domingo, 30 de noviembre de 2014

LA PERSONA CULTA

La persona culta, por Javier Figuerola ( Haripada dasa )
En la cultura védica la persona culta tiene tres cualidades básicas, estas son: 1) ver a todas las mujeres como madres, menos a su propia esposa. En la cultura védica existen siete madres: La madre que te parió, la esposa del sacerdote, la esposa del rey, la esposa del maestro espiritual, la nodriza, la vaca y la Tierra. 2) Ver las propiedades de los demás como una paja en la calle, en otras palabras, estar satisfecho con lo que uno tiene y no desear o envidiar los bienes ajenos  y 3) Hacer a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti y no hacer a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. ¿ Se imaginan una sociedad formada por personas con estas cualidades ? Sería una sociedad perfecta. Vemos como hoy en día la gente considera a todas las mujeres como sus esposas y a su esposa ni le hacen caso. Hay una competencia desmedida por sobrepasar a los demás, tanto a título personal como entre naciones y nadie piensa en el bienestar de los demás. Todos son políticos, político es aquel que hace planes para ser él feliz sin pensar en el bienestar de los demás. En la actualidad se considera a una persona como culta por sus diplomas y no por sus cualidades. Hay una historia en relación con este tema: Los montes Himalayas iban a dar a luz, a tener descendencia, y se reunieron allí todas las personas más importantes del universo, y todo el mundo estaba en gran expectativa. Sonaron timbales y otros instrumentos musicales, y ¿qué parió los Himalayas? Un ratón. Todo el mundo quedó muy frustrado. Así, hoy en día, tantas austeridades y sacrificios que hacen las personas para sacarse una carrera, y luego cuando obtienen el diploma, tienen que ir con su currículo, moviendo la colita como un perrito, buscando un amo. Esto es muy lamentable. Y en los colegios, antiguamente se consideraba algo muy penado que un niño le tirara bolitas de papel a otro niño en la clase, o que no prestara atención al profesor; pero hoy en día, va un niño o un joven con una ametralladora y empieza a matar a sus compañeros sin ninguna razón, ¡Dios mío! cómo han cambiado las cosas a peor.
Canta el Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare y sé feliz.
Sirve a Srila Prabhupada con amor, fe, apego y agradecimiento y tu vida será exitosa y sublime.




sábado, 29 de noviembre de 2014

MOKSADA EKADASI KI JAYA

MOKSADA EKADASI



Maharaja Yudhisthira dijo: Oh, Visnu!, maestro de todo; Oh, delicia de los tres mundos; Oh, Señor del Universo; Oh, Creador del Mundo; Oh, el más antiguo de todos los seres; Oh, el mejor de todos los seres; Yo ofresco mis más respetuosas reverencias hacia tí.

Oh, Señor de Señores para beneficio de todas las entidades vivientes, bondadosamente respóndeme algunas preguntas que Yo tengo. Cuál es el nombre del Ekadasi que ocurrió durante la brillante quincena del mes de Margasirsa y remueve todos los pecados?. Cómo uno puede observar esto apropiadamente? y Cuál es la deidad para adorar en este Santo Día?. Oh, Señor!, por favor totalmente explícame esto.

Señor Sri KRSNA dijo: Oh, Yudhisthira!, tú pregunta es muy auspiciosa y te traerá fama. Justamente como Yo previamente explique esto a tí el Utpanna Maha-duasi que ocurrió durante la oscura parte del mes de Margasirsa, que es el día en que Ekadasi-devi aparece de mi cuerpo para matar al demonio Mura y para beneficio de cada cosa animada e inanimada en los tres mundos, así Yo debería explicarte el Ekadasi que ocurrió durante el mes de Margasirsa.

Esta Ekadasi es famoso como Moksada porque esto purifica al devoto de todo pecado y la confiere la liberación. La Deidad adorable para ese día es el Señor Damodara, con toda atención uno debería adorarlo con incienso, lámpara de Ghee, flores y Tulasi manjaris.

Oh, mejor de los Reyes!, por favor escucha como Yo te narro la antigua y auspiciosa historia del Ekadasi. Simplemente por escuhar esta historia uno puede ganar el mérito ganado por ejecutar un sacrificio de caballo. Por la influencia de este mérito el abuelo, padres, hijos y otros parientes quienes han ido al infierno, pueden ir al cielo. Por esta sola razón, Oh, Rey!, Tú podrías escuchar cuidadosamente esta narración.

Había una vez una hermosa ciudad llamada Campaka-nagara, que estaba decorada con devotos Vaisnavas. El mejor de los Reyes santos, Maharaja Vaikhanasa, regia sus súbditos como si ellos fueran sus porpios hijos e hijas. Los Brahamanas en esa capital estaban todos expertos en las cuatro clases de Conocimiento Védico.

El Rey tuvo un sueño una noche, en el cual su padre estaba sufriendo las angustiosas torturas en el planeta del infierno. El Rey estaba abrumado de compasión y lágrimas.

A la próxima mañana, Maharja Vaikhanasa, describió su sueño a su concejo de Brahmanas. El Rey dijo: Oh, Brahmanas!, en un sueño, la última noche, Yo vi a mi padre sufriendo en un planeta infernal, él estaba llorando. Oh, hijo!, por favor protéjeme de esta tormenta del infierno. Ahora Yo no tengo paz y ni siquiera este maravilloso reino se ha vuelto tolerante para mí. Ni siquiera mis caballos, elefantes, carrosas, me dan satisfacción y mi vasto tesoro no me da placer.

Oh, Brahmana!, dónde puedo Yo ir, y qué puedo hacer para aliviar esta miseria?. Mi cuerpo es quemado con pena y dolor. Por favor dime qué clase de caridad, qué modo de ayuno, qué austeridad o qué clase de meditación, podría Yo ejecutar para liberar a mi padre de su agonía y conferir liberación incluso a mis abuelos ?. Oh, mejor de los Brahmanas!, cuál es la existencia de un poderoso hijo si el padre sufre sobre un planta infernal?. La vida así es completamente inútil.

Los brahmanas nacidos por segunda vez dijeron: Oh, Rey!, en la montaña de nuestro bosque, no lejos de aquí, está el asrama donde el gran Santo Parvata Muni reside. Por favor anda a él, porque él conoce el pasado, presente y futuro de cada cosa y puede seguramente ayudarte en tu miseria.

Después de escuchar el aviso, el Rey inmediatamente salio para el asrama del famoso sabio Parvata Muni. El asrama estaba muy grande y muchos sabios expertos en cantar los sagrados himnos de los cuatro Vedas estaban presentes. Acercándose al Santo Asrama, el Rey observó a Parvata Muni sentado. Alrededor de él estaban los sabios entre ellos Brahma, el creador sin nacimiento.

Maharaja Vaikhanasa ofreció sus humildes obedencias al Muni, agachando su cabeza y entonces postrando su cuerpo entero. Después el Rey se había sentado, y el mismo Parvata Muni le preguntó acerca de los siete limbos de su extendido reino. El Muni le preguntó si su reino estaba libre de problemas y si cada uno estaba pacífico y feliz.

A las preguntas, el Rey respondió: por su merced, Oh, glorioso sabio!, todos los siete limbos de mi reino están muy bien. Aún hay un problema que recientemente a aparecido y para resolverlo Yo he venido a tí. Oh, Brahmana!, por vuestra experta dirección.

Entonces Parvata Muni, el mejor de todos los sabios cerro sus ojos y meditó en el pasado, presente y futuro del Rey. Después de unos pocos momentos abrió sus ojos y dijo:

" Tu padre está sufriendo de resultados de cometer un gran pecado y Yo he descubierto cual es. En su vida previa él reñia con su esposa cuando él disfrutaba su sexualidad durante su periodo menstrual. Ella trato de resistir su venida y gritaba: alguien por favor sálveme, por favor, Oh esposo, no interrumpas mi periodo menstrual. Aún así no la dejaba sola. Esto es un grave pecado que tú padre ha caído a la condición infernal ".

El Rey Vaikanasa entonces dijo: Oh, Gran Sabio!, por qué proceso de ayuno o caridad podría Yo liberar a mi padre de tal condición?. Por favor dime cómo Yo puedo remover sus reacciones pecadoras?.

Parvata Muni replicó: " Durante la brillante quincena del mes de Margasirsa alla ocurió un Ekadasi llamado Moksada. Si tú observas este sagrado Ekadasi llamado Moksada estrictamente con ayuno completo y dar directamente a tu padre el mérito que tú obtengas, él sería liberado de su pena e instantaneamente liberado ".

Escuchando eso, Maharaja Vaikhanasa profundamente agradecido con el gran sabio, retorno a su palacio.

Oh, Yudhisthira, cuando la brillante quincena del mes de Margasirsa llegó, Maharaja Vaikhanasa fielmente y perfectamente observó el Ekadasi con su esposa, hijos y otros parientes. El fielmente le dió el mérito de su ayuno a su padre y le hizo ofrecimiento con flores. El padre del Rey estaba entonces celebrando, festejado por los mensajeros de los semidioses y yendo a las regiones celestiales. Entonces el Padre le dijo al Rey: Mi querido hijo, todo lo auspicioso sea para tí. Como último el alcanzó el Reino Celestial.

Oh, hijo de Pandu!, quien quiera que estrictamente observa el sagrado Moksada Ekadasi, siguiendo las reglas y regulaciones, alcanzan la total y perfecta liberación después de la muerte. No hay mejor ayuno que este día.

Quien quiera fielmente observar este Ekadasi, es igual que el Eintamana Luna Gema, que confiere todos los deseos obteniendo especial mérito que es muy dificil de calcular. Por este día puede elevar a uno a los planetas celetiales y después la perfecta liberación.

De ese modo termina la narración de las glorias de Margasirsa Ekadasi o Moksada Ekadasi de Brahmananda Purana.



viernes, 28 de noviembre de 2014

EL PROBLEMA

El problema, por Javier Figuerola ( Haripada dasa )
Hoy estaba reflexionando sobre la esencia de todos los problemas que hay hoy en día en el mundo y he llegado a la conclusión de que el problema es el ateísmo. En el capítulo 7 del néctar de la devoción Srila Prabhupada dice que ateísmo significa desafiar la autoridad de los Vedas y menospreciar a los grandes maestros espirituales que enseñan las Escrituras Védicas para beneficio de las personas en general. Toda la atmósfera está llena de ateísmo, hay ateísmo en la Política, en la Ciencia, en las Instituciones Financieras, en las Religiones, en los Empresarios, en los Trabajadores, en los Medios de Comunicación, en los Deportes, en las Instituciones Educativas, en la Justicia, etc. Para llegar a ser un devoto puro de Dios en esta era hay que ser muy valiente, nadie te va a apoyar, todo lo contrario, tantas personas se van a poner en contra tuya, la familia, los amigos, los enemigos, la sociedad, etc.
En la literatura espiritual de la India llamada los Vedas hay diez mil millones de versos que describen los ilimitados Nombres de Dios, Sus Formas, Sus Cualidades, Sus Pasatiempos, Sus Ilimitadas Energías, etc. Srila Prabhupada es un maestro espiritual autorizado por Dios y él nos dio 80 libros de 400 páginas cada uno para que cualquier personas interesada en la autorrealización o en la vida espiritual llegue a la meta de la vida humana, que es conocer a Dios y amarlo.
Srila Prabhupada en su libro de Krishna dice: " Ahora, uno puede hacer la pregunta ¿Porqué Krishna es la Suprema Personalidad de Dios? La respuesta es, porque El se ajusta exacta y detalladamente a las descripciones del Ser Supremo, la Divinidad, en otras palabras, Krishna es Dios porque El es supremamente atractivo. Más allá del principio de suprema atracción, no existe otro significado de la palabra “Dios.” ¿Cómo puede alguien ser supremamente atractivo? Primero que todo, si alguien es muy rico, si posee grandes riquezas, se convierte entonces en una persona atractiva para la gente en general. En forma similar si alguien es muy poderoso, también se convierte en una persona atractiva; y si alguien es muy famoso, muy bello, o sabio, o está desapegado de toda clase de posesiones, también se convierte en una persona atractiva. Así, por la experiencia práctica podemos observar que uno es atractivo gracias a : 1) la riqueza, 2) el poder, 3) la fama, 4) la belleza, 5) la sabiduría y 6) la renunciación. Aquel que posee simultáneamente todas estas seis opulencias y que las posee en grado ilimitado, se sobreentiende que es la Suprema Personalidad de Dios. Parasara Muni, una gran autoridad védica describe estas opulencias de Dios. Nosotros hemos visto a muchas personas ricas, poderosas, famosas, bellas, doctas y eruditas; hemos visto a muchas personas que pertenecen a la orden de la vida renunciante y que están desapegadas de las posesiones materiales, pero nunca hemos visto a nadie como Krishna en la historia de la humanidad, que fuese simultánea e ilimitadamente rico, poderoso, famoso, bello, sabio y desapegado. Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, es un personaje histórico que apareció en este planeta hace cinco mil años y se comportó tal como un ser humano; pero sus actividades no tuvieron paralelo, desde el mismo momento de su aparición hasta el momento de su desaparición. Cada una de sus actividades es única en la historia del mundo, y, en consecuencia quien sepa lo que queremos decir con la palabra “Dios,” aceptará a Krishna como la Suprema Personalidad de Dios. Nadie es igual a Dios, ni nadie es más grande que El. Ese es el significado del proverbio familiar “Dios es grande.”
El dinero es el único Dios que no tiene ateos.
Canta el Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare y sé feliz.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

LA HUMILDAD

La humildad, por Javier Figuerola ( Haripada dasa )
Estudiando la literatura védica o los antiguos escritos de la India, he llegado a la conclusión de que la causa de que estamos todos en este mundo, es porque hemos utilizado mal nuestro libre albedrío. Por lo tanto, todo lo que nos pasa en este mundo, tanto individualmente como colectivamente, la causa es nuestra culpa, como dicen los cristianos: “por mi culpa, por mi culpa y por mi gran culpa”, y esta manera de pensar se llama humildad. También humildad significa que uno no debe estar ansioso de tener la satisfacción de ser honrado por otros. Una vez estaba escuchando una conferencia de un gran santo erudito, y al final de la conferencia, dijo: “¿Hay algunas preguntas?”, entonces un señor hindú muy educado, empezó a hacerle preguntas muy buenas y filosóficas, y el gran santo erudito, las estaba contestando de una manera perfecta y magistral. El señor que estaba preguntando, al escuchar las respuestas tan buenas que le estaba dando el gran sabio, entró en éxtasis y empezó a glorificar al santo erudito, diciendo: “En mi vida he encontrado a un maestro espiritual tan genuino como usted, en mi vida he visto a nadie que me contestara estas preguntas tan bien como usted...” Entonces el santo erudito sin decir palabra, cuando vió que este hombre lo estaba glorificando se fue.
Srila Bhaktisidhanta Sarasvati Thakura (1874-1936), en su época, él era en India la máxima autoridad en el culto del bhakti-yoga. Yoga significa la ciencia de la relación de uno con Dios y bhakti significa amor o devoción a Dios, en otras palabras, la base de su prédica era enseñar como podemos relacionarnos y amar a Dios. Para que tengan una idea de sus cualidades sobrehumanas, él a los siete años de edad, memorizó todos los 700 versos que contiene el Bhagavad-Gita, este libro es llamado a veces, “La Biblia de la India.” No solo los memorizó, sino que podía hacer brillantes comentarios sobre ellos. El estableció en toda la India 64 templos donde se enseñaba y practicaba el bhakti-yoga. Prácticamente hablando, él influenció a toda la India y sus templos eran la fuente de inspiración para la práctica de la vida espiritual en toda la India. Hay una historia muy conmovedora en relación con esta gran personalidad. El estaba dictando unas conferencias en Calcuta, y todos los días un hombre iba allí, y en medio de la conferencia comenzaba a insultarlo, lanzando improperios, tales como: “es usted un engañador, todo lo que dice no es verdad, usted es un embaucador,... etc.” Luego de insultarlo, se iba. Un día Srila Bhaktisidhanta llegó al templo y había una gran fiesta.  El preguntó, ¿Qué es esto? ¿A qué se debe esta gran fiesta? Y sus discípulos muy contentos le informaron que estaban celebrando la muerte del hombre que venía a insultarlo cada día, había sido atropellado por un camión. Srila Bhaktisidhanta, al escuchar esta noticia, se puso muy grave, a tal punto que empezó a llorar, y entre sollozos dijo: “Ese hombre era mi mejor amigo, porque me hacía recordar quien soy yo.” Srila Bhaktisidhanta siempre solía decir: “Aquel que me glorifica es mi enemigo.”También decía que la humildad implica sumisión perfecta a la verdad y ninguna simpatía por la falsedad. Una persona que entretiene a cualquier parcialidad por falsedad no está en condiciones de cantar el Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare las 24 horas del día. La persona humilde aprende de todo el mundo y la persona orgullosa no aprende de nadie.
Esta cualidad de la humildad, no es posible apreciarla desde el punto de vista material, ya que el concepto material de la vida lo vuelve a uno muy ansioso de recibir honor de los demás; pero desde el punto de vista de un hombre que tiene conocimiento perfecto, es decir, alguien que ha realizado que yo no soy este cuerpo material temporal, sino yo soy un alma espiritual eterna, cualquier cosa, el honor o el deshonor, perteneciente a este cuerpo, es inútil.
Canta el Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare y sé feliz.

martes, 25 de noviembre de 2014

ODANA SASTHI KI JAYA

Odana Sasthi

Sri Caitanya Caritamrta - Madhya 16.78 
Gadadhara-pandite mantra punah tenho dila 
Odana-shashthira Yatra cene vosotros dekhila 
TRADUCCIÓN 
Pundarika Vidyanidhi inició Gadadhara Pandita, por segunda vez, y en el día de Odana-Shashthi vio el festival. 
SIGNIFICADO 
A principios del invierno, hay una ceremonia conocida como la Odana-Shashthi. Esta ceremonia indica que desde ese día en adelante, una cubierta de invierno se debe dar a Señor Jagannatha. Esa cubierta se compra directamente de un tejedor. De acuerdo con los arcanos-marga, un paño primero se debe lavar para eliminar todo el almidón, y luego se puede utilizar para cubrir el Señor. Pundarika Vidyanidhi vio que el sacerdote se olvidó de lavar la tela antes de cubrir Señor Jagannatha. Como quería encontrar algún fallo en los devotos, se indignó. 



domingo, 23 de noviembre de 2014

La historia de Sri Tota Gopinath

La historia de Sri Tota Gopinath




  
Sri Tota Gopinatha es exquisitamente hermosa Deidad auto-manifiesta del Señor Sri Krishna. Sri Tota Gopinatha es también una deidad más singular, porque Él es la única Deidad de Krishna en el mundo "sentarse" y tocando la flauta.
Tota Gopinatha tiene una calidad hechizante tan carismático que atrae a uno a su darshana una y otra vez. Srila Vrindavana Thakura ensalza su poder: ". Incluso un ateo extrema será cambiado al ver a la Deidad de Gopinatha" A las 7 am durante el tiempo de darshana, previa solicitud, el pujari puede mostrar una pequeña racha de oro en la rodilla derecha de Gopinatha donde Mahaprabhu entró en el Señor.
APARIENCIA DE SRI TOTA Gopinatha
Gopinatha templo está situado en Sri Jagannatha Puri Dhama Ksetra en un área llamada Yamesvara Tota. Cuando el Señor Sri Caitanya Mahaprabhu tomó sannyasa, Se quedó en Jagannatha Puri Dhama durante 18 años. Sri Gadadhara Pandita también vino con Mahaprabhu. La mayoría de los otros asociados de Mahaprabhu en Navadvipa permanecieron en Bengala; llegaron a Puri sólo una vez en un año, durante los cuatro meses de la temporada de lluvias, para asistir al Señor Jagannatha Rathayatra y para ver al Señor Sri Caitanya Mahaprabhu. Pero Gadadhara Pandita no podía soportar la idea de separarse del Señor, y el Señor no podía soportar estar separado de Él. Así que se le permitió quedarse con Mahaprabhu en Puri. Gadadhara Pandita residió aquí en Sri Templo Tota Gopinatha. Mientras que residen aquí en este tranquilo jardín de árboles y enredaderas, Gadadhara Pandita recitó Srimad-Bhagavatam todas las tardes. Mahaprabhu asistía regularmente y oyó relatar las historias de Dhruva Maharaja y Prahlada Maharaj 100 veces.
Un día aquí, Sri Chaitanyadeva experimentó inmensa separación del Señor Krishna. Dando voces: "¿Dónde está mi Prananatha" Gauranga empezó a cavar la tierra para buscar de Su Señor. Sintiendo el Mukuta piedra tallada de un murti debajo de la tierra, Gaurahari declaró: "Gadai, he encontrado un tesoro más precioso aquí. ¿Te gustaría aceptarlo? "Al darse cuenta de la cabeza de un murti emergiendo de la arena, Gadadhara ayudó Gauranga descubrir una más hermosa Deidad del Señor Supremo Sri Krishna.
Mahaprabhu nombrada la Deidad, Gopinatha, y porque Él apareció en este jardín llamado tota en Oriya los devotos lo llama, Tota Gopinatha. Sri Caitanya Mahaprabhu dio la responsabilidad del servicio de Sri Tota Gopinatha a su más querido Gadadhara Pandita, y también le otorgó ksetra-sannyasa.
Sri Tota Gopinatha Deidad es muy hermoso. Sri Vrindavana Dasa Thakura describe la belleza de Sri Tota Gopinatha en su Sri Caitanya-Bhagavata de la siguiente manera:
mohana bhavane Gadadhara Gopinatha
aquenio, vosotros hena Nanda-kumara sākṣāt
unPanel Caitanya tara kariyachena kole
ati pasandi-o se vigraha dekhe bhule
dekhi sri-murali mukha angera bhangima
nityananda ananda nahi asura sima
(Sri Caitanya-Bhagavata Antya 7.114)
"En la casa de Gadadhara hay más atractiva Gopinatha. Esta deidad se ve exactamente como hijo de Nanda mismo está sentado allí. Sri Caitanya Mahaprabhu mismo lo había tenido en su regazo. Incluso la persona más ateo será cambiado para ver esta Deidad. Al ver la postura del cuerpo y la cara con la flauta Señor Nityananda derrama lágrimas de felicidad sin límites ".
¿POR SRI TOTA Gopinatha está sentado?
La Deidad de Sri Tota Gopinatha estaba previamente en forma de pie y estaba siendo adorado por Sri Gadadhara Pandita. Pero después de la partida del Señor Sri Caitanya Mahaprabhu, Gadai (Gadadhara) se sintió devastada. Su cuerpo se inclinó de intensa agonía de la separación de su amada Gaura. Aunque sólo tenía 47 años de edad, se convirtió en Gadadhara magra y delgada como un anciano. Incapaz de levantar sus brazos, Gadai podía ni vestido Tota Gopinatha ni ofrecerle Candana y guirnaldas de flores. Gadadhara pensó que era mejor participar otra pujari en adorar al Señor. En un sueño esa noche, Tota Gopinatha apareció y le dijo: "¿Por qué quieres participar otra pujari Mi seva? Yo sólo quiero que me sirven ".
Gadadhara contestó: "Oh Prananatha! Debido a mi condición, ya no puedo levantarme y servirte adecuadamente ".
Señor Gopinatha dijo: "No, yo insisto en que sólo tú me sirves. Si usted está encontrando dificultades para, a continuación, a partir de mañana voy a ser más corto ".
A la mañana siguiente cuando Gadadhara entró en la habitación de la Deidad para servir Gopinatha, vio un espectáculo increíble. El Señor misericordioso había sentado con el fin de recibir el servicio de sus manos.
Después de la desaparición de Sri Gadadhara Pandita, otro devoto llamado Mamu Thakura hizo cargo de Sri Tota Gopinatha Deidades. Señor Sri Caitanya Mahaprabhu solía llamarlo Mama, que es el bengalí para el tío; en Orissa, "tío" es Mamu. Así se le conocía como Mamu Thakura entre la gente.


