobrenatural. Esta visión sobrenatural se otorga a los devotos como Brahma y sobre los que siguen los pasos de los devotos puros como él. Sin embargo, advenedizos y los no creyentes no pueden tener acceso a esta visión trascendental, pues carecen de la necesaria sumisión a la voluntad del Señor.


SŪTRA 3

TRADUCCION
¡Oh Señor Mukunda! Inclino mi cabeza ante Su Señoría y respetuosamente le pido cumplir este deseo mío: que en cada uno de mis futuros nacimientos deseo, por la misericordia de Su Señoría, recuerde siempre y nunca me olvide de Sus pies de loto.

SIGNIFICADO
El mundo en que vivimos es un lugar miserable. Es, por así decirlo, una casa prisión para el alma espiritual. Porque igual que un preso no puede moverse o disfrutar de la vida plenamente, por lo que las entidades vivientes que han sido condicionadas por las leyes de la naturaleza material no pueden experimentar la naturaleza real de estar siempre felices. Ellos no pueden tener ninguna libertad, porque tienen que sufrir cuatro miserias principales -el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte-. Las leyes de la naturaleza material imponen este castigo a las entidades vivientes que han olvidado al Señor y que están ocupadas haciendo planes para una felicidad duradera en este desierto de angustia.
Por la misericordia del Señor, el devoto puro sabe todo esto muy bien. De hecho, toda su filosofía de vida se basa en esta comprensión. Profundizar en el conocimiento da los medios para entender la verdad desnuda de este mundo y no ser engañados por la belleza temporal de esta fantasmagoría.
La naturaleza material no es nada bonita, porque es una "imitación de la realidad". La realidad verdadera es una cosa diferente, y uno debe tener el juicio de entender esto. Los que están locos después de obtener y disfrutar de la imitación de la realidad, así como aquellos que tienen una visión pesimista de la imitación de la realidad, pero carecen de cualquier información positiva de la realidad, ambos son ilusionados por las modalidades de la naturaleza material. Los que están en la imitación de la realidad son los trabajadores fruitivos, y aquellos que simplemente condenan la realidad de imitación, pero son ignorantes de la realidad verdadera son los filósofos empíricos. Disgustados con el espejismo de la felicidad en el desierto material, tratan de fundirse en el vacío.
Pero un devoto puro no pertenece a ninguna de estas dos desconcertadas clases. Ni aspira a disfrutar de una realidad de imitación, ni la condena con desagrado, él busca la realidad. Así, se diferencia de los engañados trabajadores fruitivos o de los empiristas desconcertados. Está por encima de estos servidores de la naturaleza material porque prefiere servir al Señor, el amo de la naturaleza material. Él busca la sustancia y no quiere renunciar a ella. La sustancia es los pies de loto de Mukunda, y el Rey Kulaśekhara, siendo un devoto muy inteligente, ora para obtener esa sustancia y no la sombra.
Un devoto puro del Señor Narayana, o Mukunda, no tiene en absoluto miedo de cualquier condición que pueda suceder. A pesar de todas las dificultades, como un devoto puro no pide nada del Señor por su propia cuenta. No tiene en absoluto miedo si por casualidad tiene que ir a los mundos infernales, ni está deseoso de entrar en el reino de los cielos. Para él, estos dos reinos son como castillos en el aire. Él no se interesa por cualquiera de ellos, y esto está muy bien expresado por el rey Kulaśekhara en el texto 6.
Un devoto puro del Señor como el Rey Kulaśekhara no ora a Dios por la riqueza material, seguidores, una mujer hermosa, o cualquier imitación de la realidad, pues sabe el valor real de esas cosas. Y si por las circunstancias se coloca en una situación en la que posee esas cosas, no trata de forma artificial de salir de esa condición para no condenarse.
Srila Raghunatha dasa Goswami, un gran asociado del Señor Caitanya, era hijo de un hombre muy rico y tenía una esposa hermosa y todas las demás opulencias. Cuando se reunió por primera vez con el Señor Caitanya en Pāṇihāṭi, una aldea a unos sesenta kilómetros de Calcuta, Raghunatha Dasa pidió permiso al Señor para dejar sus conexiones materiales y seguirlo a Él. El Señor se negó a aceptar esta propuesta y dio instrucciones a Raghunatha dasa de que es inútil dejar las conexiones mundanas por sentimentalismo o una renuncia artificial. Uno debe tener la verdad en el corazón. Si uno se ve envuelto en las conexiones del mundo, uno debe comportarse exteriormente como un hombre de mundo, pero seguir siendo fieles interiormente para la realización espiritual. Eso ayudará a uno a la marcha progresiva de la vida. Nadie puede cruzar el gran océano en un salto repentino. Lo que fue posible por Hanuman, por la gracia del Señor Rama no es posible para un hombre común. Así que para cruzar el océano de la ilusión, pacientemente se debe cultivar la devoción al Señor, y de esta manera uno puede gradualmente llegar al otro lado.