Que el Señor bendiga a RADHAKRISHNACHANDRA U PARA VER 
El camino del éxito. 
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Por favor cantar 
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"Jai Shree Krishna Chaitanya Prabhu Nityananda Sri Advaita Gadadhara Srivas Aadi Gour Bhakta Vrinda" una vez antes de comenzar a cantar Hare Krishna 
Y luego cantar 
"हरे कृष्ण हरे कृष्ण कृष्ण कृष्ण हरे हरे || 
हरे राम हरे राम राम राम हरे हरे || " 
"Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare || 
Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare || " 

108 veces 
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esta es una mala .... pls seguir cantando hasta mala como u quiere y ser feliz ... 

Canta Hare Krishna 
Y su vida será sublime! 

RECUERDE SIEMPRE KRISHNA 
NUNCA OLVIDE KRISHNA 

Śrīla Prabhupāda: Si uno simplemente se acerca el santo nombre con reverencia y permite que el santo nombre para entrar a través de sus oídos en su corazón, y sobre todo si se acepta el nombre divino como su misma vida y alma, que puede entrar en el más profundo, más profundo, más sublime de todos los misterios espirituales. 

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sábado, 22 de noviembre de 2014

LÍDERES UNIVERSALES

Líderes universales, por Javier Figuerola
Hace unos días se reunieron en Australia los líderes de los 20 países más ricos del mundo. Hablaron de la guerra en Ucrania, eso les preocupa, pero no hablaron de como podemos ayudar a los pobres africanos que están sufriendo de la enfermedad del ébola, no hablaron de que entre todos vamos a acabar con el hambre en el mundo, no hablaron de que vamos a inventar energías alternativas para no explotar el petróleo a la madre Tierra y seguramente que no hablaron de como vamos a conocer a Dios y a amarlo. A esas personas no les importa el sufrimiento que están padeciendo los demás por el ébola, el hambre, etc. A esas personas solo les interesa el poder y el controlar a los demás por medio del miedo, son personas con una mentalidad muy sectaria y tullida, no son nada simpáticas ni amistosas . Su única ocupación es transmitir miedo a los demás, así por medio del miedo controlan a las masas, si las personas no fueran borregos, si las personas fueran inteligentes, puras, felices y libres no los podrían controlar. La única crisis que hay es de líderes universales, personas que sufren cuando ven a los demás sufrir y no importa el color de la piel, ni el país, ni el credo, ni el idioma, etc, y son felices cuando ven a los demás felices en conciencia de Dios. El mundo está llenos de ateos, y los partidos políticos se aprovechan de las filosofías ateas para promover el materialismo. Srila Prabhupada siempre decía que aquellas personas que temen a estos mandatarios infernales que canten el Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare y sean felices.
Comparto estas máximas sobre la amistad:
El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene. Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta. La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea. Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano. La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas. El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos. Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando. Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero. La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad. Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos. Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más espantoso de todo: es mi igual. Los amigos son como la sangre, cuando se está herido acuden sin que se los llame. Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan como estamos y se esperan a oír la contestación. Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte. El falso amigo es como la sombra que nos sigue mientras dura el sol. ¡Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante en el que nos damos cuenta de que hemos descubierto un amigo! No busques al amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir. La amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale casi tanto como la familia. El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo. Una de las alegrías de la amistad es saber en quien confiar. Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quienes son sus amigos. Reprende al amigo en secreto y alábalo en público. La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido. El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz. Dios no ha creado fronteras. Mi objetivo es la amistad con el mundo entero. La amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad. La verdadera amistad es una planta de desarrollo lento. No hay mejor amigo ni padre que uno mismo. Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo. Una amistad sin confianza es una flor sin perfume. Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él; para la mayoría la amistad está basada en la humillación. Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías; los buenos amigos, en las épocas desgraciadas. Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza. Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene. Preferid, entre los amigos, no sólo a aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún los que en vuestra prosperidad no os envidian.
Canta el Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare y sé feliz.




viernes, 21 de noviembre de 2014

TODO SOBRE TULASI DEVI KI JAYA

Śrīla Prabhupāda y Tulasī Devī



Deseamos comenzar este pequeño libro acerca de Tulasī devī volviendo a los devotos conscientes de cuanto Śrīla Prabhupāda se sentía feliz al saber que algún devoto estaba cuidando a Tulasī con esmero y dedicación. Difícilmente vamos a encontrar el nombre de algún devoto o devota de ISKCON escrito en las páginas del Śrīmad-Bhāgavatam, en los Significados Bhaktivedanta. No obstante, y tal vez sea la única excepción, Śrīla Prabhupāda lo hizo cuando descubrió que una de sus primeras discípulas, Govinda Dāsī, había tenido éxito en hacer brotar el primer arbusto de Tulasī Devī. En el Canto Cuatro, Capítulo Ocho, verso cincuenta y cinco, Śrīla Prabhupāda escribió:


Govinda dāsī entre las plantas
de Tulasī en el templo Honolulu
“En este verso se menciona específicamente que las hojas de tulasī Le son muy queridas a la Suprema Personalidad de Dios; los devotos deben procurar tener hojas de tulasī en todos los templos y centros de adoración. Mientras nos ocupábamos en la propagación del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa en Occidente, el hecho de no poder encontrar hojas de tulasī nos llenaba de insatisfacción. Debido a ello, le estamos muy agradecidos a nuestra discípula Śrīmatī Govinda dāsī por sus desvelos en plantar semillas de tulasī y cuidar de su crecimiento. Por la gracia de Kṛṣṇa, en la actualidad tulasī crece en la práctica totalidad de los centros de nuestro movimiento” [SB 4.8.55].

En la revista Back to Godhead (De Vuelta al Supremo), Govinda Dāsī escribió un artículo en el año 1992, en donde narra el encuentro de Śrīla Prabhupāda con la primera planta de Tulasī Devī. Ella escribió lo siguiente:

“En 1969 Prabhupāda me envió a Honolulu para abrir un templo. Yo pasé bastante tiempo leyendo en la biblioteca de pesquisas de la Universidad de Hawai. Encontré muchos textos antiguos de la India, algunos escritos por el guru de Śrīla Prabhupāda y otros santos vaiṣṇavas. Encontré informaciones sobre Tulasī Devī, sus nombres botánicos, su historia y cómo cultivarla. Entonces, mi deseo de cultivar Tulasī Devī se volvió una obsesión y de algún modo conseguí semillas originarias de India. Las primeras semillas no germinaron. Yo adoraba diariamente un brote verde bien fino, hasta que se volvió evidente que era apenas una hoja de grama. La segunda remesa de semillas demostraron ser fructíferas, y pequeñas plantas con forma de corazón abrieron sus delicadas hojas en nuestra casa de Honolulu. Este era el comienzo.

Todavía yo no sabía por qué era importante para Śrīla Prabhupāda, o para su misión, que cultivásemos Tulasī. Pero después, cuando en Los Ángeles le mostré a Prabhupāda dos pequeñas Tulasīs, se quedó encantado. Por bastante tiempo él sostuvo una de las macetas, observando vividamente extasiado la pequeña Tulasī de quince centímetros, notando que ella era en realidad Śrīmati Tulasī Devī.
Śrīla Prabhupāda habló sin cesar sobre las glorias de Tulasī Devī, y estaba en un humor muy feliz. Kartikeya das, que era el sirviente de Śrīla Prabhupāda, se sorprendió. Algunos momentos después me contó que no había visto a Śrīla Prabhupāda tan feliz desde hacía más de un año”.

Śrīla Prabhupāda confirmó su felicidad poco tiempo después al escribirle lo siguiente a Govinda Dāsī:

“Estoy muy feliz al saber que Śrīmati Tulasī Devī te ha favorecido tanto... Yo estaba muy ansioso por introducir esta adoración de la planta de Tulasī entre los miembros de nuestra sociedad, pero hasta ahora no había buenos resultados. Por lo tanto, cuando al escuchar que obtuviste esta oportunidad, mi placer no tiene límites”.

Podemos entender cuánto Śrīla Prabhupāda apreció este servicio a Tulasī Devī al leer la siguiente carta para esta devota:

“¿Cómo están tus plantas de Tulasī en Hawai? ¿Cómo se están sintiendo? Yo estoy constantemente pensando en ellas y en tí. Por favor, hazme saber cómo están creciendo y cómo las estás cuidando. Esta vez, cuando vaya a Hawai, me sentaré en el bosquecito de arbustos de Tulasī y cantaré Hare Kṛṣṇa”.

Y cuando un vecino demoniaco atacó esas Tulasīs, Śrīla Prabhupāda expresó sus sentimientos así:

“Estoy muy triste de oír que tu demoníaco vecino cortó muchas plantas de Tulasī; sin embargo, no te preocupes. Puedes estar segura que, a su debido tiempo, él tendrá su castigo apropiado... Deberíamos capturar esa persona y golpearla muy fuertemente con zapatos. Sin embargo, no sería muy bueno para nuestra reputación que nos acusen de pelear de esa manera. No obstante, si llegamos a descubrir que ese hombre está transgrediendo nuestra propiedad, debemos castigarlo muy severamente”.

Śrīla Prabhupāda le escribió a Govinda Dāsī comen­tándole que él siempre les contaba a muchos caballeros acerca de cómo ella había trabajado de manera ardua para introducir Tulasī en los países occidentales y cómo ahora él recibía informes de que ella crecía bellamente en todos lados. Estando así satisfecho con Govinda Dāsī, Śrīla Prabhupāda le dijo que ella era realmente una sirvienta de Govinda y deseó que ella alcanzase esa posición eterna en el mundo espiritual. Śrīla Prabhupāda le escribió:

“Ojalá Tulasī sea bondadosa contigo y te lleve ante Kṛṣṇa para que tú seas una de las Gopīs asistentes, las siervas en Vṛndāvana”.

Fue así cómo Śrīla Prabhupāda satisfizo su profundo deseo de ver Tulasī Devī siendo adorada por los devotos de ISKCON. Al principio, estaba ansioso, pero al ver que Tulasī había crecido en todos los templos, Prabhupāda expresó su satisfacción, escribiéndole a los devotos que la cuidaban. Tal como un padre, Śrīla Prabhupāda había plantado la semilla de la devoción en los corazones de sus seguidores y, como él lo indicó después en varias cartas, esta devoción crecería por la protección, bondad y compasión de madre Tulasī.

Śrīla Prabhupāda escribió para los devotos frases tales como:

“En cuanto más te dediques al servicio de Tulasī de forma personal, más comprenderás y gustarás de la conciencia de Kṛṣṇa”.

“Por favor, ofrécele todos los respetos y cuídala con mucho esmero. Śrīmati Tulasī Devī se satisfará contigo, otorgándote el auspicioso favor del Señor”.

“Esfuérzate por continuar cuidándola de la mejor manera posible y automáticamente avanzarás en la conciencia de Kṛṣṇa”.

“Por hacer crecer profusamente plantas de Tulasī, estás haciendo un servicio muy bueno para nuestra sociedad”.

“Estoy muy feliz al oír que Tulasī está creciendo bien. Este es el síntoma de un servicio devocional serio”.

“La presencia de Tulasī es la prueba de una genuina atmósfera espiritual en ese lugar”.

“Si existe algún impedimento para cultivar Tulasī, es una indicación de un servicio devocional defectuoso”.

Oyendo acerca de los sentimientos y dedicación de Śrīla Prabhupāda por Tulasī Devī, podemos percibir qué tan gloriosa ella es. Escuchemos ahora acerca de las glorias de Tulasī Devī a partir de la Escrituras y los Purāṇas.Las Glorias De Śrīmati Tulasī Devī



Primero, debemos comprender que Tulasī es comple­tamente pura. Se describe esto en el Prahlāda Saṁhitā:
                                                                                                                     
patraṁ puṣpaṁ phalaṁ kastham
tvat sakhā-pallavankuram
tulasī sambhavam mūlam
pāvanam mrttikady api

“Las hojas, flores, frutas, ramas, cáscara, brotes y barro de Tulasī son completamente puros”.

Porque Tulasī es completamente pura y puede purificar el universo entero, uno de sus nombres es viśvapāvanī.

Según el Padma Purāṇa, los lugares sagrados que purifican a los peregrinos, viven en Tulasī.

koṭi brahmāṇḍa madhyesu
yāni tīrthāni bhūtale
tulasī balam āśritāḥ
tantyeva nivasanti vai

“Todos los lugares de peregrinación en este planeta y en millones de universos toman refugio en una hoja de Tulasī” [PP 24.10].

En el Néctar de la Devoción, Śrīla Prabhupāda citó el siguiente verso del Skanda Purāṇa:

“Tulasī es auspiciosa en todos los aspectos. Simplemente por verla, simplemente por tocarla, simplemente por recordarla, simplemente por orarle, simplemente por postrarse ante ella, simplemente por oir acerca de ella o simplemente por plantar este árbol, todo es siempre auspicioso. Cualquier persona que entre en contacto con Tulasī de la manera antes mencionada, vive eternamente en el mundo de Vaikuṇṭha ”.

El Skanda Purāṇa menciona este efecto auspicioso citado arriba por Śrīla Prabhupāda, de la siguiente manera:

ya drsta nikhila agha sangha samani sprsta vapuh pavani
roganam abhivandita nirasini siktantaka trasini
pratya satti vidhayini bhagavatah krsnasya samaropita
nyasta taccarane vimukti phalada tasyai namah

“Simplemente por contemplar Tulasī Devī, todos los pecados de una persona son erradicados. Simplemente por tocarla, el cuerpo de esa persona se purifica. Al orarle se eliminan todas las enfermedades. Si alguien la riega o humedece, destruye su temor a Yamarāja (la muerte personificada). Simplemente por plantarla o trasplantarla, uno obtiene realización de la Suprema Personalidad de Dios.

Ella le otorga liberación y devoción por el Señor Kṛṣṇa a cualquiera que le ofrezca sus hojas al Señor. Por lo tanto, le ofrezco mis humildes reverencias a la maravillosa Tulasī”. Las glorias de Tulasī Devī están descritas vívidamente en el Skanda Purāṇa, en una conversación entre el Señor Śiva y su hijo, Kārtikeya.

Kārtikeya preguntó: “¿Mi querido padre, cuál es el árbol o planta capaz de otorgar amor por Dios?”.

El Señor Śiva respondió: “Mi querido hijo, de todos los árboles y plantas, Tulasī Devī es la suprema. Ella es completamente auspiciosa, es quien satisface todos los deseos, completamente pura, sumamente querida al Señor Kṛṣṇa y la más elevada devota”.

Mucho tiempo atrás, para el beneficio de todas las almas condicionadas, el Señor Kṛṣṇa trajo a Vṛnda Devī en su forma de planta (Tulasī) y la plantó en este mundo material. Tulasī es la esencia de todas las actividades devocionales. Sin hojas de Tulasī, el Señor Kṛṣṇa no acepta nada.

Una persona que adora diariamente al Señor Kṛṣṇa con hojas de Tulasī alcanza los resultados de todas las clases de austeridades, caridades y sacrificios de fuego. De hecho, él no tiene más deberes para ejecutar y realizó la esencia de todas las Escrituras.

Así cómo el río Ganges purifica a todos los que en él se bañan, de la misma manera, Tulasī Devī está purificando los tres mundos. No es posible describir por completo el beneficio de ofrecer mañjarīs de Tulasī (flores) al Señor Kṛṣṇa. El Señor Kṛṣṇa, junto con todos los semidioses, residen donde hay una planta de Tulasī Devī. Por este motivo, una persona debe plantar Tulasī Devī en su casa y adorarla todos los días. Alguien que se sienta cerca de Tulasī Devī y canta o recita oraciones, logrará el resultado mucho más rápidamente.

Todas las formas de fantasmas y demonios huyen del lugar en el cual se planta Tulasī Devī, y todas las clases de reacciones pecaminosas son destruidas cuando alguien se le aproxima. Alguien que coloca en su boca o sobre su cabeza las hojas de Tulasī que fueron ofrecidas al Señor Kṛṣṇa, alcanza la morada del Señor Kṛṣṇa. En Kali-yuga, alguien que adora Tulasī Devī, realiza kīrtanas frente a ella, la recuerda, la planta o la cuida, reduce a cenizas todas sus reacciones pecaminosas y alcanza la morada del Señor Kṛṣṇa muy rápidamente. Alguien que predica las glorias de Tulasī Devī y también practica aquello que predica, se vuelve muy querido al Señor Kṛṣṇa. Quien adora Tulasī Devī satisface al guru, a los brāhmaṇas, a los semidioses y a todos los lugares sagrados.

Quien hace una guirnalda de Tulasī logra el resultado de todas las caridades y de cien sacrificios de fuego. Uno que le ofrece al Señor Kṛṣṇa una hoja de Tulasī se convierte muy rápidamente en un vaiṣṇava (devoto de Kṛṣṇa) ¿Qué necesidad de comprender todas las Escrituras tendrá una persona que le ofreció las hojas y la madera de Tulasī al Señor Kṛṣṇa? Tal persona nunca más tendrá que beber la leche de los senos de una madre, (no volverá a nacer). Una persona que haya adorado al Señor Kṛṣṇa con las hojas de Tulasī Devī, ya liberó a todos sus antepasados del ciclo de nacimiento y muerte.

Mi querido Kārtikeya, te acabo de narrar muchas de las glorias de Tulasī Devī. Si yo tuviese que describir sus glorias por toda la eternidad, no sería capaz de llegar a la conclusión. Si una persona recuerda estas glorificaciones a Tulasī Devī o se las narra a otros, nunca más tendrá que nacer”.

Esta fue la descripción de las glorias de Tulasī Devī que aparece en la sección Śrīsti Kāṇḍa del Padma Purāṇa. En otra sección, el Señor Śiva le describe a Narada Muni otras glorias de Tulasī Devī que son muy auspiciosas, especialmente cuando aplicadas a alguien que acaba de morir. Son asi:

El Señor Śiva dijo: “Mi querido Nārada Muni, por favor oye, ya que ahora te relataré las maravillosas glorías de Tulasī Devī. Una persona que escuche las glorias de Tulasī Devī destruirá todas sus reacciones pecaminosas, las cuales ha acumulado por muchos nacimientos, y muy rápidamente alcanzará los pies de oto de Śrī-Śrī Rādhā-Kṛṣṇa. Si al cremar un cuerpo se coloca madera de Tulasī, la persona que habitaba en ese cuerpo alcanzará el mundo espiritual, incluso si fue la más pecaminosa de todas las personas pecaminosas, y quien encendió ese fuego se libra de todas las reacciones pecaminosas. Si a la hora de la muerte una persona pronuncia el nombre del Señor Kṛṣṇa mientras toca madera de Tulasī Devī, alcanza el mundo espiritual.

Cuando el cuerpo muerto está siendo cremado, incluso si un pequeño trozo de madera de Tulasī es colocado en el fuego, la persona alcanza el mundo espiritual. Por estar en contacto con Tulasī, todas las otras maderas se purifican. Cuando los mensajeros del Señor Viṣṇu ven un fuego en el cual se está quemando Tulasī, inmediatamente vienen y llevan a esa persona para el mundo espiritual. Los mensajeros de Yamarāja no se aproximan a ese lugar. Cuando los semidioses ven que esa persona está yendo en camino al mundo espiritual, derraman flores sobre ella. El Señor Viṣṇu y el Señor Śiva se vuelven muy felices y la bendicen. Entonces, el Señor Kṛṣṇa se presenta frente a tal persona y, tomándola de la mano, la lleva a Su morada”.


Estas son las glorias de Tulasī Devī, las cuales como se afirma en el Padma Purāṇa [61.15-33], son cantadas por los sura-sattama, los mejores semidioses. En esa misma sección del Padma Purāṇa se describe cómo el propio Señor Kṛṣṇa cuidó Tulasī en la ribera del Gomatī. Allí se dice que el Señor Viṣṇu la adoró en Vṛndāvana para traer beneficio al mundo, para la protección de las Gopīs, para el progreso de Gokula y para la destrucción de Kaṁsa. Siguiendo las indicaciones de Vasiṣṭha el Señor Rāmacandra plantó Tulasī en la ribera del Śarayu para propiciar la muerte de los demonios. Cuando Madre Sītā fue raptada por Rāvaṇa y separada del Señor Rāma, se dedicó a meditar en Tulasī mientras permanecía en el jardín Aśoka (dentro de Laṅkā, la ciudad de Rāvaṇa). Ella consiguió así unirse nuevamente con su amado Señor Rāmacandra. Para incrementar el mérito de sus penitencias, y también para mantener al Señor Śiva como su esposo, Madre Pārvatī planto Tulasī Devī en los Himalayas. Las esposas de los semidioses y de los Kinnaras siempre dependen de Tulasī para la destrucción de los malos sueños. Cuando el Señor Rāma plantó Tulasī en el bosque de Daṇḍakāraṇya, Lakṣmaṇa y Sītā la cuidaron y protegieron con devoción. Cuando Sugrīva vivía en Risyamukha, adoró y sirvió Tulasī para poder rescatar a su esposa, que había sido capturada por Vali y así también destruir a Vali. Y Hanumān, antes de cruzar el océano para dirigirse a Laṅkā, tuvo el cuidado de ofrecerle reverencias a Tulasī Devī para obtener sus bendiciones.

Los mantras que describen esta adoración a Tulasī realizada por el Señor, Sus expansiones y asociados son muy auspiciosos. Originalmente, este stava (mantra) fue transmitido por Śatānanda Muni a un discípulo. Más tarde, Śrīla Vyāsadeva lo narró ante un brāhmaṇa. Se afirma en esta sección del Padma Purāṇa que el beneficio de observar vigilia en la noche del Dwādaśi (la noche siguiente a la noche del ekādaśī) y adorar a Tulasī Devī con este stava es que tal devoto nunca contemplará dentro de su mente disfrutes separados del Señor Kṛṣṇa, o conductas irreligiosas. Y lo que es más, tal devoto afortunado nunca se separará de la asociación de los vaiṣṇavas. En la sección de “Mantras y oraciones” de este libro, describiremos el stava para que apreciemos aún más las glorias de Tulasī Devī y para que los devotos interesados en obtener la misericordia de Tulasī Devī lo reciten.


En una ocasión, mucho tiempo atrás, Nārada Muni le preguntó al Señor Nārāyaṇa: ¿Quién es Tulasī Devī?, ¿cómo consiguió tal poder?, ¿cómo se volvió Su esposa? y ¿por qué se transformó en una planta? Vamos a narrar algo sobre la historia de Tulasī Devī, tal como aparece en el Brahma-vaivarta Purāṇa.La historia de Śrīmati Tulasī Devī


Śrīla Prabhupāda no nos contó, con todos sus detalles, la historia de Tulasī. Prabhupāda mencionó que ella estaba casada con un demonio, al cual Kṛṣṇa mató. Debido a que ningún ācārya narró la historia con detalles, pensábamos que sería mejor no incluirla en este libro. Por otro lado, en el libro Our Original Position, (Nuestra Posición Original) recientemente publicado por ISKCON GBC Press, se presentó la traducción de un pasaje del Brahma-vaivarta Purāṇa que narra sobre cómo Tulasī vino al mundo. También se explica allí quien era ese demonio. Las traducciones de esos pasajes del Brahma-vaivarta Purāṇa que se presentaron en ese libro del GBC son prácticamente idénticas a las narraciones de esos mismos pasajes que fueron presentadas por Amala Bhakta Dās, con autorización del GBC. Además, este libro del GBC Press, presenta cartas y citas de Śrīla Prabhupāda mostrando la autenticidad del Brahma-vaivarta Purāṇa y cómo él, Prabhupāda, deseaba que sus estudiantes lo tradujesen, pero que no lo hacían porque todavía no eran muy expertos en tal trabajo.

Así que, considerando todo esto, decidimos narrar esta historia en este libro. Pedimos perdón si esta decisión que tomamos es un error.

En Our Original Position se comenta cómo Tulasī vino al mundo a partir de una conversación entre ella y el Señor Brahma. Esta conversación ocurrió durante la época en que Tulasī estaba practicando austeridades en Badarikāśrama.

El Purāṇa explica que, hace mucho tiempo, había un rey llamado Vṛṣadhvaja. Sus padres y sus otros antepasados (Dakṣasavani, Dharmasavani, Viṣṇusavani, Rajasavani) etc, habían sido todos vaiṣṇavas, devotos del Señor Kṛṣṇa. Sin embargo, Vṛṣadhvāja era un fanático devoto del Señor Śiva. El no tenía respeto ni fe por los vaiṣṇavas y llegó al punto de prohibir la adoración de Lakṣmī. Y además de no participar en las ceremonias del Señor Viṣṇu, las criticaba muy áspera y sarcásticamente. Los semidioses no tuvieron coraje de tomar medidas por causa del temor al Señor Śiva, quien apreciaba mucho a su devoto, pero Sūrya, el Dios del Sol, no pudo aguantar su ira y lo maldijo a perder todo su poder y riquezas. El Señor Śiva se irritó mucho con esta actitud de Sūrya y lo persiguió para matarlo. Sūrya se refugió en Brahma y ambos fueron a la morada del Señor Viṣṇu. El Señor les dijo que solucionaría el problema. Cuando el Señor Śiva llegó, fue muy bien recibido y respetado por el Señor Viṣṇu y servido por los Viṣṇudutas. Ahora, debido a la auspiciosa presencia del Señor Viṣṇu, la ira del Señor Śiva había desaparecido, aun así expresó frente al Señor la causa de su irritación. A esta altura de los acontecimientos, porque un momento en el planeta del Señor Viṣṇu representa muchísimo tiempo en la Tierra, Vṛṣadhvaja e incluso su hijo Haṁsadvaja ya habían muerto. Los dos nobles hijos de Haṁsadvaja se llamaban Dharmadvaja y Kusadvaja. Ambos eran grandes vaiṣṇavas, pero debido a la maldición de Sūrya, habían perdido el reino y la prosperidad. Sin embargo, porque eran vaiṣṇavas, ahora se estaban ocupando en la adoración de Lakṣmī, y Lakṣmī, estando complacida, decidió que descendería a la Tierra para nacer como la hija de una de las esposas de estos dos reyes. Por la gracia de Lakṣmī, ambos se volverían reyes prósperos. El Señor Viṣṇu le comentó esto al Señor Śiva y les aconsejó a todos los señores (Śiva, Brahma y Sūrya) regresar a sus moradas.

Dharmadvaja y Kuśadvaja, por las bendiciones de Lakṣmī, consiguieron prosperidad y también gran realización espiritual. El Rey Dharmadvaja se casó con una joven llamada Mādhavī. Después de algún tiempo, Mādhavī quedó embarazada con la encarnación parcial de la Diosa Lakṣmī. Sin embargo, esta expansión de Lakṣmī que estaba en el vientre de Mādhavī permaneció allí dentro por cien años. El brillo corporal de Mādhavī aumentaba cada día. Entonces, en un momento auspicioso, durante la luna llena del mes de Kārtika, en un día viernes, ella nació.

Se podía apreciar que la gracia de Lakṣmī estaba manifestada en el bebé. Su rostro se asemejaba a la luna de otoño, sus ojos parecían pétalos de loto, y sus labios se asemejaban a la fruta bimba. Las palmas de las manos y de los pies eran rojizos, su ombligo era profundo y su estómago presentaba tres pliegues. En el invierno, su cuerpo era cálido, y en el verano era fresco. Ella era blanca, con una delgada cintura y extraordinaria belleza. Debido a que su belleza no tenía comparación, los sabios le dieron el nombre Tulasī.

Inmediatamente después de nacer, así como ocurrió con Śukadeva Goswāmī, Tulasī decidió partir del hogar y realizar austeridades en los bosques de Badarikāśrama con el propósito de obtener a Kṛṣṇa como su esposo. Los sabios y miembros mayores de la familia trataron de disuadirla de su plan, pero fue en vano. Ella fue a los Himālayas y ejecutó penitencias similares a las realizadas por Dhruva Mahārāja. Durante cien mil años sólo comió hojas, raíces y agua, hasta que al final se mantuvo parada en una pierna, apenas respirando.

Viendo estas austeridades, el Señor Brahma apareció y le dijo: ”¡Oh Tulasī, pídeme lo que quieras!“.

Entonces Tulasī comenzó a hablar (y es ésta la parte que aparece en el libro “Our Original Position”).

Tulasī dijo: “Escúchame, querido Señor. Voy a declarar el deseo que existe en mi mente. En realidad, ¿qué vergüenza debería yo tener frente a ti, que lo sabes todo? Yo soy Tulasī. Anteriormente, estaba situada en Goloka como una Gopī amada por Kṛṣṇa. También era una sierva, parte integrante del Señor, y querida por Sus amigas.

En el círculo de la danza rasa, la regente. (Rādhārāṇī), al aproximarse vio que yo estaba aturdida, entrelazada junto con Govinda. ”¡Oh abuelo!, repleta de ira, Ella reprochó a Govinda y entonces me maldijo: ‘¡Tú, vete y adopta un nacimiento humano!' “.

Govinda me dijo: “Después de realizar austeridades en Bhārata, India, tú alcanzarás Mi parte plenaria de cuatro brazos, Nārāyaṇa, gracias a las bendiciones de Brahma. Habiendo hablado de esa manera, Él, el Señor de los dioses, desapareció. Abandonando mi cuerpo, debido al temor que sentí de Rādhā, yo obtuve un nacimiento en la Tierra. Ahora, yo deseo alcanzar a Nārāyaṇa como mi amado, porque Él es pacífico y posee una bella forma. Dame tal bendición”.

Según la narración de otros devotos, la historia continúa de la siguiente manera:

El Señor Brahma le dijo a Tulasī que Sudāmā, que es también una parte integrante de Kṛṣṇa y uno de Sus amigos en Goloka, también fue maldecido por Rādhārāṇī y ahora está en la Tierra. Nació en una familia de demoinios (asuras), se llama Śaṅkhacūḍa y posee mucha energía, Brahma le contó como Sudāmā estaba practicando austeridades para casarse con Tulasī, y que Él le satisfaría el deseo. Por lo tanto, Tulasī debería esperar por él, (Śaṅkhacūḍa). Sin embargo, por arreglos de la providencia, Tulasī después conseguiría al bello Nārāyaṇa como su esposo. Finalmente, ella se convertiría en una planta y siendo la mejor de las plantas y muy querida por Nārāyaṇa, ella permanecería en Vṛndāvana y por eso sería conocida como Vṛndāvani. Los vaqueros y pastoras de vacas de allí adorarían al Señor con las hojas de Tulasī. Y así, como la Deidad regente de la planta de Tulasī, ella siempre disfrutaría de la compañía de Kṛṣṇa, el mejor de los pastorcillos (y de esta forma, no sería tan sólo la esposa de Nārāyaṇa).

Tulasī se puso muy feliz con esta bendición. Le dijo al Señor Brahma que en Goloka, ella tenía una relación íntima con Kṛṣṇa y no con Nārāyaṇa, y que, por la orden que Kṛṣṇa le había dado, ella estaba haciendo austeridades para obtener a Nārāyaṇa como su amado esposo. Sin embargo, por la bendición de Brahma, Tulasī podría tener de nuevo una relación íntima con Kṛṣṇa. No obstante, ella aún estaba con miedo de Śrīmati Rādhārāṇī y por eso le pidió otra bendición al Señor Brahma: el don de perderle el temor a Rādhārāṇī.

Brahma entonces le dio el Rādhā mantra, mediante el cual Rādhārāṇī sentiría tanta afección por Tulasī como por su propia vida y aprobaría los tratos íntimos de Tulasī y Kṛṣṇa. Él la inició en este mantra y después de bendecirla, desapareció. Entonces, Tulasī se ocupó en adorar a Śrīmati Rādhārāṇī con este mantra y después de doce años, obtuvo el resultado. Sus austeridades entonces terminaron. Tulasī estaba en el comienzo de su juventud (por las bendiciones de Brahma) y ansiaba la compañía de Kṛṣṇa. Ahora, Śrīmati Rādhārāṇī ya no se enojaría por esto. Ella se encontraba en un bello lugar y se durmió con un sentimiento de felicidad. Sin embargo, en cuanto dormía, Kāmadeva, el Dios del amor, le tiró sus flechas encantadas de despertar deseos.

Aunque estaba con sándalo y flores refrescantes, el cuerpo de Tulasī comenzó a quemar y temblar, y ella tuvo que pasar sus días allí en estado de inquietud, el cual aumentaba a cada día. En sueños, veía a un muchacho bellamente vestido, decorado con joyas, pasta de sándalo y flores. Él la besaba en el rostro y le hablaba con afecto. Repetidamente la abrazaba y la besaba. En algunos momentos Él aparecía, en otros se alejaba. Y ella le decía: “¡Oh, Señor de mi corazón, dónde vas, quédate, no te vayas!”. Cuando Tulasī se despertaba lloraba una y otra vez. Así ella pasó sus días en Badarikāśrama.

Según el Purāṇa, la historia del pastorcillo Sudāmā que nació como demonio y se casó con Tulasī es la siguiente: Una de las treinta hijas de Dakṣa que se casaron con Kaśyapa se llamaba Danu. Era muy casta y atractiva. Su hijo fue Vipraciti, cuyo hijo fue Damba. Damba era un gran devoto de Viṣṇu, pero no podía tener hijos. Él fue a Puṣkara a cantar el Kṛṣṇa mantra y practicar austeridades. Debido a sus austeridades, el universo se calentó y todos los semidioses fueron a refugiarse en el Señor Brahma. Ellos decidieron ir todos a Śvetadvīpa a ver al Señor Viṣṇu, quien les aseguró que no debían temer, no era el fin del universo. El asura (demonio) Damba estaba realizando austeridades para poder tener un hijo. El Señor Viṣṇu iría a bendecirlo y pacificarlo.

El Señor Viṣṇu fue a Puṣkara y vio a Damba cantando Sus santos nombres. Entonces le dijo: “Damba, ¿qué bendición quieres?”. Damba le ofreció respetos y oraciones y le pidió un hijo que fuese devoto de Kṛṣṇa, invencible por los semidioses y el conquistador de los tres mundos. El Señor le dio la bendición y regresó a Su morada. Damba después también regresó.

En poco tiempo, su esposa quedó embarazada, y el cuarto resplandecía porque en su vientre estaba Sudāmā, que había sido maldecido por Rādhārāṇī. Śaṅkhacūḍa nació y aprendió todo muy rápido, siendo el deleite de la familia. Él fue también a Puṣkara para hacer austeridades y satisfacer al Señor Brahma. Cuando Brahma apareció y le preguntó qué bendición quería, Śaṅkhacūḍa ofreció oraciones y respetos y le dijo: “Por favor, hazme invencible ante los semidioses y también dame la bendición de que pueda casarme con Tulasī”. Entonces Brahma le dio el divino amuleto del Señor Kṛṣṇa, llamado sarva-maṅgala-māyā. Quien lo usase, jamás sería derrotado. También le aseguró que mientras su esposa Tulasī le fuese casta, él sería invencible. Después, Śaṅkhacūḍa fue hasta donde estaba Tulasī, ahora cargando su amuleto. Su rostro brillaba de alegría. Tulasī vio que Śaṅkhacūḍa, que se acercaba en su aeroplano, estaba en el comienzo de su juventud. Era atractivo como Cupido, blanco como la flor Campaka y estaba decorado con joyas y con una guirnalda de flores pārijāta y sándalo perfumado.

A medida que se acercaba, Tulasī escondió su rostro y sonreía con miradas de reojo. Debido a que era el primer encuentro, ella inclinó la cabeza nerviosamente mientras con sus ojos bebía el loto del rostro de Śaṅkhacūḍa. Śaṅkhacūḍa también observaba a Tulasī, que estaba sentada en un asiento con flores y sándalo. Los dientes de Tulasī brillaban como perlas, sus labios eran como la fruta bimba, su nariz bella, y su complexión dorada. Parecía como la luna del otoño. Ella tenía bellos ornamentos brillantes, con jazmines detrás de su cabello y bellos aretes.

Śaṅkhacūḍa se sentó cerca y le dijo: ”¡Oh, bella joven!, ¿De quién eres hija? ¿Y cómo has llegado a este bosque? Pareces ser muy afortunada, la personificación del placer celestial, la mejor de las mujeres. Me imagino que incluso confundes a los santos”. Pero Tulasī no le respondía. Entonces él dijo de nuevo: ”¡Oh, persona agradable!, ¿por qué no me hablas? Yo soy tu sirviente. Por lo tanto dame la gracia de tu voz melódica.

Con un rostro sonriente, la bella Tulasī le dijo: “Yo soy la hija del rey Dharmadvaja, y he estado practicando austeridades en este lugar. Pero... ¿quién eres tú? y... ¿Por qué estás hablando conmigo? Cuando un hombre noble ve una mujer virtuosa, que está sola, no se aproxima para hablar con ella. Así que, vete adonde te plazca. Los śāstras dicen que sólo hombres degradados desean mujeres. Al comienzo, una mujer es dulce para un hombre, pero después es... Aunque de su boca emana miel, su corazón es como un pote de veneno. Aunque usa palabras dulces, su corazón es afilado como una navaja. Para alcanzar sus propios intereses y metas, ella es sumisa con su esposo. De otra manera es insumisa. Aunque su rostro es agradable, su corazón es sucio. Incluso los Vedas y los Purāṇas no pueden soportar su carácter. Un hombre sabio nunca confía en una mujer. Ella no tiene amigos o enemigos, pues lo único que ella desea son nuevos amantes. Cuando una mujer ve un hombre elegante, internamente lo desea, pero externamente parece ser casta y modesta. Es por naturaleza apasionada, atrae la mente del hombre y ansiosamente se ocupa en sexo. Aunque a la vista de los demás parece modesta, cuando está a solas con su amante está lista para tragárselo. Cuando no tiene sexo con él, su cuerpo se quema con ira y comienza a pelear. Cuando su pasión se satisface por completo, ella está alegre; cuando no se satisface, malhumorada.

Una mujer prefiere un buen amante antes que alimentos dulces o bebidas refrescantes. Le gusta más incluso que su propio hijo, y le es más querido que su propia vida. Pero si el amante se vuelve impotente, o viejo, ella lo empieza a considerar un enemigo. Discusiones y peleas surgen, y ella lo devora tal como una cobra come un ratón. Una mujer es crítica, obstinada e infiel. Incluso el Señor Brahma y otros semidioses son ilusionados por ella. Ella es un freno en el camino de las austeridades y un obstáculo para la liberación. Incluso es un impedimento para desarrollar fe por el Señor Hari. Es el abrigo de toda ilusión y representa los grilletes que lo mantienen a uno en el mundo material. Ella es como un mago y falsa como un sueño. Parece ser muy bella, pero es un paquete de sangre, excremento, gas y orina. Cuando Dios la creó, hizo el arreglo para que fuera el espíritu de ilusión para los alucinados y veneno para aquellos que desean la liberación. Por eso, desde ningún punto de vista debe desearse una mujer, y debe ser evitada por todos los medios”.