Aunque un devoto puro no se molesta acerca de lo que va a suceder a continuación en su situación material, siempre está alerta para no olvidar su objetivo final. El Rey Kulaśekhara por lo tanto, reza porque no pueda olvidar los pies de loto del Señor en ningún momento.
Olvidar la relación con el Señor y así seguir siendo abrumados por los deseos materiales es la más condenada forma de vida. Esta es exactamente la naturaleza de la vida animal. Cuando la entidad viviente nace en una especie de animales inferiores, olvida por completo su relación con el Señor y por lo tanto esta siempre ocupada en los asuntos de comer, dormir, defenderse, y el apareamiento. La civilización moderna promueve una vida de olvido, con una situación económica mejor para comer y así sucesivamente. Varios agentes de la energía externa hacen propaganda explícita para tratar de erradicar la semilla misma de la conciencia divina.
Pero esto es imposible de hacer, porque aunque las circunstancias pueden ahogar a la conciencia divina de un ser viviente, por el momento, no puede ser asesinada. En su identidad original la entidad viviente es indestructible, y también lo son sus cualidades espirituales originales. Uno no puede matar el alma espiritual, ni sus cualidades espirituales. Recordar al Señor y el deseo de servir a Dios son las cualidades espirituales del alma, espíritu. Se pueden reducir estas cualidades espirituales por medios artificiales, pero éstas se reflejarán en una forma pervertida en el espejo de la existencia material. La cualidad espiritual de servir al Señor por afinidad trascendental, perversamente se refleja como el amor por el vino, las mujeres, y la riqueza de diferentes formas. El supuesto amor a las cosas materiales -incluso el amor por la patria, la comunidad, la religión o la familia, que es aceptado como una calificación superior para los seres humanos civilizados- es simplemente un reflejo pervertido del amor a la Divinidad latente en cada alma. La posición del Rey Kulaśekhara, es la posición de un alma liberada, porque no quieren permitir que su verdadero amor por Dios sea degradado en el supuesto amor por las cosas materiales.
Las palabras bhave bhave son muy importantes aquí. Significan "nacimiento tras nacimiento." A diferencia de los jñanis, que aspiran a fundirse con el Absoluto impersonal y, por tanto detener el proceso de tomar varias veces el nacimiento, un devoto puro nunca tiene miedo de este proceso. En el Bhagavad-gita (4.9) el Señor Krishna dice que su nacimiento y los hechos son todos divyam, trascendentales. En el mismo capítulo (4.5), el Señor dice que tanto él como Arjuna habían tenido muchos, muchos nacimientos anteriores, pero que mientras el Señor se acordaba de todos ellos, Arjuna no podía. Porque para el Señor no hay diferencia entre pasado, presente y futuro, pero para el ser vivo que se ha olvidado del Señor, hay una diferencia, se olvida del pasado y es ignorante del futuro. Sin embargo, una entidad viviente que recuerda siempre al Señor y por lo tanto es su constante compañero está trascendentalmente situada como el Señor mismo. Para un devoto el nacimiento, y la muerte son uno y lo mismo, porque sabe que estos acontecimientos son sólo destellos efímeros que no afectan a su existencia espiritual.
Podemos usar un crudo ejemplo para ilustrar la diferencia entre la muerte de un devoto y la muerte de un hombre corriente. En su boca el gato sujeta a su descendencia y a su presa, la rata. Tal captura puede parecer lo mismo, pero hay una gran diferencia entre ellos. La sensación de la rata que lleva en la boca el gato, es una sensación totalmente distinta a la de la descendencia del gato. Para la rata la captura es un golpe de muerte doloroso, mientras que para los hijos es una caricia agradable.