Śaṅkhacūḍa sonrió y entonces le respondió lo siguiente: ¡”Oh Diosa!, lo que tú has dicho no es completamente falso. En parte es verdad, y en parte falso. Del Creador han surgido mujeres castas, y mujeres incastas. Una es alabada, la otra no. Ejemplos de mujeres castas son Lakṣmī, Saraswatī, Durgā, Sāvitrī y Rādhā. Las mujeres que son expansiones de estas damas castas son auspiciosas, gloriosas y recomendadas. Estas expansiones son Satarūpā, Devahūti, Swadha, Swaha, Dakṣiṅa, Anasūyā, Gaṅgā, Diti, Aditi, Vedavatī, etc. En todos los ciclos y yugas estas mujeres son excelentes. Las prostitutas celestiales también son expansiones o expansiones parciales de las mujeres mencionadas, pero ellas no son alabadas debido a que son incastas.

En realidad, las mujeres que están en la modalidad de la bondad, son virtuosas y puras. Los sabios declaran que ellas son excelentes. Pero aquellas mujeres que están en las modalidades de la pasión o de la ignorancia, no merecen ser glorificadas. Las que están en la modalidad de la pasión están siempre deseando el placer de los sentidos, se ocupan en tal placer, y siempre están tratando de satisfacer sus metas egoístas. Por lo general, tales mujeres no son sinceras, sino ilusionadas e irreligiosas. Comúnmente son incastas. Pero las mujeres en la modalidad de la ignorancia son consideradas las peores. Ellas son irresistibles.

Un hombre noble nunca va a cortejar la mujer de otro hombre, sea en un lugar público o en privado. Pero yo he llegado hasta tí por orden del Señor Brahma, para casarme según el sistema Gandharva“.

Así, Śaṅkhacūḍa mencionó su nombre y contó como los semidioses le temían. Contó lo que había ocurrido en su vida previa, cuando era Sudāmā en Goloka. Tulasī finalmente reconoció que los argumentos de Śaṅkhacūḍa la habían derrotado y que lo estaba probando. Ella dijo que un padre debería dar su hija en casamiento a una persona cualificada. Casar una hija con un hombre enfermo, viejo, pobre, ignorante, ciego, impotente, etc., era tan pecaminoso como asesinar un brāhmaṇa. Pero cuando un padre casa su hija con un vaiṣṇava joven, erudito, bien cualificado y pacífico, recibe el beneficio de diez sacrificios de fuego. Ella comentó que si un padre da a su hija en casamiento considerando el lucro o ganancias, que va a recibir por eso, será enviado al infierno llamado Kumbhīpāka. Y allí, por muchos miles de años, tal pecador es forzado a beber la orina de su hija y a comer el excremento de ella. Y, mientras tanto, gusanos y cuervos lo picotean y comen. Cuando eso termina, dijo Tulasī, nace como una persona enferma y mantiene su vida vendiendo carne.

Tulasī se satisfizo al ver que Śaṅkhacūḍa no estaba bajo su control. Incluso los antepasados y semidioses consideran que un hombre que está bajo el control de la mujer es de baja clase. Incluso sus padres mentalmente no lo aprecian. Tulasī dijo que, según los Vedas, cuando alguien muere en la familia de un brāhmaṇa, éste precisa diez días para purificarse. Si muere alguien de la familia de un kṣatriya se precisan doce días; en el caso de un vaiśya son quince días; y śūdrās u otras clases inferiores precisan veintiún días para purificarse. Pero un hombre que fue conquistado por una mujer nunca se purifica. Él sólo se purifica cuando su cuerpo es cremado y reducido a cenizas. Un hombre cuyo corazón está bajo el control de una mujer, no recibe los frutos de su conocimiento, japa, austeridades, adoración, etc.

En ese momento, el Señor Brahma apareció, le dijo a Tulasī que no había necesidad de poner a prueba Śaṅkhacūḍa. También le dijo a Śaṅkhacūḍa que no deberían perder más tiempo y que debían simplemente juntarse y cambiarse las guirnaldas (como se hace en el casamiento Gandharva). Ellos lo hicieron y Brahma partió. Ellos también partieron después de Brahma, ahora juntos.

Ellos abandonaron la ermita y comenzaron a viajar, y sus corazones se atrajeron con afecto. Ella se colocó a su servicio y él le obsequió joyas que había conseguido con las esposas de los semidioses (Varuṇa, Agni, Indra, Viśvakarma, etc.).Y después de adornarla con las joyas de las esposas de los semidioses, Śaṅkhacūḍa puso los pies de Tulasī en su pecho y declaró ser su sirviente.

Viajaron por jardines, bosques, playas y montañas celestiales. Finalmente, Śaṅkhacūḍa llevó a Tulasī a su propio reino.

Śaṅkhacūḍa reinó durante un período de Manu, y conquistó todos los planetas de los semidioses, Kinnaras, Gandharvas y Rākṣasas. Estos tuvieron que desaparecer de sus palacios sin poder llevar nada, ni siquiera ropas o armas. Indignados, vagando por el universo como mendigos, fueron a quejarse con el Señor Brahma. El Señor Brahma los llevó ante el Señor Śiva y todos juntos fueron hasta la morada del Señor Viṣṇu, para narrarle lo acontecido. Fue en ese momento que el Señor Viṣṇu reveló la verdadera identidad del esposo de Tulasī Devī. Dirigiéndose a Brahma, el Señor Viṣṇu dijo (esta traducción que viene ahora es del libro del GBC: Our Original Position):

”¡Oh (Brahma), que naciste de una flor de loto! Yo conozco toda la historia de Śaṅkhacūḍa, quien anteriormente era Mi devoto, un vaquerito de gran esplendor. ¡Oh dioses! Escuchen todo acerca de esta antigua historia, la cual revela de hecho el carácter de Goloka y destruye los pecados, por ser ésta una causa de piedad.

Un vaquerito llamado Sudāmā, un excelente asociado Mío, entró en un vientre demoníaco debido a la muy violenta maldición de Rādhā. Allí (en Goloka) fui una vez desde Mi casa para el círculo de la danza rasa, abandonando la orgullosa Rādhā. Mi más importante amiga, la más grandiosa. Comprendiendo, a partir del comentario de una sirvienta, que Yo estaba con Virajā, Ella (Rādhā) se irritó, fue allí y nos vio. Y reconociendo a Virajā en la forma de un río y a Mí, que desaparecí, regresó furiosa a Su casa, junto con Sus amigas. Viéndome en la casa, ahora acompañado por Sudāmā, la diosa me regañó muy severamente. Yo permanecí quieto y en silencio.

Escuchando esto, y siendo muy grandioso, Sudāmā se irritó con Ella y en Mi presencia, él rechazó a Rādhā con ira. Oyendo esto, Ella, llena de ira, con Sus ojos de loto rojos, dio una instrucción para que lo alejen del lugar. Sudāmā temblaba. Cien mil sakhīs surgieron de repente, brillando con esplendor, y rápidamente lo apartaron del lugar, mientras él protestaba una y otra vez. Al escucharle, Rādhā se llenó de ira y lo maldijo con estas duras palabras: 'Ahora vete al vientre de una dānava (demonia). En cuanto se estaba yendo, gritando, llorando y postrándose ante Mí, Ella se satisfizo y gritando con compasión lo detenía: ¡Oh niño, detente! ¡No vayas! ¿Adónde estás yendo?, decía Ella una y otra vez. Y llamándolo de esta manera, fue detrás de él, perpleja.

Las Gopīs también lloraban, y todos los Gopas, pues todos ellos estaban muy afligidos. Y también lo estaba Rādhikā, ya que por Mí, se volvió consciente de lo ocurrido.

Rādhā dijo: “Sudāmā, tú regresarás cuando la mitad de un momento haya pasado, habiendo mantenido las condiciones de la maldición”. Y (diciendo): “Ojalá que este pequeño niño regrese aquí. Sin embargo, la mitad de un momento en Goloka correspondería a un manvantara en la Tierra. Oh creador de los mundos. Esta afirmación es un hecho”. (Aquí termina la traducción del libro Our Original Position).

Así fue la historia de cómo Tulasī vino a la Tierra y cómo se casó con el demonio Śaṅkhacūḍa. Después de que el Señor Viṣṇu le explicó toda la historia al Señor Brahma y a los demás semidioses, Él les dijo que, en breve, el Señor Śiva lo mataría con el tridente, pero que en cuanto Śaṅkhacūḍa estuviese usando el amuleto de Kṛṣṇa, nadie podría derrotarlo. Él (el Señor Viṣṇu) les dijo que Él mismo se disfrazaría de brāhmaṇa para sacarle el amuleto. Y porque el Señor Brahma le había dado a Śaṅkhacūḍa la bendición que nadie podría derrotarlo mientras su esposa se mantuviera fiel a él, el Señor Viṣṇu le dijo que también se encargaría de esto. Entonces él moriría y, después de abandonar su cuerpo, Tulasī se volvería la amada esposa de Viṣṇu (tal como ella lo había deseado). Entonces, el Señor Nārāyaṇa le dio Su tridente al Señor Śiva.

Todos regresaron y el Señor Śiva, preparándose para una guerra con Śaṅkhacūḍa, fue a las márgenes del río Puspabhadra. Después envió a Puspadanda, que era el líder de los Gandharvas, con un mensaje para Śaṅkhacūḍa. O Śaṅkhacūḍa les devolvía a los semidioses todo lo que les había robado, o entonces debía prepararse para enfrentar al propio Señor Śiva. Él le comentó que todos los semidioses habían tomado refugio del Señor Hari y que el Señor Hari le había dado Su propio tridente al Señor Śiva. Śaṅkhacūḍa no se atemorizó por tal desafío del Señor Śiva y le dijo al Gandharva que al día siguiente iría en persona a hablar con el Señor Śiva. El mensajero regresó y le dio la respuesta. Mientras tanto, las siguientes personalidades llegaron al lugar en donde se encontraba el Señor Śiva: Kārtikeya (hijo del Señor Śiva), Nandī (su toro transportador), Mahā kāla, Manibhadra, los once Rudras, los ocho Vasus, los doce Ādityas, Indra, Candra, Agni, los dos Aswini Kumāras, Viśvakarmā, Kuvera, Yama, Vāyu, Varuṇa, Maṅgala (el planeta Marte), Budha (Deidad del planeta Mercurio), Dharma Shani (Deidad del planeta Saturno), Kāma, y Bhadrā Kali con sus cien brazos. Bhadrā Kali infundía miedo en los enemigos. En sus cien brazos ella portaba las armas de Garuda, Nārāyaṇa, Varuna, Viṣṇu, serpientes, las armas de Brahma, flechas, hachas, y estaba rodeada por bhūtas, pretas, rākṣasas, yakśas, y brahmararākṣasas, además de yoginīs. Todos ellos se prepararon en formación militar.

Tulasī había tenido malos sueños la noche anterior, y cuando Śaṅkhacūḍa le informó lo que ocurriría, ella se preocupó. Śaṅkhacūḍa le predicó acerca del factor tiempo, el karma y sus resultados, las leyes de la creación, manutención y destrucción. Y porqué el Señor Kṛṣṇa es el origen de Brahma, Viṣṇu y Śiva, creador y destructor de todo, Tulasī debería apenas meditar en Śrī Kṛṣṇa y refugiarse en Él. Siendo trascendental a todo, el Señor Kṛṣṇa no tenía ni comienzo ni fin y era el origen de toda existencia.

Śaṅkhacūḍa le recomendó adorar al consorte de Rādhā, Śrī Kṛṣṇa, quien es la Superalma de todos. Él le dijo que se refugiase en Kṛṣṇa, bajo cuya orden el viento sopla, la muerte llega, el Sol brilla y el pasto se mueve. “¡Busca al Supremo Señor Kṛṣṇa!”, dijo Śaṅkhacūḍa, y continuó describiendo las glorias del Señor Kṛṣṇa como el amigo de todos. Aconsejó a Tulasī a rendirse a Él y a orarle.

Él le dijo que debido al karma, la providencia los había unido y la misma providencia los separaría. Él le recordó que en Badarikāśrama ella se ocupó en austeridades para obtener al Señor Nārāyaṇa y ahora lo obtendría. Śaṅkhacūḍa había hecho austeridades para tener a Tulasī como esposa, y lo consiguió por las bendiciones del Señor Brahma. Muy pronto, Tulasī obtendría a Govinda en Goloka Vṛndāvana, y después de abandonar su cuerpo demoniaco, Śaṅkhacūḍa (Sudāmā) también iría para allí. Por eso, Śaṅkhacūḍa le aconsejó a Tulasī a no preocuparse por él y que ella misma abandonaría ese cuerpo e iría con el Señor Hari. Así, ella no debía preocuparse ni lamentarse.

Śaṅkhacūḍa pasó la noche con Tulasī en un cuarto lleno de joyas, diamantes y sándalo. Pero Tulasī, que no había comido nada ese día, comenzó a llorar. Nuevamente Śaṅkhacūḍa la pacificó. Śaṅkhacūḍa había recibido instrucciones del Señor Kṛṣṇa en el bosque de Bandiravana y estas instrucciones podrían disipar cualquier lamentación. Ahora, con cuidado, le transmitió estas instrucciones a Tulasī. Después de recibirlas y asimilarlas, la felicidad de Tulasī no tenía límite, pues entendió que todo lo que existe en este mundo es temporal. Después, pasaron la noche juntos como esposo y esposa.

A la madrugada siguiente, cuando llegó el Brāhma-muhūrta, Śaṅkhacūḍa se lavó y se puso ropas limpias. Después fue a adorar sus Deidades, Les dio joyas, oro y ropas en caridad a los brāhmaṇas y elefantes, vacas y caballos a los pobres. Distribuyó las muchas aldeas entre los brāhmaṇas y puso a su hijo, Sucandra, como Rey activo, confiándole la protección de la familia, tesorería, riquezas y otras propiedades. Śaṅkhacūḍa se vistió para la guerra, y rodeado de miles de caballos, cuadrigas y millones de soldados, se dirigió hacia donde estaba esperando el Señor Śiva.

El Señor Śiva estaba a orillas del río Puspabhadra (que era donde el Señor Kapila practicó austeridades y donde los sabios alcanzan autorrealización). Al verlo, Śaṅkhacūḍa le ofreció reverencias postrándose junto con todo su ejército. También le ofreció respetos a Bhadrā Kali y a Kārtikeya. Ellos lo bendijeron. El Señor Śiva le explicó que tanto los demonios como los semidioses provenían de los mismos progenitores del universo y eran por lo tanto una familia. Además, Śaṅkhacūḍa era un vaiṣṇava, quienes no pelean por nada mundano ni se interesan por nada material (incluyendo la posición de Indra). Ya que era devoto de Kṛṣṇa, ¿por qué les estaba causando a los semidioses tantas ansiedades? Todos eran descendientes de Kaśyapa Muni. Por eso, debería devolverle las cosas a los semidioses, ya que peleas entre la familia son peor que matar un brāhmaṇa. Por otro lado, continuar con la pelea para mantener el prestigio no sería algo duradero, ya que en este mundo todo cambia, incluyendo las virtudes a través de las yugas, el movimiento de las estaciones, de los planetas, etc. Le recordó como Bali Mahārāja y otros se sometieron a tantos cambios. Sólo el Señor Kṛṣṇa- dijo el Señor Śiva- es transcendental, aunque asuma muchas formas diferentes. Él dijo que quién canta el nombre del Señor Kṛṣṇa (como el propio Śiva lo hacía día y noche), trasciende las modalidades de la naturaleza. Aunque el Señor Kṛṣṇa asume tantas formas, Él es siempre trascendental.

Śaṅkhacūḍa agradeció y glorificó al Señor Śiva una y otra vez. Humildemente reconoció lo que Śiva había dicho, pero preguntó lo siguiente. Si pelear con la familia es pecaminoso ¿por qué el Señor Viṣṇu siempre fue parcial con los semidioses y mató los miembros de la familia dānava (demonios) tales como Hiraṇyākṣa, Hiraṇyakaśipu, etc.? Le dijo que, para el Señor Śiva, sería una vergüenza si también se colocaba del lado de los semidioses. Le dijo también que sería una vergüenza si él (Śaṅkhacūḍa) derrotaba al gran Señor Śiva. El Señor Śiva sonrió y reconoció que jamás había existido un demonio como Śaṅkhacūḍa, ya que él era un asociado íntimo del Señor Kṛṣṇa en Goloka. Por lo tanto, sería una honra ser derrotado por Śaṅkhacūḍa. Ellos pararon de hablar y se prepararon para la gran guerra.

Al principio, ni el Señor Śiva ni Śaṅkhacūḍa entraron directamente en el campo de batalla. Pero después cuando los semidioses estaban perdiendo y entraron Kārtikeya y Bhādra Kali, Śaṅkhacūḍa tuvo que entrar. Ni Kartikeya ni Bhādra Kali pudieron derrotar a Śaṅkhacūḍa. Entonces el Señor Śiva entró en la batalla. La lucha fue terrible y aunque todos los soldados demonios de Śaṅkhacūḍa huyeron del campo de batalla, él permanecía. Entonces, el Señor Śiva, viendo que no podía derrotar a Śaṅkhacūḍa, decidió lanzar su tridente. Entonces, en el cielo se escuchó una voz que decía: “Señor Śiva, tú nunca haces nada en contra de las leyes del Dharma, por lo tanto, no uses tu tridente. Mientras su esposa sea casta, y mientras esté usando el amuleto del Señor Kṛṣṇa, Śaṅkhacūḍa no podrá ser derrotado”.

Oyendo esto, el Señor Śiva fue a consultar el problema con el Señor Viṣṇu, quien le aseguró que se encargaría personalmente del asunto.

Asumiendo la forma de un brāhmaṇa, el Señor Viṣṇu se aproximó a Śaṅkhacūḍa para pedir caridad. Cuando Śaṅkhacūḍa le prometió que le daría cualquier cosa que el brāhmaṇa desease, este último le pidió el amuleto (talismán) de Kṛṣṇa, y Śaṅkhacūḍa se lo dio sin vacilar. Después, el Señor Viṣṇu se transformó a Sí Mismo en Śaṅkhacūḍa y volvió a su palacio, (donde Tulasī vivía).

Cuando supo que su esposo había regresado, Tulasī sintió una enorme felicidad. Ella no podía creer que Śaṅkhacūḍa aún estuviera vivo, incluso después de luchar una batalla con el poderosísimo Señor Śiva. Después de recibir y adorar a su esposo del modo apropiado, Tulasī le preguntó lo que había ocurrido en el campo de batalla. Śaṅkhacūḍa le dijo que la lucha con el Señor Śiva había sido muy dura, pero como ninguno consiguió matar a su adversario, el Señor Brahma apareció y les pidió que parasen la guerra y llegasen a un acuerdo. Por eso, obedeciendo al Señor Brahma, él ahora había regresado. Esa noche, Śaṅkhacūḍa, que en realidad era el propio Señor Viṣṇu, durmió con Tulasī en la intimidad de marido y mujer. De esa manera, y sin saberlo, Tulasī perdió su castidad en relación con Śaṅkhacūḍa.

Mientras tanto, en el Campo de Batalla, el Señor Śiva percibió que ahora sí podría usar su tridente. Este tridente destruye el universo por su propia voluntad. Sólo el Señor Viṣṇu y el Señor Śiva pueden usarlo. Entonces, el Señor Śiva permitió que el tridente fuese en dirección a Śaṅkhacūḍa y lo destruyese. Cuando Śaṅkhacūḍa vio el tridente de la devastación universal aproximarse, entendió que había llegado el momento de regresar a Goloka Vṛndāvana. Por la gracia del Señor, la maldición ya había terminado. El volvería a ser un vaquerito y su esposa Tulasī también obtendría la satisfacción de sus deseos de asociarse con el Señor Viṣṇu en Vaikuṇṭha y con el Señor Kṛṣṇa en Goloka. Entendiendo esto, Śaṅkhacūḍa dejó caer su arco, flechas y armas, se sentó en postura de yoga, alejó su mente de todo-- los objetos mundanos y, con gran devoción, meditó en los pies de loto de su amado amigo Kṛṣṇa. El tridente llegó ante Śaṅkhacūḍa y comenzó a circunvalarlo por algún tiempo. Después, por la orden del Señor Śiva, destruyó la cabeza de Śaṅkhacūḍa y redujo su cuadriga a cenizas. Después, el tridente regresó con el Señor Śiva, y finalmente hasta Nārāyaṇa. Todos los semidioses arrojaron flores sobre el Señor Śiva y el Señor Viṣṇu lo alabó. Ahora, el mayor demonio que jamás el universo había conocido, dejaría de causar problemas a los semidioses asistentes del Señor Viṣṇu. Movido por compasión, el Señor Śiva arrojó los huesos del demonio en el océano, y éstos se convirtieron en todas las caracolas y conchas del mundo. Por esto se consideran muy puras y auspiciosas en la adoración. El agua que se coloca dentro de la caracola, también se considera muy sagrada y satisface a los semidioses por ser tan sagrada como el agua de cualquier río sagrado. Ésta puede ser ofrecida a todos los semidioses, aunque no al Señor Śiva. Lakṣmī vive con gran deleite donde sea que la concha se sople alto. El Señor Hari y la Diosa Lakṣmī viven en cualquier lugar en que haya una caracola, haciendo que las cosas inauspiciosas desaparezcan. Sin embargo, si un śūdra posee o sopla la concha, Madre Lakṣmī se aleja.

Subiéndose a su toro transportador, el Señor Śiva regresó a su residencia. Los semidioses regresaron a las suyas. Pero antes de irse, el Señor Śiva liberó a Śaṅkhacūḍa de la maldición y lo bendijo a recuperar su forma original de Sudāmā. Muchos vaqueritos de Goloka Vṛndāvana, Sudāmā entró al cielo espiritual. Cuando Sudāmā vio a Śrīmati Rādhārāṇī y al Señor Kṛṣṇa, se postró a Sus pies de loto con devoción. Viéndolo, la Pareja Divina sintió un gran amor por él. Y expresando tal felicidad en Sus rostros, Rādhā y Kṛṣṇa lo levantaron y colocaron en Sus regazos. Esta es la historia de Sudāmā: como vino de Goloka, purificó el mundo con las auspiciosas conchas (Śaṅkha) y regresó a Goloka.

La maldición de Tulasī, por la misericordia del Señor Viṣṇu, también estaba llegando a su fin. Mientras Śaṅkhacūḍa estaba siendo destruido por el tridente, Tulasī estaba durmiendo con el Señor Viṣṇu. Al día siguiente, cuando Tulasī abrió los ojos, sospechó que esa persona que estaba acostada con ella, no era su esposo. Percibió que la manera en que ahora Śaṅkhacūḍa estaba expresando su afecto conyugal, era diferente a como lo había hecho en el pasado. ¿Por qué? Ella entendió que no era su esposo. Con la voz entrecortada por una mezcla de ansiedad, perplejidad e ira. Tulasī dijo:

“¿Quién eres tú?, dímelo inmediatamente, ¿quién eres? Tú no eres mi esposo. Has venido tan sólo para hacerme perder la castidad. Ahora, ¡muestra tu forma verdadera!”. El Señor Viṣṇu reveló entonces Su bella forma de cuatro brazos, con joyas, guirnaldas, yelmo de oro, bello tilaka y sonrientes ojos de loto. Su mirada era muy pacífica y agradable. Al verlo sentado a su lado, en su cama, Tulasī desmayó. Poco después, cuando recuperó la conciencia, estaba confusa e indignada. ¿Por qué el Señor Viṣṇu había hecho eso para matar a Su propio devoto y satisfacer los semidíoses? Debido a que no podía entender que no había otra forma de poner fin a la maldición de Rādhārāṇī, a no ser de la manera como el Señor lo hizo, Tulasī dijo que Él tenía un corazón duro como una piedra para hacer eso, y así lo maldijo: “¡Te volverás una piedra!”. Entonces, todavía confundida y con sus sentimientos mezclados, empezó a llorar.

El Señor Viṣṇu la consoló. Poco a poco, citando las reglas del Dharma, le hizo comprender que esa era la única manera en que podía haber procedido para satisfacer los deseos de todos, incluyendo los de ella. Tulasī lo había adorado y también había hecho austeridades por miles y miles de años para poder obtenerlo como esposo. Pero para que eso ocurriese, Śaṅkhacūḍa debería morir. ¿Cómo Śaṅkhacūḍa podría morir si había recibido la bendición de que no moriría en cuanto su esposa le fuese fiel y casta? Por otro lado, Śaṅkhacūḍa debía permanecer fuera de Goloka tan sólo por el tiempo de un manvantara, y ese tiempo ya había transcurrido. Él debía regresar. Goloka era su lugar eterno y Rādhā y Kṛṣṇa, sus amados señores, lo estaban esperando. Pero ¿cómo podría regresar si no moría? ¿Y cómo podría morir si su esposa se mantenía casta? Por eso, no había otra alternativa para satisfacer los deseos de todos. Violar la castidad de Tulasī era el único medio.

Tulasī entendió y se apaciguó. Por la orden del Señor Viṣṇu, Tulasī abandonó su cuerpo y adquirió un cuerpo bello y dorado, con cuatro brazos, apto para ser la amada esposa del Señor Viṣṇu. Así como el cuerpo de Śaṅkhacūḍa se convirtió en las caracolas (dentro de las cuales residen Lakṣmī y Nārāyaṇa), el cuerpo de Tulasī, por el deseo del Señor, se convirtió en el río Gaṇḍakī, en Nepal. Fue entonces cuando cada uno de sus cabellos se convirtieron en sagradas plantas. Y debido a que nacieron de Tulasī, recibieron el mismo nombre. Todos los residentes de los tres mundos comenzaron a realizar adoración con las hojas y las flores de este arbusto. Siendo la regente de esta sagrada planta, Tulasī se mantuvo siempre unida al Señor Supremo. Después, la santa y divina Tulasī creció en Goloka, en las márgenes del río Virajā (Yamunā), en el lugar de la danza rasa, y en los bosques de Vṛndāvana, tales como Bandira, Campaka, Mādhavī, Ketakī, Kuṇḍa y Mālatī.

Aquí en la Tierra, Tulasī se volvió la deidad regente de la planta, y al mismo tiempo, porque crecería también en la morada de Govinda. Tulasī podría estar siempre compartiendo pasatiempos íntimos con Kṛṣṇa en Goloka. Y en Vaikuṇṭha, así como Lakṣmī, Tulasī también permaneció con el Señor Viṣṇu.

En lo que se refiere al Señor Viṣṇu, por causa de la maldición de Tulasī, se volvió una piedra en la villa de Muktinatha, a orillas del río Gaṇḍakī (que era el cuerpo de Tulasī). La montaña en donde esta piedra apareció se llamaba Anapurna. Y por los pequeños dientes de ciertos animales o insectos, estas piedras se separarían de la montaña y caerían en el río Gaṇḍakī. Serían conocidas como Śālagrāma-śīlā.


De esta manera, tanto Sudāmā como Tulasī, regresaron a Goloka dejando maravillosas bendiciones para nosotros, las almas condicionadas. Ahora, Tulasī ya no precisaba temer a Śrīmati Rādhārāṇī, Quien, estando muy complacida con ella, aprobaría sus relaciones amorosas con Govinda. En realidad, Tulasī Devī es una expansión parcial de Vṛnda Devī y Vṛnda Devī es una expansión de Śrīmati Rādhārāṇī. La relación entre Śrīmati Rādhārāṇī y Tulasī Devī es muy dulce y agradable. Vamos a oir algunas historias que nos permitirían apreciar mejor todo este trascendental tema.
Pasatiempos de Śrīmati Rādhārāṇī y Tulasī Devī


Vṛnda Devī es quien hace los arreglos para que ocurran los encuentros secretos e íntimos entre Śrīmati Rādhārāṇī y Śrī Kṛṣṇa. Vṛndāvana es la tierra de Vṛnda Devī, en donde ella es la reina y propietaria. Sin embargo, en cierta ocasión en el pasado, Vṛnda Devī ofreció todo Vṛndāvana (que era su reino), a los pies de loto de Śrīmati Rādhārāṇī. Esta es la causa por la cual Śrīmati Rādhārāṇī es considerada la verdadera reina de Vṛndāvana y el Señor Kṛṣṇa es el verdadero rey.

Un día, Śrīmati Rādhārāṇī estaba pensando: “Vṛnda Devī es tan maravillosa. Ella me ha dado todo, incluyendo sus tierras y su reino. Y es tan servicial, siempre haciendo arreglos para que me encuentre con Kṛṣṇa. Me pregunto cómo seré capaz de reciprocar y devolverle este favor, haciendo algo para ella con amor, de la misma manera como ella lo hace por Mí”.

Así, un día Śrīmati Rādhārāṇī llamó a todas Sus asociadas más confidenciales, tales como Lalitā y Vishaka. Entonces hicieron un plan. Ellas construyeron un bello trono, grande, lo suficiente para que dos personas pudiesen sentarse. Cuando Vṛnda Devī llegó, de una manera u otra, hicieron que ella se sentase en ese trono, sin que sospechase nada. Inmediatamente después que se sentó en el trono, algunas otras gopīs lideradas por Vishaka, trajeron a Kṛṣṇa y también hicieron que Él se sentase cerca de Vṛnda Devī, en el mismo trono. En ese momento llegó Lalitā Devī, y realizando el papel de un sacerdote, comenzó a cantar todos los mantras que se invocan durante una ceremonia de matrimonio. La propia Śrīmati Rādhārāṇī intercambió las guirnaldas de flores entre Kṛṣṇa y Vṛnda Devī, y de esta manera Śrī Rādhikā los casó.

En otra ocasión, Śrīmati Rādhārāṇī adoró completamente a Tulasī Devī. La historia se describe en el segundo canto del Garga Saṁhitā. Eso ocurrió en Vṛndāvana, cuando Candramana, una amiga de Śrīmati Rādhārāṇī, escuchó instrucciones diversas direcamente de labios de Gargamuni. Sabiendo esto, Rādhārāṇī le preguntó que tipo de adoración debía Ella (Rādhā) realizar para satisfacer a Śrī Kṛṣṇa y también para obtener buena fortuna, virtudes y la satisfacción de Sus deseos. Después de considerar esta pregunta por un momento, Candramana le dijo que servir a Tulasī Devī le otorga a uno la mayor virtud, buena fortuna y bendiciones, además de ofrecer la compañía del Señor Kṛṣṇa. Ella le aconsejó a Rādhārāṇī a observar a Tulasī con mucha atención y concentración, tocarla, meditar en ella, glorificarla, postrarse ante ella, ofrecerle oraciones, plantarla, cuidarla y adorarla. Candramana le garantizó a Rādhārāṇī que si Ella hacía esto, Tulasī Le satisfaría todos los deseos. De la misma forma, cualquiera que le preste a Tulasī servicio de esas nueve maneras, alcanza los resultados que obtiene alguien que realiza actividades piadosas en muchos miles de millones de eras o yugas.

Candramana continuó diciendo que quien planta a Tulasī libera a su familia del ciclo de nacimientos y muertes. El número de ramas, ramitas, semillas, hojas y flores que tenga la planta de Tulasī que esa persona plantó, será el mismo número de antepasados y descendientes en su familia, por miles de yugas, que irán para la trascendental morada del Señor Kṛṣṇa. Cuando alguien Le ofrece al Señor apenas una sola hoja de Tulasī, alcanza el resultado de ofrecer todas las flores y hojas que existen. Aquel que adora al Señor Kṛṣṇa con hojas de Tulasī, no es tocado por el pecado, así como un pétalo de loto no es tocado por el agua. Los sirvientes de Yamarāja nunca entrarán en una casa que esté en el medio de un bosquecillo de Tulasīs. Si alguien planta, protege, riega, contempla o toca la planta de Tulasī, Tulasī reduce a cenizas las reacciones de los pecados cometidos con su cuerpo, mente y palabras. Lagos sagrados como el Puṣkara, ríos sagrados como el Ganges y Deidades tales como el Señor Vāsudeva, viven en una única hoja de Tulasī. El Señor Kṛṣṇa se vuelve un sirviente sumiso de alguien que sirve la planta de Tulasī todos los días.

Después de oír esto, Śrīmati Rādhārāṇī hizo el voto de servir a Tulasī Devī y así complacer al Señor Kṛṣṇa. Siguió las instrucciones de Gargamuni, y durante seis meses sirvió diariamente a Tulasī. Cuando completó Su voto, Rādhārāṇī alimentó innumerables brāhmaṇas y les donó enormes cantidades de riquezas. Viendo esto, los habitantes del cielo comenzaron a tocar sus tambores y las apsarās comenzaron a bailar. Los semidioses arrojaron flores encima del templo de Tulasī. Entonces, la bella Tulasī de cuatro brazos, que es muy querida al Señor Kṛṣṇa, apareció.

Sus ojos eran como los pétalos de una flor de loto y usaba una corona de oro y aretes refulgentes. Tulasī estaba sentada en un glorioso trono que poseía un pedestal. Cuando Tulasī descendió del hermoso trono, se aproximó a Śrīmati Rādhārāṇī, la abrazó y la besó. Śrī Rādhikā estaba adornada con una fresca guirnalda vaijayantī. Tulasī le dijo a Rādhā:

“Estoy muy satisfecha contigo y fui eternamente conquistada por Tu devoción amorosa. Tú has seguido Tu voto con mucha fe, como si fueses un ser humano común. Tú conseguirás cualquier cosa que desees dentro de Tu corazón, mente, inteligencia y sentidos. El Señor Kṛṣṇa será bondadoso contigo. ¡Qué afortunada eres!”. Al oír esto, Śrīmati Rādhārāṇī se postró ante Tulasī y le oró de la siguiente manera: ¡”Que Yo pueda tener devoción pura por los pies de loto del Señor Kṛṣṇa!”. Tulasī respondió: “¡Sí! ¡La tendrás!”. Y entonces desapareció.

Rādhā, la hija del rey Vṛṣabhānu, regresó a Su casa sintiendo inmensa felicidad en Su corazón.

Quien sea que escuche esta sorprendente narración acerca de Śrīmati Rādhārāṇī, alcanzará riquezas, placer, virtudes y la suprema meta espiritual de la vida: Amor por el Señor Śrī Kṛṣṇa.

Vṛnda Devī, de quien Tulasī Devī de cuatro brazos es su expansión en Vaikuṇṭha y la sagrada planta de Tulasī es su expansión en el mundo material, reside en Goloka Vṛndāvana y está constantemente asistiendo a Śrīmati Rādhārāṇī en Sus diversiones con Śrī Kṛṣṇa.

En la madrugada, Vṛnda Devī se encarga de despertar a Rādhā y Kṛṣṇa, Quienes duermen en los pequeños kuñjas (áreas de bellos arbustos) de los bosques. Con bastante prisa, Vṛnda Devī envía a la pareja de vuelta para Sus casas, en Nanda-grāma (Kṛṣṇa) y Javat (Rādhā). Vṛnda Devī hace esto antes que los parientes de Rādhā y Kṛṣṇa puedan despertar al amanecer y descubrir que Ellos han pasado toda la noche afuera.

Es Vṛnda Devī quien Le entrega a Kṛṣṇa las cartitas de amor, los aretes hechos a mano con flores y las guirnaldas.

Después de bañarse en ríos de aguas tan brillantes que derrotan el esplendor del oro y del relámpago, Vṛnda Devī se viste con bellas ropas. Su rostro es extraordinariamente bello, tiene una perla en la nariz y una maravillosa y dócil sonrisa se le dibuja en los labios, los que son rojizos como la fruta bimba. Y entonces se ornamenta con joyas muy atractivas.

Por la orden de Vṛnda Devī, los bosques en donde Mādhava disfruta Sus pasatiempos, son decorados con botones de flores y flores recién abiertas. Por su orden aparecen los venados, las abejas, la miel y otras cosas espléndidas. Es ella quien decide qué vientos deben soplar, qué flores deben abrir y cuáles animales deben aparecer. Siempre que las Gopis y Kṛṣṇa juegan a Holi (tirándose aguas coloridas), Vṛnda Devī es quien se encarga de vestirlos a todos con paños blancos y finos y ponerles las guirnaldas. Entonces les da las jeringas, los colores, etc. Cuando Rādhā y Kṛṣṇa juegan a los dados, Vṛnda Devī se pone al lado de Rādhā para ver que Kṛṣṇa no haga trampas. Es ella quien lleva a Kṛṣṇa y a las Gopis al Rādhā-kunda para que entren en el agua, y unos a los otros se salpiquen esta sagrada agua del lago de Rādhāráni. Cuando Rādhā le gana a Kṛṣṇa en esta diversión, Vṛnda y otras asistentes gritan: “¡Jay Rāḍhe!”. Y cuando Kṛṣṇa gana, Subala y Madhumaṅgala gritan: “¡Jay Kṛṣṇa!”.

Junto con sus muchas siervas, Vṛnda Devī, además de decorar el bosque de los pasatiempos, barren los caminos y las entradas de las cabañas enjoyadas que existen en las riberas del Rādhā Kuṇḍa. Ellas rocían con aguas perfumadas este lugar, y ponen flores aromáticas en las entradas o arcos de estas cabañas. Ellas adornan los columpios en donde Rādhā y Kṛṣṇa se divertirán, y también preparan muchos platos agradables con frutas del bosque y refrescantes néctares con miel servidos en potes de oro. Cuando Rādhārāṇī llega para divertirse, Vṛnda La acompaña y La lleva hacia el lugar combinado para el encuentro con Kṛṣṇa. Entonces, ella utiliza dos papagayos hembras para que espíen el camino y les informen si de algún lugar están llegando las dos damas que arruinan toda la diversión: una es Jaṭila (la suegra de Rādhārāṇī) y la otra es Candrāvalī (la rival de Rādhārāṇī). Entonces, durante la noche de la danza rasa, Vṛnda Devī distribuye entre las gopīs diversos instrumentos de cuerda, viento y percusión. Tocando los instrumentos con mucha habilidad, ejecutan un concierto musical celestial. Y cuando los que danzan se fatigan, Vṛnda Devī les da esas frutas y bebidas que estaban preparadas en los potes de oro.

Como Śrīla Raghunātha Dās Goswāmī oró: “Desbordando por una gran inundación de amor y decorando el siempre floreciente bosque de Vṛndavana con muchas flores fragantes. Vṛnda Devī crea una atmósfera festiva para que Śrī Śrī Rādhā-Kṛṣṇa se ocupen en trascendentales pasatiempos con Sus queridas amigas. ¡Que yo me pueda rendir a Vṛnda Devī!”.

En realidad, Vṛnda Devī es la potencia del Señor Kṛṣṇa para realizar pasatiempos. Śrīla Viśvanātha Cakravarti Ṭhākura comenta esto en su Vṛndaṣṭaka, en donde menciona: līlābhidāna kila kṛṣṇa śakti. “Tú eres la potencia de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa”. Comentando el verso 55 del Capítulo 39 del Décimo Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, Śrīla Viśvanātha Cakravarti Ṭhākura explica esta potencia de los pasatiempos de Kṛṣṇa, que se manifiesta a través de Vṛnda Devī o Tulasī Devī. Él escribe: “śrī es la potencia de riqueza; puṣṭi es la de fuerza; gīr es de conocimiento; kānti de belleza; kīrti de fama y tuṣṭi de renuncia. Estas son las seis opulencias del Señor. Ella es Su bhū-śakti, también conocida como sandhinī, la potencia interna de la cual el elemento tierra (bhū) es una expansión. Ūrja es Su potencia interna para realizar pasatiempos, y se expande como la planta de Tulasī en este mundo”.

No debería existir conflicto de comprensión para entender si las plantas de Tulasī son una sola alma o muchas, o si existe en Goloka Vṛndāvana pero es diferente de la Tulasī de Vaikuṇṭha o de la Tierra, etc. Śrīla Prabhupāda aclaró eso en la siguiente carta:

“Las plantas de Tulasī son almas liberadas que desean servir a Kṛṣṇa de esa manera... Expansión significa residir en Goloka Vṛndāvana y al mismo tiempo expandirse por todo el universo. Así como Kṛṣṇa puede expandirse, Sus devotos también pueden”.

Por lo tanto, Vṛnda Devī está en Goloka Vṛndavan y al mismo tiempo en Vaikuṇṭha  (con cuatro brazos y como esposa del Señor Nārāyaṇa) y también está como la planta de Tulasī tanto en Goloka como en toda la creación material.

Śrīla Prabhupāda comentó una vez lo siguiente acerca de Tulasī: “Sí, Śrī Tulasī es la eterna consorte de Kṛṣṇa y la devota más pura, y por lo tanto, la planta de Tulasī es adorada por los vaiṣṇavas...”.

Los śāstras nos dicen que Kṛṣṇa no acepta nada- ni alimentos, ni bebidas, ni abhiṣeka o baño- si no le colocamos hojas de Tulasī; por eso, existen cartas en donde Śrīla Prabhupāda pide que en cada preparación haya una hoja de Tulasī. El Bṛhad-nāradīya Purāṇa explica esto del siguiente modo:

tulasī vinā ya kriyate na pujā
snānam na tat val tulasī vinakṛtam
bhuktam na tat yat tulasī vinakṛtām
pitam na tat yat tulasī vinakṛtām

“Pūjā, baño y ofrendas de alimentos y bebidas realizadas sin Tulasī no pueden ser consideradas como pūjā, baño u ofrendas al Señor. El Señor no acepta, ni bebe nada, que no tenga Tulasī''.

Y ācāryas como Candraśekhara han escrito:

chapanna bhoga, chatrisa byañjana
vina tulasī prabhu eka nahi mani

“El Señor no muestra el mínimo interés por ninguna de las cincuenta y seis ofrendas o treinta y seis curris si estos se ofrecen sin una hoja de Tulasī”.

El Vāyu Purāṇa explica lo que se debe hacer en algún día de emergencia en el cual no se encuentran disponibles hojas de Tulasī:

tulasī rahitam pujam
na grhnāti sada harih
kaṣṭham vā sparsayed tatra
no cet tannamato yajet

 “EL Supremo Señor Hari no acepta ninguna adoración sin Tulasī. Por lo tanto, si no se pueden conseguir hojas de Tulasī, se puede usar la madera de Tulasī para tocar el cuerpo del Señor Supremo. Y si uno ni siquiera puede conseguir madera de Tulasī, debe entonces cantar el nombre de Tulasī mientras adora al Señor Hari”.