Del mismo modo, la muerte de un hombre común es muy diferente de la de un devoto que pasa fuera de la escena activa de la existencia material. La muerte de un hombre común se produce en el contexto de sus acciones pasadas buenas y malas, que determinan su próximo nacimiento. Sin embargo, para un devoto la situación es diferente. Incluso si el devoto no ha logrado perfeccionar su servicio devocional, se le garantiza a tomar el nacimiento en una buena familia -una familia de eruditos y devotos brahmanas o una familia de Vaisyas ricos (comerciantes)-. Una persona que toma nacimiento en una familia así tiene una buena oportunidad para practicar el servicio devocional y mejorar su condición espiritual.
Desafortunadamente, en esta era de hierro los miembros de las familias adineradas en general, hacen mal uso de su riqueza. En lugar de mejorar su condición espiritual, son engañados por una mala asociación y son víctimas de la sensualidad. Para salvarse de esta asociación imperfecta, el Rey Kulaśekhara ora con fervor al Señor para que nunca pueda olvidar sus pies de loto en un futuro nacimiento. Un devoto que perfecciona su servicio devocional sin duda va de vuelta a Dios, sin duda, por lo que para él no hay cuestión de nacimiento o muerte. Y, como se mencionó anteriormente, un devoto que no alcanza la perfección total tiene garantizado tomar su nacimiento en una erudita y adinerada familia. Pero incluso si un devoto no obtiene la ventaja de padres buenos, puede alcanzar la bendición de siempre recordar los pies de loto del Señor, que es mayor que cualquier cantidad de bienes materiales. El recuerdo constante del nombre del Señor, la fama, cualidades, y así sucesivamente anula automáticamente las reacciones de todos los vicios e invoca las bendiciones del Señor. Este recuerdo constante de los pies de loto del Señor, sólo es posible cuando uno se dedica en su servicio activo.
Un devoto puro nunca pide al Señor por la riqueza, los seguidores, o incluso una mujer hermosa. Simplemente ora por su participación ininterrumpida en el servicio del Señor. Ese debe ser el lema de vida para todos los futuros estudiantes en el servicio devocional.


SŪTRA 4

TRADUCCION
Oh Señor Hari, no es para ser salvado de las dualidades de la existencia material o las tribulaciones sombrías del infierno Kumbhīpāka por lo que oro a Tus pies de loto. Tampoco es mi propósito disfrutar de la suave piel de mujeres hermosas que residen en los jardines celestiales. Oro a Tus pies de loto sólo para poder recordar que Usted es el único en el centro de mi corazón, nacimiento tras nacimiento.

SIGNIFICADO
Hay dos clases de hombres: los ateos y los teístas. Los ateos no tienen fe en la Suprema Personalidad de Dios, mientras que los teístas tienen varios grados de fe en Él. Los ateos son infieles a causa de sus muchas fechorías de sus vidas presentes y pasadas. Se dividen en cuatro categorías: (1) los materialistas ordinarios, (2) los pecadores inmorales, (3) los tontos numero uno, y (4) los que están desconcertados por maya a pesar de su erudición mundana. Nadie entre estas cuatro clases de ateos nunca cree en la Suprema Personalidad de Dios, ni para que hablar de ofrecer oraciones a Sus pies de loto.
Los teístas, en cambio, tienen fe en el Señor y oran a Él con diversos motivos. Uno no alcanza una vida teísta por casualidad, sino como resultado de realizar muchos actos piadosos en la vida tanto en la presente y en la vida pasada. Estos hombres piadosos también pertenecen a cuatro categorías: (1) a los necesitados, (2) aquellos que han caído en crisis, (3) aquellos que son curiosos sobre la ciencia trascendental, y (4) los filósofos genuinos. Los filósofos y los que son curiosos son mejores que los de las categorías (1) y (2). Pero un devoto puro está muy por encima de estas cuatro clases de hombres piadosos, ya que está en la posición trascendental.
El hombre necesitado piadoso reza a Dios por un mejor nivel de vida, y el hombre piadoso que ha caído dificultades materiales ora para deshacerse de sus problemas. Pero el curioso y el filósofo no oran a Dios por la mejoría de los problemas mundanos. Ellos oran por la capacidad de conocerle tal como Él es, y tratan de llegar a Él a través de la ciencia y la lógica. Estos hombres piadosos se conocen generalmente como teósofos.
Los afligidos hombres piadosos oran a Dios para mejorar su condición económica porque lo único que conocen es complacer los sentidos, mientras que en crisis le piden liberarse de una vida infernal de tribulaciones. Esa gente ignorante no conoce el valor de la vida humana. Esta vida es con la intención de prepararse uno para volver al mundo absoluto, el reino de Dios.
Un devoto puro no es ni un hombre necesitado, ni un hombre caído en crisis, ni un filósofo empírico que trata de acercarse a la Divinidad por la fuerza de su propio conocimiento imperfecto. Un devoto puro recibe el conocimiento de la Divinidad de la verdadera fuente, la sucesión discipular de las almas realizadas, quienes han seguido estrictamente el método disciplinario del servicio devocional bajo la guía de los maestros espirituales autenticos. No es posible conocer la naturaleza trascendental de la Divinidad, a fuerza de la propia percepción de los sentidos imperfectos, pero la Divinidad se revela a un devoto puro en proporción a los trascendentales servicios prestados a Él.
El Rey Kulaśekhara es un devoto puro, y como tal no está dispuesto a perfeccionarse a sí mismo por las normas de los filósofos empíricos, los hombres en dificultades, o los trabajadores fruitivos de este mundo. Actos piadosos pueden dirigir a una criatura mundana hacia el camino de la realización espiritual, pero en la práctica de actividades en el ámbito del servicio devocional al Señor, no es necesario esperar las reacciones de los actos piadosos. Un devoto puro no piensa en términos de su beneficio personal o pérdida, porque está totalmente entregado al Señor. Se preocupa sólo con el servicio del Señor y siempre se involucra en ese servicio, y por esta razón, su corazón es el hogar del Señor. El Señor es absoluto, no hay diferencia entre Él y su servicio. El corazón de un devoto puro está siempre lleno de ideas acerca de cómo ejecutar el servicio del Señor, que se otorga al devoto puro a través del medio transparente del maestro espiritual.
El maestro espiritual en la línea autorizada de sucesión discipular es el "hijo de Dios", o dicho de otro modo el representante autentico del Señor. La prueba de que es autentico es su fe inquebrantable en Dios, que lo protege de la calamidad del impersonalismo. Un impersonalista no puede ser un maestro espiritual fidedigno, el propósito único como un maestro espiritual en la vida debe ser el de prestar un servicio al Señor. Él predica el mensaje de Dios como mandatario o encargado del Señor y no tiene nada que ver con la gratificación de los sentidos o las disputas mundanas de los impersonalistas. Nadie puede prestar servicio devocional a una entidad impersonal, porque dicho servicio implica una relación recíproca entre el sirviente y el amo. En la escuela impersonalista, el supuesto devoto debe fusionarse con el Señor y perder su existencia separada.
Devotos puros como el Rey Kulaśekhara son especialmente cuidadosos para evitar un proceso que terminará en convertirlo en uno con la existencia del Señor, un estado conocido como advandva, la no-dualidad. Esto simplemente es un suicidio espiritual. De los cinco tipos de salvación, advandva es el más abominable para un devoto. Un devoto puro denuncia esa unidad con el Señor como peor que ir al infierno.
Como Sus expansiones separadas, los seres vivos son parte del Señor. El Señor se expande a Sí mismo en sus partes plenarias y partes separadas para disfrutar de pasatiempos trascendentales, y si un ser vivo se niega a participar en estos felices pasatiempos trascendentales, está en libertad de fundirse en el Absoluto. Esto es algo así como un hijo que comete suicidio en lugar de vivir con su padre, de acuerdo a las normas que el padre establece. Al cometer el suicidio, el hijo sacrifica la felicidad que podría haber disfrutado participando en una relación de amor filial con su padre y disfrutar de la herencia de su padre. Un devoto puro persistentemente evita este tipo de política criminal, y el Rey Kulaśekhara nos guía para evitar este escollo.
El rey también dice que la razón por la que está orando al Señor no es para ser salvado del infierno Kumbhīpāka. Obreros en gigantescos molinos de hierro y acero sufren tribulaciones similares a las del infierno Kumbhīpāka. Kumbhī significa "olla", y paka significa "ebullición". Así que si una persona se pone en una olla de aceite y la olla empieza a hervir, tendría una idea de los sufrimientos en el infierno Kumbhīpāka.