Śrīla Prabhupāda comentó una vez que Viṣṇu ama mucho las hojas de Tulasī, y que todas las Deidades Viṣṇu Tattva requerían hojas de Tulasī en gran cantidad. El mismo comentario hizo Śrīla Prabhupāda cuando dijo que en ISKCON se instalarían las śālagrāma-śīlā y que por eso los devotos debían tener siempre muchas hojas de Tulasī. Śrīla Prabhupāda también comentó que al Señor Viṣṇu le gustan las guirnaldas de hojas de Tulasī y que una hoja de Tulasī mezclada con pulpa de sándalo, y colocada a los pies de loto del Señor, consistía la adoración más elevada. Incluso una vez, un devoto le envió a Prabhupāda una hoja de Tulasī mahā-prasāda que estaba untada con pulpa de sándalo y había sido ofrecida a los pies de loto de la Deidad. Śrīla Prabhupāda le agradeció, diciéndole que era el mejor regalo que uno puede recibir: “Por recibir este regalo- escribió Śrīla Prabhupāda-, uno se libra de las reacciones pecaminosas y obtiene una oportunidad para ocuparse en el servicio devocional”. Así. Prabhupāda exhibió su humildad. Sin embargo, Śrīla Prabhupāda nos instruyó a nunca ofrecer hojas de Tulasī a los pies de loto de alguna Deidad que no fuese Viṣṇu Tattva. Viṣṇu Tattva son: Śrī Caitanya Mahāprabhu, Nityānanda Prabhu, Advaita Ācārya Prabhu. Śrī Nṛsiṁhadeva, Śrī Balarāma; Śrī Jagannātha, Śrī Rāmacandra. Śrī Lakṣmana, Śrī Kṛṣṇa, Śrī Govardhana silá, Śrī Sálagráma silá y otras silás tales como Matsya, Kūrma, etc. Śrīmati Rādhārāṇī, Śrīmati Subhadrā, Śrīmati Sītā Devī, Śrīmati Lakṣmī Devī  Prāhlada Mahārāja, Śrī Hanumān, Gadādhara Prabhu y Śrīvasa Prabhu no son Viṣṇu Tattvas y por lo tanto no se Les pueden colocar las hojas de Tulasī a Sus pies de loto ni poner guirnaldas de Tulasī. Por otro lado, como Śrīla Prabhupāda nos enseñó, se Les pueden colocar las hojas y las guirnaldas en Sus manos para que Ellos las ofrezcan a los pies de loto de los Viṣṇu Tattva.

Una historia que ocurrió en Vṛndāvana nos muestra cuánto Kṛṣṇa aprecia la hojas de Tulasī y cómo sólo se siente satisfecho cuando éstas se le ofrecen con el bhoga.

Se cuenta que cuando los vaqueros de Vṛndāvana adoraron la colina de Govardhana, le ofrecieron miles y miles de rasagullās, gulab jamuns, lāḍdus y purīs. También Le ofrecieron montañas de samosās, kacoris y pakorās. Habían preparado también lagos con arroz dulce, yogur y leche. En pocos minutos, Kṛṣṇa comió todo eso. Los lagos y montañas de alimentos desaparecieron y todo acabó. Entonces, Giri Govardhana comenzó a gritar con fuerza: “Annyore, annyore” (traigan más, traigan más). Comprendiendo que no tenían nada más para ofrecer, los Vrājavasīs se preocuparon. En Su forma de vaquerito, y con las manos juntas en forma de oración, Kṛṣṇa comenzó a orar a Giri Govardhana: ¡”Oh, Giri Govardhana, somos vaqueros pobres! ¿De dónde vamos a conseguir más? ¿Cómo podremos ofrecerte más de aquello que ya te hemos ofrecido?”. Sin embargo, Giriraja Govardhana continuó gritando muy fuerte: “Annyore, annyore”. Kṛṣṇa de nuevo Le dijo: “Nosotros juntamos todo lo que teníamos, lo trajimos y Te lo ofrecimos para Tu completo placer y satisfacción. Asi Te adorarnos de la forma más opulenta que pudimos. Por favor, acepta esto y permanece satisfecho, bendiciéndonos por nuestro esfuerzo”. Entonces los brāhmaṇas fueron adonde había una planta de Tulasī y recogieron hojas tiernas. Ellos se las ofrecieron y fue sólo después de esta ofrenda de algunas hojas de Tulasī que Govardhana se sintió completamente satisfecho. Expresando Su satisfacción, el Señor (Govardhana) dijo: “Tiptos meen, tiptos meen” (Ahora estoy satisfecho). Entonces Él devolvió todos los alimentos, incluyendo samosās, kacoris, lāḍdus, halavā, yogur, etc. Ahora todo era mahā-prasādam.

Hemos visto así como es tan importante tener hojas de Tulasī frescas y bonitas. Claro que, según los śāstras, incluso si se han recogido unos tres días atrás o si están secas, se le pueden ofrecer al Señor.

Ahora, sabiendo cómo es importante la adoración, devoción y servicio a la planta de Tulasī Devī, vamos a describir informaciones técnicas y prácticas para que los devotos sepan cómo lidiar con Tulasī en el servicio y asociación cotidianos.
Sirviendo a Tulasī Devī



Hay muchas instrucciones, tanto de las Escrituras como también de Śrīla Prabhupāda, que nos permitirán servir a Tulasī Devī sin cometer ofensas. De forma similar, saber cómo cuidarla de manera práctica, además de saber cómo relacionarnos con ella, será indispensable para satisfacer a Tulasī Devī y a Śrīla Prabhupāda. En esta sección del libro, trataremos de proporcionar la mejor y más completa información. Comenzaremos primero con los cuidados prácticos de Tulasī, teniendo en cuenta las experiencias de dos devotos argentinos que siempre han cuidado a Tulasī Devī: Jīva Goswāmī prabhu y Guṇeṣvara prabhu.

Jīva-Goswāmī Prabhu:

“Tulasī es una planta que precisa tierra bien abonada con estiércol de vaca, libre de hierbas e insectos, aireada y mullida (suelta, fofa). Tendrán mejor comprensión sobre este asunto aquellos que ya cultivan otras variedades de plantas. Deben procurarse publicaciones sobre cultivos o relacionarse con algún jardinero para manipular la tierra de la mejor manera. En una caja o lata de 30x30 cm y más o menos 10 o 12 cm de profundidad, se deben sembrar en la superficie 6 u 8 semillas de Tulasī. Teniendo en cuenta que la semilla de Tulasī es muy pequeña (0,5 a 1 mm), un pellizco de tales semillas podría abarcar 50 o 100 de ellas, causando el nacimiento de todas ellas, en el caso de que sean frescas y fértiles. Esto causaría un disturbio debido a que requeriría bastante lugar, macetas para su trasplante, etc. Estando la tierra suelta y húmeda, al sembrar será suficiente un leve riego para que la semilla se introduzca en la tierra. Si temen que esto no ocurra, pueden esparcir 1 o 2 milímetros de tierra por encima y la germinación ocurrirá en un período aproximado de una semana. Recordemos que Prabhupāda nos instruyó a plantarla en la primavera y no en épocas frías.

Las plantas recién nacidas tienen sus dos primeras hojas en forma de corazón. En esta fase no es bueno que estén expuestas a pleno sol porque son delicadas, siendo mejor permitirles rayos solares filtrados a través de otras plantas o por tejidos negros para viveros.

Es bueno que la tierra esté húmeda pero con buen drenaje, para lo cual es apropiado haber colocado en el fondo de la maceta o almácigo (esto antes de poner la tierra y plantar) canto rodado o trozos de ladrillo. Esto proveerá un fondo de drenaje. Cuando la planta tiene 6 u 8 hojas o 6 u 8 centímetros de altura, debe realizarse el trasplante.

Si la siembra se hizo manteniendo distancia entre las semillas, será sencillo extraer la plantita del almacigo (semillero). Si se ha tomado el cuidado de no romper la raíz durante el trasplante, no existirán mayores problemas, incluso si la raíz queda expuesta. Claro que si uno ha hecho el almacigo o el plantío de las semillas en pequeñas macetas plásticas o bolsitas de polietileno de unos 10 cm de circunferencia, se podrá extraer el plantín sin retirarlo de la tierra, lo que ofrece más seguridad. La maceta que reciba este plantín debe tener, como mínimo, capacidad para 10 litros. Aunque deben ser resistentes para trasladarlas en los momentos de adoración, estas macetas no deberían ser muy pesadas. En esta maceta de capacidad para 10 litros, Tulasī alcanza un porte de hasta 80 cm de altura y 50-60 cm de diámetro. En macetas mayores, su altura llega a un metro, y su diámetro a 80 cm. Y si se planta directamente en la tierra, puede llegar a 1.70 o 1.80 metros de altura. Esta siembra en tierra debe hacerse en lugares donde la temperatura no baje de 15 grados centígrados. De lo contrario, debe hacerse en viveros con temperatura, corrientes de aire y luz apropiados.

El aire circulante evita que Tulasī sea afectada por parásitos. A esto también contribuyen los baños diarios en forma de lluvia, producida por algún pulverizador o por la manguera, aplicando el baño con algo de vigor pero también con respeto y delicadeza. Esto retirará las arañas, langostas o cualquier parásito que se pose. (Recordemos que Śrīla Prabhupāda prohibió estrictamente el uso de spray insecticidas o cualquier tipo de veneno tóxico. Prabhupāda también instruyó darle un baño diario).

La reproducción del ambiente ideal, creando la situación más natural posible, dependerá de las posibilidades y determinación del devoto por servir a Tulasī Mahārāṇi En el área de Buenos Aires, Uruguay, Chile. Puerto Alegre (Brasil) e incluso en lugares como el estado de San Pablo (Brasil), los inviernos suelen registrar temperaturas inferiores a O grados, llegando a 5 grados bajo cero. Debido a esto, es imposible mantener Tulasī bella y verde durante el invierno si los viveros son precarios.

Desde hace 18 años cultivo Tulasī Devī y en los últimos 12 lo he hecho sin interrupción. Así, llegamos a producir un ambiente para el invierno con muchos ventanales orientados hacia el circuito del sol, con techos plásticos trasparentes y paredes de ladrillos y cemento. Aunque construcciones de ese tipo puedan parecer complicadas y caras, el beneficio de servir a Tulasī Devī por mucho tiempo habrá de demostrar que valió la pena. En la actualidad, estamos cuidando la décima generación de Tulasīs, que crecieron a partir de las mismas semillas y que se fueron aclimatando con plantas de 3 o 4 años de edad.

Cuando se realice el trasplante, se deben dejar las macetas al reparo, protegidas del sol, etc., por lo menos por una semana. Esto dará lugar a un enraizamiento normal. En la primavera, verano y parte del otoño, puede dispensarse el trato especial que se realiza en invierno. Uno debe bañar y regar a Tulasī Devī antes de que reciba los rayos del sol directamente. La tierra debe estar siempre húmeda. Tulasī soporta muy bien el sol directamente, lo que contribuye a que dé muchos mañjarīs y frutos. El viento directo también es favorable porque fortalece su tallo y enraizamiento, siempre y cuando este viento no sea una gran tormenta donde cualquier planta se quebraría.

Algunos devotos me preguntan por qué a Śrīmati Tulasī Devī, en ciertos momentos, se le caen muchas hojas de repente. Eso sucede con cualquier planta aclimatada. Cualquier niño o entidad viviente criada libremente en la selva, montaña o playa sufrirá si es colocada en un pequeño departamento. Exactamente lo mismo pasa con las plantas. Cualquiera que haya criado una planta en interiores sabe que ponerla de súbito al pleno sol puede ser mortal; y lo mismo ocurre con una planta que ha crecido y permanecido en la luz del sol y que de repente es colocada en un cuarto cerrado. Ello es parte del proceso de aclimatación, que también sucede cuando retiramos las plantas del pleno sol del verano hacia el vivero de invierno o viceversa.

Entiendo que en cada zona dependerá de los devotos crear, mediante su percepción directa de los factores climáticos, de la temperatura, la humedad, vientos o plagas, los métodos necesarios para la manutención de Tulasī Mahārāṇi. En relación con el tratamiento de las plagas, debería ser suficiente la adoración, el sol, aire, luz y baños constantes y minuciosos, que abarquen la planta con sus partes en su totalidad. Si es necesario, debe usarse un algodón húmedo para retirar la plaga en particular, tratando de limpiar perfectamente la zona afectada. Si hay otras plantas en el lugar, (que no sean Tulasīs), y están afectadas con plagas, retírelas. En lo personal, nunca tuve que limpiarlas de ninguna plaga, con excepción de alguna arañita”.

Guṇeṣvara  Prabhu:

“Aunque he cuidado de Tulasī desde 1975, debo reconocer que he aprendido más con mis errores que con mi conocimiento de plantas. Lo que Jīva Goswāmī prabhu ha explicado, prácticamente deja claro lo que se debe hacer, aunque me gustaría comentar algunas cosas. Las tierras negras que se compran en las tiendas de plantas no son siempre las mejores. He visto Tulasīs rechazar esa tierra y después crecer bien cuando trasplantadas a una tierra recogida en el campo pero muy bien abonada con mucho estiércol de vaca bien seco. 50% de tierra y 25% de estiércol de vaca seco, y 25% de arena sin sal (de río), me han parecido la mejor combinación. Después, a cada mes, le sacaba a la maceta unos 2 cm de esa tierra de la superficie y le remplazaba con estiércol de vaca bien seco. La falta de estiércol se manifiesta en hojas amarillas. Claro que esta decoloración puede ocurrir por otras causas, pero la falta de nitrógeno, el cual es suplido por el estiércol, es una de ellas. La tierra bien aireada es ideal y no se debe permitir que la superficie de la tierra en la maceta se ponga dura. Siempre hay que aflojarla para que Tulasī respire bien. Si al trasplantarla las raíces superiores que están en la superficie de la tierra quedan expuestas a la intemperie, ocurrirá la oxidación de sus hojas. Por eso, vea que al trasplantarla, la maceta sea más alta que el plantín. Otra cosa que vi que a Tulasī no le gusta es crecer en una maceta de turfa, que en Brasil se conoce como xaxim. Aunque al principio parezca crecer bien, después no se desarrolla con hojas tan verdes, bonitas y suaves. He trasplantado Tulasīs medianas, que tenían casi un año, sacándolas de estas macetas de turfa, y he observado una agradable mejoría. En la primavera y el verano, si la tierra está siempre rica en nitrógeno y recibe suficiente luz de sol, agua, viento, etc, no habrá ningún motivo para preocuparse. Realmente, plantar y cuidar Tulasī en esa época del año no es algo muy meritorio. Podemos, sin embargo, afirmar que alguien cuida realmente bien de Tulasī cuando ella soporta el invierno sin sufrir. Tal vez ella no crezca en el invierno, pero por lo menos no debe sufrir caída de hojas, etc. Lógicamente, una Tulasī joven, con menos de 2 años, no sufrirá tanto en el invierno como una con más tiempo. Lo esencial es que uno esté atento con la temperatura. Disponiendo de un termómetro de ambiente, uno debe ver que la temperatura durante el invierno no baje de 16-18 grados. Esto me lo dijo Jīva Goswāmī prabhu, y también me dijo que Tulasī se resfría. Por eso, devotas con experiencia en los Estados Unidos, nos aconsejan regar Tulasī, por lo menos en el invierno, con agua tibia. En Brasil la conseguimos proteger del frío en este último año, gracias a los consejos de Jīva Goswāmī prabhu. Pero porque el vivero era muy pequeño y de plástico, la humedad también aumentó. Esto, junto con un estiércol que no estaba completamente seco, causó que algunas hojas comenzaran a mostrar manchas marrones en las puntas. Así que, antes de trasplantar una Tulasī, vea que la tierra esté bien preparada con un estiércol muy seco y que no haya exceso de riego ni de humedad en el ambiente, el cual debe tener buena ventilación. Śrīla Prabhupāda nos advirtió que el riego no debería ser en exceso. También nos dijo que deberíamos protegerlas, cuando recién nacidas, de los pájaros. Nos prohibió estrictamente usar insecticidas para combatir pulgones u otras plagas. Dijo que baños diarios serían suficientes. Dijo también que no deberíamos pisar en la sombra de Tulasī, hacer té con sus hojas o darle plantas de Tulasī a los invitados (si ellos lo deseaban podrían obtener semillas con los devotos y plantar). Śrīla Prabhupāda prohibió que podásemos las ramas de Tulasī para replantarlas o hacer algo así. Cuando un devoto le dijo si podíamos cortar las ramas ya muertas, Prabhupāda dijo: “Sí, pero cuál es el beneficio”. Una vez le preguntaron si se podían usar tijeras para cortar las ī y él respondió: “Usa el sentido común, y si no lo tienes, pregúntale a alguien que lo tenga”. Nos dijo que las mañjarīs (semillas) deberían ser usadas en las ofrendas de agua de la Deidad. Cuando le preguntaron si las hojas de Tulasī de las casas de los gṛhasthas podían ser ofrecidas a la Deidad del templo o de la casa, Prabhupāda dijo: “Deben ofrecerse a la Deidad”. Por encima de todo, Śrīla Prabhupāda nos pidió que la cuidásemos con dedicación y devoción. Cuando trataban de introducir nuevos rituales en la adoración o le comentaban que le cantaban a Tulasī con una voz muy dulce, Śrīla Prabhupāda decía: “No introduzcan nada nuevo... No importa si el tono de voz es dulce... Simplemente cuídenla con devoción y avanzarán en la consciencia de Kṛṣṇa”.


Bueno, como dije antes, podemos saber si estamos cuidando bien de Tulasī si ella sobrevive al invierno sin enfermarse. También debemos saber que existen insectos y enfermedades. La virosis es una enfermedad que se da en la raíz y prácticamente no hay como salvar Tulasī. Por lo menos, si uno ve que la partida de Tulasī es inevitable, debe ofrecerle a la Deidad tantas hojas como sea posible de esa Tulasī. El red spide mite, un minúsculo pulgón rojo, ácaro, que se instala en las hojas, por dentro de ellas, es la plaga más peligrosa y demoníaca que ataca Tulasī. Ellos son extremamente pequeños, aunque pueden ser vistos si observamos con cuidado por debajo de las hojas. Ellos colocan sus huevos en esa parte de la hoja y chupan prácticamente toda la savia. Al poco tiempo veremos que las hojas se ven más y más descoloridas, apareciendo sombras blancas en toda la superficie de éstas. Finalmente, Tulasī nos deja. Otros chupadores, verdes o blancos, también se sitúan bajo algunas hojas. Por lo tanto, uno debe dedicar algunos minutos al día, todos los días, para observar minuciosamente a Tulasī Devī. Los hongos son otro problema. Algunas veces se deja expuesta a varios días de lluvia fina en una época fría, o el vivero retiene mucha humedad, no hay buen drenaje de la maceta o se encharca la tierra debido a muchas lluvias. Entonces veremos manchas marrones oscuras en diversas hojas, principalmente en las puntas. Aunque el sulfato de cobre sea un producto preventivo para esto, lo mejor es prevenir sin tener que recurrir a ninguna substancia química. Proveerle suficiente luz, viento y controlar el agua, la humedad, las lluvias, el drenaje, etc., es la mejor prevención. En relación con el drenaje y la tierra he tenido una experiencia, que aunque no muy buena, espero que sirva para los demás. Una vez trasplanté una Tulasī en una maceta que contenía gran cantidad de humus (2 partes de humus y una de tierra). Yo pensaba que sería bueno para Tulasī tener tanta materia orgánica. Sin embargo, algún tiempo después, sus hojas comenzaron a inclinarse hacia abajo, mostrándonos que en poco tiempo se iría. Ni siquiera los brotes nuevos u hojas nuevas estaban erguidos, apuntando hacia el cielo. En esos días estaba visitando Nova Gokula un ingeniero agrónomo, que les da asistencia a los agricultores de esta finca. Le pedí que viese esa Tulasī. Cuando tocó la tierra, me mostró que estaba muy pastosa, nada porosa. Me dijo entonces que el problema fue haberle puesto tanta materia orgánica. Lo ideal, me explicó, es poner una parte de arena gruesa, una parte de humus o estiércol de vaca y una parte de tierra buena. Esto evitará que Tulasī se sienta sin aire.

Similarmente, una vez usé bastante estiércol de vaca bien seco y trasplanté las pequeñas plantitas de Tulasī en bolsas de plástico especiales para viveros. Son unas bolsas negras, con algunos pequeños orificios en la parte inferior, que se usan para reproducir árboles y dejarlos, mientras son pequeños, en los viveros. Lo que ocurrió fue que, de alguna manera, cuando regaba Tulasī, el agua inmediatamente salía por los orificios que estaban en la base de las bolsas plásticas. Yo pensaba que esto se debía a que Tulasī no estaba necesitando más agua y que por eso la rechazaba. Pero después vi que la planta no estaba bien. Cuando decidí inspeccionar mejor la bolsa de plástico, descubrí que la parte de abajo de la tierra, que estaba en contacto directo con la bolsa, la cual, a su vez, recibía sol directo, estaba seca y dura. O sea que el agua que yo colocaba, aunque en abundante cantidad, ni la estaba humedeciendo apropiadamente. Mi conclusión fue que: a) O las bolsas negras de plástico especiales para plantas no deberían exponerse al sol, ya que hacen que la tierra pierda su capacidad de absorber agua (como si la plastificase), o b) que el exceso de estiércol de vaca, aún más cuando sometido al calor a través del plástico, no absorbe agua. Por lo tanto, ambas lecciones podrían servir. No use bolsas de plástico pensando que ahorrará dinero o que será más liviano y no ponga demasiado estiércol, aún si está bien seco. Aunque esas bolsas de plástico puedan ser buenas en viveros donde las plantas permanecen en la sombra, no son apropiadas para Tulasī, que gusta tanto del sol.

Hay otros bichitos que se pegan al tallo y son como unas pequeñas bolitas marrones con una cascarita. Ellos también son chupadores que acaban afectando Tulasī. Y finalmente, para mantener Tulasī con buena salud y fuerte, debemos evitar que la planta esté constantemente produciendo semillas en sus ī. Las ī no deben secarse en la planta. Cuando aún están tiernas y acabaron de aparecer las florcitas (violetas en el caso de Śyāma Tulasī y blancas si son Rāma Tulasī), debemos cortarlas junto con las dos hojas que están inmediatamente abajo de las mañjarīs. Esto se afirma en el Caitanya-caritāmṛta, Antya Līlā, 6.297: “Con fe y amor, tú debes ofrecer ocho tiernas flores de Tulasī, cada una con dos hojas de Tulasī, una a cada lado de la flor”. El verso anterior muestra la importancia de recoger y ofrecer las mañjarīs cuando están en la fase de flor: “Para tal adoración, uno necesita un recipiente con agua y unas pocas flores de la planta de Tulasī. Cuando se realiza con completa pureza, esta adoración está en la bondad total”. Si no recogemos las mañjarīs cuando están florecidas, se transformarán en mañjarīs secas y llenas de semillas. Por eso hay que cortarlas antes. Aunque en la India existe la tradición de no usar tijeras para cortar las mañjarīs, yo he comprobado que Tulasī Devī sufre mucho cuando uno trata de cortar mañjarīs que no son tan tiernas. Uno tiene que hacer fuerza, sacudir toda la planta, cortar de una manera brusca e incluso (porque los dedos son más gruesos que una tijera) uno acaba aplastando otros nuevos brotes que están exactamente debajo de la mañjarī que se está cortando. Además, hay mañjarīs que nacen en el centro de la planta y son muy difíciles de sacar con los dedos. Muchas veces, al hacerlo con los dedos, uno tiene que introducir el brazo y puede que lastime alguna ramita. Usando tijeras largas, finas y puntiagudas, se puede realizar mejor ese servicio, sin causarle a Tulasī tanto sufrimiento. Una vez, Vidyā Devī Dāsī le preguntó a Srlla Prabhupāda si podían usar tijeras para cortar las mañjarīs, y Prabhupāda le respondió: “Use el sentido común, y si no tiene (sentido común) pregúntele a alguien que lo tenga”. Cuando produce semillas, Tulasī se debilita y, por otro lado, existe el riesgo que las semillas se caigan en la tierra o vuelen debido a un fuerte viento. Entonces comenzarán a nacer Tulasīs por todas partes, y tal vez uno no tenga lugar, macetas, dinero y tiempo suficientes para cuidar de muchas Tulasīs. Entonces, la peor idea que se le puede ocurrir a uno es pensar que puede simplemente enterrar esas pequeñas Tulasīs recién nacidas. Śrīla Prabhupāda nos advirtió que no debemos de cometer esa ofensa. Así, no cortar las mañjarīs cuando están tiernas y florecidas, no sólo nos debilita la planta como también nos puede causar dificultades y lo peor, nos perdemos la oportunidad de ofrecerle a Kṛṣṇa las flores de Tulasī que tanto Lo satisfacen. También las hojas deben ser utilizadas para la satisfacción de Kṛṣṇa. Ese es el propósito por el cual Tulasī aparece como una planta. El Caitanya-caritāmṛta, Ādi Līlā, Cap. 3, nos muestra por qué deberíamos preocuparnos en recoger hojas y flores tiernas y ofrecercelas a Kṛṣṇa: “Śrī Kṛṣṇa, que es muy afectuoso con Sus devotos, Se vende al devoto que simplemente le ofrece una hoja de Tulasī y un vaso de agua”.

Śrīla Prabupada, conversando, comentó una vez que nosotros adorábamos a Tulasī y Le ofrecíamos sus hojas a Kṛṣṇa o Viṣṇu porque: patraṁ puṣpaṁ phalaṁtoyam, Kṛṣṇa Se satisface mucho cuando le ofrecemos una hoja de Tulasī y por eso nosotros amamos a Tulasī. Prabhupāda dijo: “El dicho popular afirma 'Si tú me amas, ama a mi perro' “.

En conclusión, si el clima, la humedad, la iluminación y la dedicación diaria cumplen los requisitos mencionados aquí por Jīva Goswāmī Dās y por este insignificante sirviente que está narrando su experiencia, estoy seguro que Śrīmati Tulasī Devī nos bendecirá a todos. Sin embago, recordemos que. como Śrīla Prabhupāda afirmaba, Tulasī Devī sólo crece en los lugares donde existe devoción por Kṛṣṇa. Por lo tanto, los factores materiales son indispensables: al mismo tiempo uno debe sentir devoción y preocupación por ver que Tulasī esté bien. Sólo entonces Kṛṣṇa le dará al devoto la inteligencia necesaria para mantenerse en el servicio de Tulasī Devī, facilitándole las condiciones para que ella esté siempre satisfecha, cómoda y saludable. Es importante que, antes de plantar Tulasī Devī, el devoto o devota sepa qué es lo que pretende hacer. Si tan sólo quieren adorar Tulasī para volverse más conscientes de Kṛṣṇa, entonces una planta será suficiente. No precisan tener más que una. Si tienen una Deidad en casa, tal como Śālagrāma-śilā o Govardhana-śilā, entonces 2 o 3 plantas serán suficientes para disponer de hojas y mañjarīs para la adoración. Uno sólo debería sembrar varias plantas de Tulasī cuando tiene como servicio proveer hojas de Tulasī para el programa de adoración oficial de un templo de ISKCON. En ese caso, precisará varias hojas para el baño de la Deidad, las ofrendas, los vasos con agua, las ceremonias de abhiṣekha y las guirnaldas con hojas y flores, las cuales satisfacen mucho a Kṛṣṇa. Si un devoto cultiva Tulasī como servicio para algún templo en particular, se justifica que tenga que cuidar bastantes plantas. Caso contrario es mejor tener sólo una planta y cuidarla con atención. Si uno tiene muchas plantas, tendrá que dedicar bastante tiempo para cortar las mañjarīs, especialmente en el verano. Y tal vez uno no tenga ese tiempo debido a que sus deberes sean otros. Y si no corta las mañjarīs, durante el verano las semillas brotarán en todos lados, debido a que el viento las lleva. Esto sólo complicará más y más la situación. Claro que si uno cuida Tulasī como su servicio para Prabhupāda, entonces tendrá tiempo disponible para cortar las mañjarīs. E incluso si nacen algunas Tulasī sin haberlo planeado, uno sabrá aprovecharlas, enviarlas a otros pūjārīs de Tulasī de otros templos, hacer otros viveros, etc.

Aunque he escrito todo esto, quiero decirles que nunca he sido tan bueno en cuidar de Tulasī Devī. Porque no había otros devotos para plantarla y cuidarla, he aceptado ese servicio por años, desde que tenía pocos días de bhakta. Sin embargo, como comenté al principio, mucho lo aprendí errando, pensando que Tulasī soportaría frío, que no precisaría tanta atención, dedicación, viveros, etc. Espero que otros devotos aprovechen esta experiencia y sólo decidan plantar Tulasī si van a protegerla adecuadamente, tal como se ha descrito aquí. Para terminar, sugiero que los devotos o devotas que cuidan Tulasī Devī, mantengan contacto con una devota de Los Ángeles llamada Īsānaḥ Devī Dāsī. Ella es Ph. D en Botánica y cuida muy bien de Tulasī allí. Hare Kṛṣṇa”.


Después de haber oído algunos consejos prácticos para lidiar con Tulasī Devī, aprendamos otras instrucciones de los śāstras que nos enseñan sobre Tulasī.

Cuando uno se decide a colectar hojas y flores, debe estar limpio. El Vāyu Purāṇa comenta sobre esto de la siguiente manera:

asnatva tulasīm citvā
yaḥ pūjām kurute narāḥ
so'parādhī bhaven nityaṁ
tat sarvam niṣphalam bhāvet

“Una persona que recoge hojas de Tulasī sin haberse bañado y después realiza la adoración, es un ofensor, y todas sus actividades se vuelven inútiles”.

Govinda Dāsī nos ha dicho que no se deben recoger hojas de Tulasī antes de aparecer la luz del día y después de la puesta del sol, cuando está oscureciendo. En el Bhagavad-gītā, al describir le bhakti-yoga en la etapa de sādhana, Śrīla Prabhupāda dice que uno debe levantarse temprano, bañarse, asistir al maṅgala ārati, cocinar para la Deidad y recoger flores y también hojas de Tulasī para la adoración de la Deidad. Śrīla Prabhupāda nos ha dicho que en cada plato de cada ofrenda debe haber una hoja de Tulasī, por lo tanto debemos recoger las suficientes. Al recogerlas y cortarlas, debemos tener mucho cuidado de no lastimar las puntas de las ramitas de Tulasī y debemos aplaudir tres veces antes de hacerlo. En el Viṣṇu Smṛti se explica este asunto:

patrānam cayane viprā
bhaṅga sakhā yadā bhavet
tadā hṛdi vyathā viṣṇor
dīyate tulasī pateḥ

karatāla trayam dattvā
cinuyat tulasī dalam
yathā na kampathe śākhā
tulasyā divja sattama

“Si al cortar las hojas de Tulasī una persona quiebra las ramas, Viṣṇu siente dolor en Su corazón. Uno debe batir las palmas tres veces antes de recoger hojas de Tulasī, y al recogerlas, debe ser cuidadoso para que las ramas no sean sacudidas ni perturbadas”.

Ahora bien, debemos estar atentos cuando se aproxima el día de Ekādaśī, ya que al día siguiente, Dwādaśi, no debemos aproximarnos a Tulasī para recoger hojas ni hacer algún tipo de servicio que pueda ocasionar la pérdida de hojas. El Viṣṇu-dharmottara afirma:

nacchindat tulasī vipra
dvādaśyāṁ vaiṣṇava kvacit

“El vaiṣṇava jamás debe recoger hojas de Tulasī en el Dwādaśi Tithi”.

Y el Garuḍa Purāṇa nos dice por qué:

“Una persona erudita en las Escrituras que no desea disminuir la duración de su vida, no debe recoger hierbas en los domingos ni colectar hojas de Tulasī para adorar al Señor en Dwādaśi”.

Aunque las hojas de Tulasī son tan purificantes y valiosas, los devotos nunca las comerán sin primero ofrecérselas a Kṛṣṇa. Śrīla Sanātana Goswāmī nos instruyó en esto de la siguiente manera:

kiṁ citram asyāḥ patitaṁ tulasyā
dalam jalaṁ va patitaṁ punite
lagnadhi bhāla sthalaṁ alavala
mritsnapi kritsnagha vināśanāya

śrīmat tulasyā patrasya
māhātmyam yadyāpi drisam
tathāpi vaiṣṇavaiṣṭān
na grāhyam kṛṣṇarpaṇam vinā

“¿Qué puedo decir acerca de las maravillosas glorias de Tulasī? Sus hojas caídas, las que se marchitaron y su agua son todas purificantes. Quien coloca incluso una partícula de la tierra en donde está plantada, erradica todos los pecados. Aunque las glorias de las hojas de Tulasī Devī sean tan grandiosas y sus hojas tan purificantes, aun así, los vaiṣṇavas nunca comen hojas de Tulasī sin primero ofrecércelas a la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa”.
Vṛnda Kuṇḍa


En Vṛndāvana, Tulasī Devī también tiene su lugar. Así como Śrīmati Rādhārāṇī tiene Su Rādhā Kuṇḍa y Kṛṣṇa Su Śyāmā Kuṇḍa, la pastorcita Vṛnda tiene su Vṛnda Kuṇḍa. Un reconocido estudioso y vaiṣṇava santo, Mādhava dāsa (conocido como Vṛnda Kuṇḍa Bābājī) permaneció varios años en Vṛndāvana tratando de restaurar y desarrollar esta eterna casa de Vṛnda Devī en Vṛnda Kuṇḍa. Sin embargo, él se había vuelto anciano y enfermo. Antes de abandonar su cuerpo, buscó a algún devoto a Tulasī Devī para que continuase el trabajo comenzado en Vṛnda Kuṇḍa. Fue entonces cuando Govinda Dāsī lo conoció e inmediatamente sintió una conección con él. De alguna forma, por el arreglo divino del Señor, Mādhava dāsa terminó sus días en el templo de Kṛṣṇa Balarāma Mandir, en ISKCON. Govinda Dāsī lo conoció en Noviembre de 1989 y para Marzo de 1990 ella y otros devotos le estaban pagando los gastos médicos y consiguieron enfermeras.

Vṛnda Devī

Fue en esa época que Govinda Dāsī se sintió inspirada para pintar un retrato de Vṛnda Devī. Mādhava Bābā que sabía todas las referencias a Vṛnda Devī que aparecen en las Escrituras, supervisó cuidadosamente todos los mínimos detalles de esa pintura. Las Escrituras describen que Vṛnda Devī tiene una bella tez del color del oro fundido, con una refulgencia dorada y una encantadora perla en su nariz. Una gentil sonrisa decora sus labios. Ella usa ornamentos azules y está decorada con perlas y flores. Su mano derecha está levantada, bendiciendo a los devotos y en su mano izquierda ella sostiene un papagayo amarillo llamado Dakṣa, quien tiene miles de discípulos papagayos de variados colores. Govinda Dāsī hizo esa pintura y Mādhava dāsa la aprobó. Durante esos días que estuvo en el templo de Vṛndāvana, Govinda Dāsī y otros devotos pudieron oir narraciones acerca de las glorias de Vṛnda Devī, tal como aparecen en los Purāṇas. Él también les tradujo el vṛndaṣṭakam, compuesto por Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, y les contó como Śrī Caitanya Mahāprabhu, durante los festivales de saṅkīrtana, mantenía a Su frente una Tulasī transportada sobre la cabeza de algún devoto.

En una ocasión, durante esos días, Govinda Dāsī decidió visitar el Vṛnda Kuṇḍa. Existe un pequeño templo en esa área, con un amable riachuelo y arbustos de Tulasī. Para Govinda, la atmósfera tenía una esencia espiritual única. Al llegar allí, ella se sentó silenciosamente, cantó y meditó en Tulasī. Entonces, en su mente, ella tuvo un rápido vislumbre de un palacio, con escaleras rodantes y una decoración deslumbrante. Ella se admiró con eso, y al regresar y comentar eso con el santo vaiṣṇava, supo que ese palacio se describía en varias Escrituras; el palacio de Tulasī Devī. Govinda y los demás devotos sintieron que cuidar de este anciano brāhmaṇa, que había pasado toda su vida como un sādhu, era un arreglo especial de Śrīla Prabhupāda para ocuparlos en servicio de Śrīmati Tulasī Devī y de Vṛnda Kuṇḍa.

Unos días después, el 27 de Marzo de 1990, después de maṅgala-ārati, en cuanto Govinda Dāsī y Vidyā Dāsī estaban haciendo guirnaldas en el templo, la enfermera de Mādhava dāsa entró corriendo y les dijo que debían ir con ella rápidamente. En el camino para su cuarto. Govinda agarró la pintura de Vṛnda Devī. Ella cuenta:

“Así que entré en el cuarto, fui sacudida por la presencia fija de la muerte inminente. La muerte es poderosa, una fuerza constringente, difícil de describir, aunque real. Yo sostuve la pintura para que el Bābā la observase y dije: 'Vṛnda Devī vino'. El concentró su mirada en la linda forma de Vṛnda Devī y trató de decir una oración en sánskrito para ella. Sus últimas palabras audibles fueron 'Kṛṣṇa, Kṛṣṇa'. Nos sentamos en su cama y cantamos Hare Kṛṣṇa en nuestras cuentas. Dīnabandhu dāsa llegó y comenzó a tocar el harmonio y a cantar. Era un kīrtana suave y gentil, melodías suaves y penetrantes.


Bābā Mādhava Dāsa poco antes de su muerte
para continuar su servicio a Vṛnda Devī
Entonces, todo el cuarto se llenó de un color dorado. Los ojos de Bābā estaban fijos en Vṛnda Devī, y cuando no pudo ver más, sus ojos quedaron brillantes de éxtasis, focalizados en otro mundo. Esto era como si estuviese claramente viendo a Kṛṣṇa y su amada Vṛnda Devī. Él tenía una linda sonrisa en sus labios. Su respiración venía en pequeños suspiros y a cada vez que respiraba, su éxtasis aumentaba. Su rostro brillaba excepcionalmente. Éste era un momento de gran admiración y éxtasis. Estábamos viendo partir un alma divina partir para el reino de Goloka, y nosotros llorábamos de alegría”.

Govinda Dāsī comentó como, lo que para muchos sería un momento de temor y ansiedad, para este santo vaiṣṇava, asistente de Vṛnda Devī en Vṛnda Kuṇḍa, era el momento esperado para entrar en la morada de Vṛnda Devī y eternamente servir allí a la divina vaquerita.

Mādhava dāsa Bābā dejó el hogar de Vṛnda Devī, Vṛnda Kuṇḍa, en las manos de los devotos de ISKCON. Ellos le prometieron que cercarían el lugar y juntarían fondos para acabar el trabajo de restauración. Hoy en día, eso está llevándose a cabo y Govinda Dāsī la está supervisando.

Ahora, escribiremos la canción que Mādhava dāsa Bābāji les enseñó a las devotas y devotos que lo atendieron, antes de que abandonase el mundo material. También incluiremos otros mantras, tales como el Tulasī stava. Se dice que quien lo cante en la noche del dwādaśi y permanezca despierto, verá que sus deseos egoístas, independientes del Señor Kṛṣṇa, se desvanecen gradualmente. Y él nunca perderá la asociación de los santos devotos del Señor Śrī Kṛṣṇa.
Mantras y canciones glorificando a Tulasī Devī
 Śrī Vṛndadevī-aṣṭaka

(Ocho oraciones que glorifican a Vṛnda Devī)

Un poema de Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura que puede ser cantado con la misma melodía que el Gurv-aṣṭaka, escrito por el mismo ācārya vaiṣṇava

gāṅgeya-cāmpeya-taḍid-vinindi-
rociḥ pravāha-snapitāymā-vṛnde
bandhūka-bandhu-dyuti-divya-vāso
vṛnde namas te caraṇāravindam

¡Oh Vṛnda!, tú eres bañada por ríos cuyo esplendor derrota al del oro, al del relámpago y a la flor Campaka. Tus espléndidas vestimentas son amigas de la flor Bandhuka. ¡Yo me postro a Tus pies de loto!

bimbādharoditvara-manda-hāsya-
nāsāgra-muktā-dyuti-dīpitāsye
vicitra-ratnābharaṇa-śrīyādhye
vṛnde namas te caraṇāravindam

Tu rostro es bellísimo, con una perla adornando la punta de tu nariz y una dulce y maravillosa sonrisa en tus labios, los cuales son como la fruta Bimba. Estás adornada con bellísimas joyas. ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

samasta-vaikuṇṭha-śiromaṇau-śrī-
kṛṣṇasya vṛndāvana-dhanya-dhāmni
dattādhikāre vṛṣabhānu-putryā
vṛnde namas te caraṇāravindam

Rādhā, la hija del Rey Vṛṣabhānu, puso bajo tu tutela la auspiciosa y opulenta morada de Vṛndāvana, la cual es la joya máxima entre todos los planetas Vaikuṇṭha. ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

tvad-ājñāya pallava-puṣpa-bhṛṅga-
mṛgādibhir mādhava-keli-kuñjaḥ
madhv-ādibhir bhānti vibhūsyamāṇā
vṛnde namas te caraṇāravindam

Por tu orden, los bosques en donde Mādhava disfruta pasatiempos, están espléndidamente decorados con flores desabrochantes (¿abriéndose?), abejorros, venados, miel y otras cosas. ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

tvadīva-dūtvena nikuñja-yūnor
atyutkayoḥ keli-vilāsa-siddhiḥ
tvat-saubhagaṁ kena nirucyatāṁ tad
vṛnde namas te caraṇāravindam

La ansiosa y joven Pareja Divina disfruta de la perfección de los pasatiempos trascendentales en el bosque gracias a que tú eres la mensajera de Ellos. ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

rāsābhilāṣo vasatiś ca vṛnda-
vane tvad-īsāṅghri-saroja-sevā
labhyā ca puṁsam kṛpayā tavaiva
vṛnde namas te caraṇāravindam
                                                                   
Por Tu misericordia, las personas obtienen residencia en Vṛndāvana así como también el deseo de servir a los pies de loto de Tus Señores y de asistir en la danza rasa. ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

tvaṁ kīrtyase sātvata-tantra-vidbhir
līlābhidhāna kila kṛṣṇa- śaktiḥ
tavaiva mūrtis tulasī nṛ-loke
vṛnde namas te caraṇāravindam

Los eruditos en el Sātvata-tantra Te glorifican. Tú eres la potencia de los pasatiempos del Señor Kṛṣṇa. La planta de Tulasī es Tu forma en este mundo material ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

bhaktyā vīhnā aparādha-lakṣaih
kṣiptās ca kāmādi-taraṅga-madhye
kṛpāmayi tvām śaraṇaṁ prapannā
vṛnde namas te caraṇāravindam

¡Oh Tú, que eres misericordiosa, las personas desprovistas de devoción y que, debido a sus millones de ofensas, fueron arrojadas en medio de las olas de la lujuria y de otros vicios, toman refugio en Tí! ¡Oh Vṛnda, me postro a Tus pies de loto!

vṛndāṣṭakaṁ yaḥ śṛṇuyāt paṭhed vā
vṛndāvanādhīśa-padābja-bhṛṅgaḥ
sa prāpya vṛndāvana-nitya-vāsaṁ
tat-prema-sevāṁ labhate kṛtārthaḥ

Alguien que sea como un abejorro a los pies de loto del Rey y de la Reina de Vṛndāvana, y que lee o escucha estas ocho oraciones dedicadas a Vṛnda Devī, residirá eternamente en Vṛndāvana y alcanzará el servicio amoroso a La Divina Pareja.