Hay innumerables compromisos infernales en la así llamada civilización moderna, y por la gracia del Señor, su energía ilusoria hace que la gente piense, que estos compromisos infernales son una gran fortuna. Las fábricas de la industria moderna que están totalmente equipadas con lo último en máquinas son muchos infiernos Kumbhīpāka, y los promotores de estas empresas las consideran como indispensables para el avance del bienestar económico. La masa de trabajadores explotados por los promotores, sufren directamente del "bienestar" por las condiciones en estas fábricas, pero lo que los promotores no saben es que por la ley del karma, en su momento, los trabajadores se convierten en infiernos similares al Kumbhīpāka.
Las personas inteligentes sin duda quieren ser salvados de tales infiernos Kumbhīpāka, y oran a Dios por esta bendición. Sin embargo, un devoto puro no reza de este modo. A un devoto puro de Narayana le parece igualmente la felicidad de disfrutar en el cielo, la felicidad trascendente de convertirse en uno con el Señor, y las tribulaciones de sufrir en el infierno Kumbhīpāka. Él no se refiere a cualquiera de ellos porque está siempre ocupado en el servicio amoroso trascendental del Señor. Por la gracia del Señor, incluso en el infierno Kumbhīpāka un devoto puro puede ajustar la situación y convertirla en Vaikuntha.
El Bhagavad-gita y todas las otras escrituras reveladas dicen que el Señor acompaña a todo ser viviente en Su aspecto localizado de Paramātmā, la Superalma. Por lo tanto, incluso un ser vivo destinado a residir en el infierno Kumbhīpāka es acompañado por su compañero eterno, el Señor. Pero por Su poder inconcebible el Señor permanece al margen de estas circunstancias infernales, al igual que el cielo se mantiene separado del aire, aunque al parecer este mezclado con él.
Del mismo modo, el devoto puro del Señor no vive en cualquier lugar en este mundo material, aunque él parece vivir entre los seres mundanos. En realidad, el devoto vive en Vaikuntha. De esta manera el Señor Supremo otorga a Su devoto puro poder inconcebible que le permite permanecer al margen de todas las circunstancias mundanas y residir eternamente en el mundo espiritual. El devoto no quiere este poder consciente o inconscientemente, pero el Señor es cuidadoso con Sus devotos, al igual que una madre siempre tiene cuidado de su niño, que está completamente dependiendo de su cuidado.
Un devoto puro como el Rey Kulaśekhara se niega a asociarse con bellas mujeres de piel suave. Hay diversas clases de mujeres en los diferentes planetas en el universo. Incluso en la Tierra hay diferentes tipos de mujeres que son disfrutadas por los diferentes tipos de hombres. Pero en los planetas superiores hay muchas mujeres, muchos millones de veces más hermosas que las mujeres de este planeta, y también hay muchas moradas de placer, donde se puede disfrutar.
El mejor de todos ellos es el Jardín Nandana en Svargaloka. En los Jardines de Nandana -un "Jardín del Edén"- aquellos que están calificados pueden disfrutar de las variedades de hermosas mujeres llamadas Apsaras. Los semidioses en general, disfrutan de la compañía de las Apsaras de la misma manera que los grandes reyes Mogul y Nawabs disfrutaron de su harén. Pero estos reyes y nawabs son como paja ante los semidioses de Svargaloka, que se encuentra en el tercer estrato del universo.
La tendencia a disfrutar está en el interior de cada corazón de los seres vivos. Pero en el estado enfermo de la existencia material, la entidad viviente abusa de esa tendencia. Cuanto más aumenta esta enfermedad, este estado condicionado, más se extiende su período de existencia material. Los śāstras asesoran, por lo tanto, que una entidad viva debe aceptar sólo los objetos de disfrute de los sentidos necesarios para el mantenimiento del cuerpo material y rechazar aquellos que son sólo para complacer los sentidos. De esta manera se reducirá la tendencia para el disfrute de los sentidos. Esta restricción no se puede imponer por la fuerza, sino que debe ser voluntaria.
Dichos dispositivos de retención automáticamente se desarrollan en el curso de la ejecución del servicio devocional. Así, uno que ya está comprometido en el servicio devocional no tiene por qué controlar sus sentidos artificialmente. Un devoto puro como el Rey Kulaśekhara, por tanto, ni desea disfrutar de los sentidos, ni se esfuerza por contener a sus sentidos, sino que trata sólo de ocuparse en el servicio amoroso trascendental del Señor, sin interrupción.


SUTRA 5

TRADUCCION
¡Señor! No tengo apego a la religiosidad, o a la acumulación de riqueza, o a disfrutar de la gratificación de los sentidos. Dejo que estos lleguen, ya que es inevitable, de acuerdo con mis actos pasados. Pero por lo que sí rezo es por este don tan preciado: que nacimiento tras nacimiento, me permitas tener un inquebrantable servicio devocional a Tus pies de loto.

SIGNIFICADO
Los seres humanos avanzan hacia la conciencia de Dios, cuando van más allá de la burda vida materialista de comer, dormir, defenderse, y el apareamiento y comienzan a desarrollar los principios morales y éticos. Estos principios se desarrollan más en la conciencia religiosa, dando lugar a una concepción imaginaria de Dios sin ninguna realización práctica de la verdad. Esta etapa de la conciencia de Dios se llama la religiosidad, que promete la prosperidad material en diversos grados.
Las personas que desarrollan esta concepción de la religiosidad realizan sacrificios, dan caridad, y se someten a diferentes tipos de austeridad y de penitencia, todo con vista hacia el ser recompensados con la prosperidad material. El objetivo final de las así llamadas personas religiosas es gratificación de los sentidos de diversas maneras. Para complacer los sentidos, la prosperidad material es necesaria, y por lo tanto, realizan los rituales religiosos, con miras hacia el resultado material del prestigio, la fama y la ganancia.
Pero la religión verdadera es diferente. En sánscrito, la religión verdadera se llama dharma, que significa "la cualidad esencial del ser vivo". Los śāstras dicen que esta cualidad esencial es prestar servicio eterno, y el objeto propio de este servicio es la Verdad Suprema, el Señor Krishna, la Absoluta Personalidad de Dios. Este eterno, servicio trascendental del Señor está mal orientado en condiciones materiales y toma la forma de gratificación de los sentidos (1) la religiosidad anterior, (2) el desarrollo económico, (3) la gratificación de los sentidos y (4) la salvación, o el intento de negar todas las diversidades materiales y salir de la frustración.
Religión genuina, sin embargo, no culmina en el desarrollo económico, la complacencia de los sentidos, o la salvación. La perfección de la religión es lograr la completa satisfacción del alma, espíritu, y esto se logra mediante la prestación de servicios devociónales al Señor, que está más allá de la percepción de los sentidos materiales. Cuando el ser vivo dirige su eterna actitud de servicio hacia el Supremo Ser eterno, dicho servicio no puede ser obstaculizado por ningún tipo de obstáculo material. Servicio tan trascendental está por encima incluso de la salvación, y por lo tanto, ciertamente no tiene por objeto ningún tipo de recompensa material en forma de prestigio, fama o ganancia.
Uno que participe en el servicio amoroso trascendental del Ser Supremo automáticamente alcanza el desapego del prestigio material, la fama y la ganancia, que se aspiraban solo por aquellos que no entienden que ese prestigio, fama y ganancia son sólo sombras de lo real. El prestigio material, la fama y la ganancia son sólo reflexiones pervertidas de los verdaderos prestigio, fama y opulencias del Señor. Por lo tanto, el devoto puro del Señor Vasudeva, iluminado por la actitud de servicio trascendental, no tiene ninguna atracción para cosas tan falsas como la religiosidad, el desarrollo económico, la complacencia de los sentidos, o la salvación, la última trampa de Māyā. El propósito de la realización de la verdadera religión es lograr apego por escuchar y cantar los mensajes del reino de Dios. Las personas materialistas se apegan a las cosas normales a causa de su falta de conciencia espiritual. La verdadera religión desarrolla esta conciencia espiritual y también el apego a los mensajes de Dios, sin lo cual todo el trabajo en el cumplimiento de los ritos religiosos es sólo un desperdicio de energía.
Por lo tanto, no se debe practicar la religión con el objetivo de mejorar el bienestar económico de uno, tampoco se debería utilizar la riqueza para la gratificación de los sentidos, ni la frustración de los planes por gratificar los sentidos para aspirar a la salvación, o la liberación de las condiciones materiales. En lugar de entregarse a la gratificación de los sentidos en diferentes grados con los frutos del trabajo de uno, uno debe trabajar sólo para mantener el cuerpo y el alma, con el objetivo de indagar sobre las finalidades y los objetivos de la vida. En otras palabras, se debe investigar la Verdad Absoluta.
La Verdad Absoluta se realiza en tres fases, a saber, el Brahman impersonal, el Paramātmā localizado, y la Suprema Personalidad de Dios. Una persona que alcanza el grado más alto de realización espiritual -la realización de la Suprema Personalidad de Dios- automáticamente, ora como rey Kulaśekhara lo hace aquí.
Sólo aquel que presta un servicio devocional al Señor puede alcanzar esta etapa de la indiferencia a los bienes falsos y temporales de la naturaleza material. Tal servicio devocional no es una invención mental de las personas depravadas, es un proceso real de la realización de Dios se caracteriza por pleno conocimiento y renunciación y con base en la literatura Védica. Las denominadas prácticas devocionales que no tienen ninguna referencia en las normas y reglamentos establecidos en los libros de la literatura Védica como el śruti, el smṛti, los Puranas, y los Pañcarātras no son fidedignos. Las almas autorrealizadas nos aconsejan rechazar este tipo de prácticas pseudodevocionales, que simplemente crean una perturbación en el camino de la realización espiritual. Sólo por participar sinceramente en el servicio del Señor de acuerdo a los preceptos de las Escrituras se puede convertir gradualmente en un devoto cualificado del Señor, y no importa si tiene muchas repeticiones de nacimiento y muerte, vida tras vida.


SUTRA 6

TRADUCCION
¡Oh, Señor, el asesino del demonio Naraka! Permíteme residir en el reino de los semidioses, en el mundo de los seres humanos, o en el infierno; como Usted quiera. Pido solamente que en el momento de la muerte, pueda recordar Sus dos pies de loto, cuya belleza desafía a la de la flor de loto que crece en la temporada de Sarat.

SIGNIFICADO
Como se dijo antes, un devoto puro del Señor no tiene nada que ver con la religiosidad mundana, el desarrollo económico, la gratificación de los sentidos, o la salvación, ni tampoco es cuestión de si su nivel de existencia material es el más alto o más bajo. Para él, el cielo y el infierno son de igual valor. No tiene miedo de ir al infierno por el servicio del Señor, ni está contento de vivir en el cielo sin el servicio del Señor. En cualquier circunstancia su conciencia se fija en los pies de loto del Señor, cuya belleza desafía a las flores de loto más bellas del mundo material.
El desafío es debido a la posición trascendental de la forma del Señor, el nombre, cualidades, pasatiempos, etc. Los śruti mantras declaran que aunque el Señor no tiene manos, puede aceptar cualquier cosa que le ofrezcamos con devoción, aunque no tiene pies, Él puede viajar a cualquier parte, y aunque no tiene ojos mundanos, Él puede ver en cualquier lugar y en todas partes sin problema. El Brahma-Samhita describe cada uno de sus sentidos como omnipotentes. El ojo mundano puede ver pero no oír, pero Sus ojos pueden ver, oír, comer, generar descendencia, y así sucesivamente. Los śruti mantras dicen que impregna la naturaleza material con las semillas de los seres vivos simplemente por depositar su mirada en ella. Él no necesita ningún otro tipo de relaciones sexuales con la madre naturaleza para engendrar a los seres vivos en su seno y convertirse en su padre.
Por lo tanto, cualquier relación del Señor con Sus muchos devotos -sea la paternidad, la filiación, o cualquier otra- no es del todo material. El Señor es espíritu puro, y sólo cuando el ser vivo está en su estado espiritual puro puede tener todo tipo de relaciones con Él. Filósofos con una base pobre de conocimientos no pueden concebir estas relaciones espirituales positivas entre el Señor y los seres completamente espirituales, y por lo tanto, simplemente piensan en términos de la negación de las relaciones materiales. De este modo, los filósofos, naturalmente, adoptan el concepto del impersonalismo.
Por el contrario, un devoto puro como el Rey Kulaśekhara tiene un conocimiento completo de la materia y el espíritu. Él no dice que todo lo material es falso, aunque no tiene nada que ver con lo material, del cielo al infierno. Entiende muy bien la afirmación contenida en el Bhagavad-gita que dice que desde los planetas más bajos hasta Brahmaloka, el mayor planeta en el universo, no hay gozo espiritual, del que añoran las entidades vivientes. Por lo tanto, el devoto puro, está en pleno conocimiento de la vida espiritual; al mismo tiempo rechaza las relaciones materiales y cultiva su relación espiritual con el Señor. En otras palabras, el conocimiento espiritual que un devoto posee no sólo le permite rechazar la existencia material, pero también le proporciona una comprensión de la realidad de la existencia positiva, espiritual eterna. Este es el entendimiento que el Rey Kulaśekhara expresa en esta oración.