Tulasī-stava
(Recitado por el Señor Brahmā)

munayaḥ siddha-gandharvāḥ
pātāle nāga-rāṭ svayam
prabhāvaṁ tava deveśi
gāyanti sura-sattamāḥ

na te prabhāvaṁ jānanti
devatāḥ keśavādṛte
guṇānāṁ parimāṇaṁ tu
kalpa-koṭi-śatair api

kṛṣṇānandāt samudbhūtā
kṣīroda-mathanodyame
uttamāṅge purā yena
tulasī viṣṇunā dhṛtā

prāpyaitāni tvayā devī
viṣṇor aṅgāni sarvaśaḥ
pavitratā tvayā prāptā
tulasīṁ tvāṁ namāmy aham

tvad-aṅga-sambhavaiḥ patraiḥ
pūjayāmi yathā harim
tathā kuruṣva me ’vighnaṁ
yato yāmi parāṁ gatim

ropitā gomatī-tīre
svayaṁ kṛṣṇena pālitā
jagad-dhitāya tulasī
gopīnāṁ hita-hetave

vṛndāvane vicaratā
sevitā viṣṇunā svayam
gokulasya vivṛddhy-arthaṁ
kaṁsasya nidhanāya ca

vasiṣṭha-vacanāt pūrvaṁ
rāmeṇa sarayū-taṭe
rakṣasānāṁ vadhārthāya
ropitā tvaṁ jagat-priye

ropitā tapaso vṛdhyai
tulasīṁ tvāṁ namāmy aham
viyoge rāghavendrasya
dhyātvā tvāṁ janakātmajā
aśoka-vana-madhye tu
priyeṇa saha saṅgatā

śaṅkarārthaṁ purā devī
pārvatyā tvaṁ himālaye
ropitā tapaso siddhyai
tulasīṁ tvāṁ namāmy aham

sarvābhir deva-patnībhiḥ
kinnaraiś cāpi nandane
duḥsvapna-nāśanārthāya
sevitā tvaṁ namo ‘stu te

dharmāraṇye gayāyāṁ ca
sevitā pitṛbhiḥ svayam
sevitā tulasī puṇyā
ātmano hitam icchatā

ropitā rāmacandreṇa
sevitā lakṣmaṇena ca
pālitā sītayā bhaktyā
tulasī daṇḍake vane

trailokya-vyāpinī gaṅgā
yathā śastreṣu gīyate
tathaiva tulasī devī
dṛśyate sa-carācare
                                                                                         
ṛśyamūkhe ca vasatā
kapi-rājena sevitā
tulasī bali-nāśāya
tārā-saṅgama-hetave

praṇamya tulasī-devīṁ
sāgarotkramaṇaṁ kṛtam
kṛta-kāryaḥ prahṛṣṭaś ca
hanūmān punar āgataḥ

tulasī-grahaṇaṁ kṛtvā
vimukto yāti pātakaiḥ
atha vā muni-śārdūla
brahma-hatyāṁ vyapohati

tulasī-patra-galitaṁ
yas toyaṁ śirasā vahet
gaṅgā-snānam avāpnoti
daśa-dhenu-phala-pradam

prasīda devi deveśi
prasīda hari-vallabhe
kṣiroda-mathanodbhute
tulasī tvāṁ namāmy aham
                                                                                                 
dvādaśyāṁ jāgare rātrau
yaḥ paṭhet tulasī-stavam
dvātriṁśad-aparādhāṁś ca
kṣamate tasya keśavaḥ

Los Ocho Nombres De Tulasī Devī

Vṛndavānī: Ella que por primera vez se manifestó en Vṛndāvana.

Vṛnda Devī: La diosa de todas las plantas y árboles.

Viśvapūjitā: Adorada por todo el universo.

Puṣpaśara: La más elevada de todas la flores, sin la cual a Kṛṣṇa no le gusta observar otras flores.

Nandinī: Por verla, los devotos obtienen felicidad ilimitada.

Kṛṣṇa-jīvanī: La vida de Kṛṣṇa.

Viśvapāvanī: Quien purifica los tres mundos.

Tulasī Devī: Quien no tiene comparación.


Śrī Tulasī-Kīrtana

namo namaḥ tulasī! kṛṣṇa-preyasī
rādhā-kṛṣṇa-sevā pābo ei abhilāṣī

(1) ¡Oh Tulasī!, amada de Kṛṣṇa, yo me postro ante ti una y otra vez. El único deseo que aun me queda es servir a Rādhā y Kṛṣṇa.

je tomāra śaraṇa loy, tāra vāñchā pūrṇa hoy
kṛpā kori'koro tāre bṛndāvana-bāsī

(2) Tú satisfaces los deseos de todo aquel que busca tu favor. Cuando le das tu misericordia, se convierte en un habitante de Vṛndāvana.

mor ei abhilāṣ, bilās kuñje dio vās
nayane heribo sadā jugala-rūpa-rāśi

(3) Yo también deseo que me permitas vivir en los bosques de Vṛndāvana. Así tendré siempre en mi visión las efulgentes formas de Rādhā y Kṛṣṇa.

ei nivedana dharo, sakhīr anugata koro
sevā-adhikāra diye koro nija dāsī

 (4) Te suplico que me vuelvas un seguidor de las sakhīs (las doncellas vaqueritas en Vraja). Por favor, dame el privilegio de poder prestar servicio devocional y conviérteme en tu sirviente.
                                         
dīna kṛṣṇa-dāse koy, ei jena mora hoy
śrī-rādhā-govinda-preme sadā jena bhāsi

(5) Este bajo y  caído sirviente de Kṛṣṇa ora: ”¡Permíteme nadar en el amor de Śrī Śrī Rādhā y Govinda!”.

Śrī Tulasī-arāti
por Candrasekhara Kavi

namo namaḥ tulasi mahārāṇi,
vṛnde mahārāṇi namo namaḥ
namo re namo re meiyā namo nārāyaṇi

(1) ¡Reina Tulasī!, ¡Vṛnda Devī! ¡Oh, madre de la devoción! ¡Oh, Nārāyaṇī (consorte de Nārāyaṇa, o Kṛṣṇa)! Te ofrezco mis reverencias una y otra vez.

yāṅko daraśe, paraśe agha-nāśa-i
mahimā beda-purāṇe vākhāni

(2) Sólo por tocarte o por verte, se destruyen todos los  pecados. Tus glorias se describen en los Vedas y en los Purāṇas.

yāṅko patra, mañjarī komala
śrī-pati-caraṇa-kamale lapaṭānī
dhanya tulasī meiyā, pūraṇa tapa kiye,
śrī-śālagrāma-mahā-pāṭarāṇī

 (3) Tus hojas y tus suaves mañjarī (flores) se abrazan a los pies de loto de Nārāyaṇa, el Señor de Lakṣmī. Bendita madre Tulasī, tú ejecutaste austeridades y así te volviste la principal consorte y reina  de Śrī Śālagrāma-silā.

dhūpa, dīpa, naivedya, ārati,
phulanā kiye varakhā varakhāni
chāpānna bhoga, chatriśa vyañjana,
vinā tulasī prabhu eka nāhi māni

(4) Tú derramas tu misericordia sobre el que te ofrece incienso, una lámpara de ghī, naivedya (ofrenda de alimento) y ārati (adoración). El Señor no considera ninguno de los cincuenta y seis tipos de alimentos ni a los treinta y seis tipos  de guisos, si son ofrecidos sin hojas de Tulasī.

śiva-śuka-nārada, āur brahmādiko,
ḍhūrata phirata mahā-muni jñānī
candra-śekhara meiyā, terā jaśa gāoye
bhakati-dāna dījiye mahārāṇi

(5) Brahma, Śiva, Śukadeva, Nārada, todos los jñānīs y grandes munis (sabios), te están circumbalando. ¡Oh madre! ¡Oh Reina! Así canta tus glorias Candraśekhara. Por favor, concédeme el don de la devoción pura.
El Proceso de Adoración a Śrīmati Tulasī Devī
Śrīla Prabhupāda enseñó que debemos adorar a Tulasī después de maṅgala-ārātrika. Prabhupāda dio los mantras para postrarse ante ella, para circunvalarla y para recoger hojas.


En el mantra para postrarse, note que Śrīla Prabhupāda no usó las palabras: kṛṣṇa-bhakti prade devī.



Él enseñó: viṣṇu-bhakti prade devī.



Por lo tanto la adoración comienza con postrarse ante Tulasī Devī cantando el siguiente mantra:
vṛndāyai tulasī -devyai
priyāyai keśavasya ca
viṣṇu-bhakti-prade devī
satyavatyai namo namaḥ

Ofrezco una y otra vez mis reverencias a Śrīmati Tulasī Devī, quien es muy querida por el Señor Keśava. Oh Diosa, tú otorgas el servicio devocional al Señor Viṣṇu y posees la verdad más elevada.

Después de repetir tres veces esta oración, postrado a los pies de loto de Tulasī, uno se debe levantar y comenzar a cantar el tulasī-kīrtana, mientras le ofrece incienso, una lámpara de ghī y algunas flores. Esta adoración puede hacerse, según comentó una vez Kṛṣṇa Kṣetra Prabhu, meditando en Tulasī como la planta divina o como la gopī que eternamente sirve a La Pareja Divina. Uno puede girar cada uno de estos tres artículos siete veces alrededor de la planta de Tulasī, o puede ofrecer los artículos como se le ofrecen a las Deidades en los altares o a Śrīla Prabhupāda en el Vyāsāsana. Para adorar de esta manera, uno gira el incienso siete veces alrededor de Tulasī y lo mismo hará con la flor. Sin embargo, antes de ofrecer la flor, cuando ofrezca la lámpara de ghī, deberá ofrecerla dando cuatro vueltas a los pies de loto de Tulasī, dos vueltas al área del abdomen, tres vueltas alrededor de su rostro y finalmente siete vueltas alrededor de todo el cuerpo de Tulasī Devī. Cuando acaba el tulasī kīrtana y los devotos comienzan a circumbalarla, deben cantar el siguiente mantra dado por Śrīla Prabhupāda:

yāni kani ca pāpāni
brahma-hatyādikāni ca
tāni tāni praṇaśyanti
pradakṣiṇah pade pade

Circunvalando a Tulasī, paso a paso se destruyen todos los pecados cometidos, incluso el de matar a un brāhmaṇa.

Después de circunvalar a Tulasī Devī algunas veces, los devotos se purifican las manos con el agua del pañcapātra, y entonces humedecen su tierra con algunas gotitas de agua del mismo, o de otro pañcapātra. Finalmente, cuando todos los devotos y devotas han tenido la oportunidad de regar Tulasī Devī, se postran nuevamente y recitan el mantra de ofrecer reverencia a Tulasī Devī.

Entonces, Tulasī permanece en el centro de la sala que se ocupa para cantar la japa, ya que eso le da una oportunidad a los devotos de continuar circunvalándola y librarse más y más de las reacciones de sus pecados anteriores, lo cual es indispensable para poder alcanzar servicio devocional (ver Bhagavad-gītā 7.28).

Después que la Deidad en el altar ha recibido Su baño y el caraṇāmṛta está pronto, así como también otras flores mahā-prāsadam de la Deidad están disponibles, puede comenzarse otra adoración complementaria. Esta forma de adoración no fue enseñada por Śrīla Prabhupāda. Inclusive, cuando una devota llamada Vidyā Dāsī le pidió permiso a Siíla Prabhupāda, en 1976, para introducir algunos mantras de esta adoración que vamos a explicar ahora.

Śrīla Prabhupāda le respondió: “No introduzca nada nuevo. Simplemente sírvala con devoción”. Sin embargo, antes de partir, Śrīla Prabhupāda autorizó a algunos devotos mayores a pesquisar más sobre la adoración realizada por los vaiṣṇavas, según la tradición. Y así, en los libros que fueron publicados por una comisión del GBC de ISKCON, aparece el siguiente proceso de adoración para Śrīmati Tulasī Devī:

Durante la mañana, después de haber adorado las Deidades, el pūjārī debe realizar esta adoración. Deberá tener en sus manos una bandeja con los siguientes productos: a) pañcapātra con agua, b) arghya (que haya sido ofrecida a Kṛṣṇa) en una concha o en otro recipiente, c) flores, d) candana, e) caraṇāmṛta de la Deidad, f) guirnaldas o flores prasādam, g) un recipiente vacío para recoger hojas de Tulasī

El procedimiento es el siguiente:

1) Primero debe recitar:

nirmitā tvaṁ purā devair
arcitā tvaṁ surāsuraiḥ
tulasī hara me 'vidyāṁ
pujāṁ gṛhnā namo 'stu te

¡Oh, Śrīmati Tulasī-Devī, tú fuiste anteriormente creada por los semidioses y adorada tanto por ellos como por los demonios. ¡Oh, Śrīmati Tulasī-Devī, bondadosamente, aleja mi ignorancia y acepta mi adoración. Una y otra vez te ofrezco mis humildes reverencias.

2) Después, mientras se sostiene el pañcapātra con la mano izquierda y se rocía agua sobre Tulasī Devī con la mano derecha, uno debe cantar el siguiente mantra:

(oṁ) govinda-vallabhām devīṁ
bhakta-cailanya-kāriṇīm
snāpayāmi jagad-dhātrīṁ
kṛṣṇa-bhakti-pradāyinīm

Estoy bañando a la diosa Tulasī Devī, quien es muy querida a Govinda, quien es la madre del universo, quien le otorga vida a todos los devotos, y quien confiere devoción por el Señor Kṛṣṇa

3) Mientras coloca un poco de arghya en la tierra con la pequeña caracola, cante el siguiente mantra:

śriyaḥ śriye śriyāvāse
nityaṁ śrīdharaṁ sat-kṛte
bhaktyā dattaṁ mayā devī
arghyaṁ gṛhṇa namo'stu te

¡Oh, diosa Tulasī! te ofrezco mis reverencias. Todo tipo de belleza y opulencias se refugian y viven en tí. Incluso eres adorada por el Señor Supremo. ¡Oh, Tulasī! acepta por favor este arghya, que te ofrezco con devoción.

4) Entonces, deben ofrecerse los siguientes artículos mientras se cantan los mantras apropiados:

idaṁ sagandha-puṣpām oṁ tulasyāi namaḥ

Y se ofrece una flor untada con pulpa de sándalo

idaṁ śrī-kṛṣṇa-caraṇāmṛtam oṁ tulasyāi namaḥ

Y se le ofrece a Tulasī agua del baño de la Deidad.

idaṁ mahā-prasāda-nirmālyādikam sarvaṁ oṁ tulasyāi namaḥ

Con este mantra se le ofrecen a Tulasī Devī las flores y guirnaldas prasāda del Señor. *
idaṁ ācamanīyam oṁ tulasyāi namaḥ

Ofrézcale ācamana a Tulasī Devī.

5) Entonces, después de ofrecer todos estos artículos, recite la siguiente oración:
mahā-prāda-jananī sarva-saubhāgya-vardhinī

ādhi-vyādhi-hare nityaṁ tulasī tvaṁ namo'stu te

¡Oh, Śrīmati Tulasī Devī, repetidamente te ofrezco mis reverencias! ¡Oh madre del mahā-prāsada. Tú aumentas la buena fortuna de todas las personas y remueves todas las ansiedades y enfermedades.

* Para evitar que insectos u hongos perjudiquen Tulasī Devī, retire las flores o guirnaldas mahā-prāsada que le haya ofrecido tan pronto como acabe la adoración. Y el caraṇāmṛta o agua del baño del Señor, puede ser ofrecido con una cucharita, y ponerlo después en otro recipiente, sin verterlo en la tierra.

6) Ahora, ofrezca reverencias a Tulasī Devī, recitando el Tulasī-praṇāma-mantra:
(oṁ) vṛndāyai tulasī-devyai
priyāyai keśavasya ca
visnu-bhakti-prade devī
satyavatyai namo namaḥ

7) Después, con su mano derecha, cuidadosamente corte o retire hojas de Tulasī o suaves y tiernas tulasī-mañjarīs junto con sus tiernos y pequeños tallos. Trate de evitar el uso de tijeras u otros objetos afilados de metal.

Mientras corta las hojas, una por una, cante el siguiente tulasī cayana-mantra sin cesar:

(oṁ) tulasī amṛta-janmāsi
sadā tvaṁ keśava-priyā
keṣavārtham cinomi tvām
vara-dā bhava ṣobhane

¡Oh, Tulasī!, has nacido del néctar. Siempre eres muy querida al Señor Keśava. Ahora, para adorar al Señor Keśava, estoy recogiendo tus hojas y mañjarīs. Por favor, bendíceme.

Después de recoger hojas de Tulasī, recite el mantra para suplicar perdón:

cavanodbhava-duḥkham ca
yad hṛdi lava vartate
tat kṣamasva jagan-mātaḥ
vṛnda-devī namo'stu te

¡Oh, Tulasī Devī!, ¡Oh, madre del universo! Te ofrezco mis respetuosas reverencias. Si al recoger tus hojas y mañjarīs te he causado algún sufrimiento, ten la bondad de perdonarme.

No retire hojas de la planta de Tulasī en la madrugada, antes del amanecer, y tampoco después que el sol se ha ocultado y ya está oscuro. Y recuerde, jamás retire hojas en Dwādaśi. Si tiene hojas secas porque fueron cortadas en día anterior, puede ofrecerlas de todos modos.
Beneficios por adorar a Tulasī Devī

Aunque nunca podremos describir a plenitud las glorias de Tulasī Devī, una asociada eterna del Señor Kṛṣṇa, las Escrituras nos dan una indicación del valor de adorarla. La siguiente lista proviene del Padma Purāṇa.

— Tulasī es la esencia de todas las actividades devocionales.

— Las hojas, flores, raíces, corteza, ramas, ramas y la sombra de Tulasī Devī son espirituales.

— El que con devoción aplica la pulpa de madera Tulasī a la Deidad de Kṛṣṇa siempre vivirá cerca de Kṛṣṇa.

— El que pone sobre su cuerpo el barro procedente de la base del tronco de Tulasī y adora a la Deidad del Señor Kṛṣṇa, alcanzará los resultados de la adoración de cien días en un solo día.

— Aquel que ofrece una mañjarī de Tulasī al Señor Kṛṣṇa, logra el beneficio de ofrecer todas las distintas clases de flores, y alcanza la morada de Kṛṣṇa.

— Aquel que ve o se acerca a una casa o huerto donde se halle presente la planta de Tulasī se libera de todas las reacciones pecaminosas, incluso las procedentes de haber matado un brāhmaṇa.

— El Señor Kṛṣṇa vive feliz en la casa, pueblo o bosque donde Tulasī Devī está presente.

— Una casa donde Tulasī Devī está presente nunca cae en desgracia, y se vuelve más pura que todos los lugares santos.

— La fragancia de Tulasī Devī arrastrada por la brisa purifica a todo aquel que la huela.

— El Señor Kṛṣṇa y todos los semidioses viven en una casa donde hay barro de la base del tronco de Tulasī.

— Sin hojas de Tulasī, al Señor Kṛṣṇa no le gusta aceptar las flores, los alimentos o pasta de sándalo que se Le ofrece.

— Aquel que adora al Señor Kṛṣṇa diariamente con hojas de Tulasī alcanza los resultados de todo tipo de penitencias, caridades y el sacrificios. De hecho, no tiene más deberes que realizar, y ha comprendido la esencia de todas las escrituras.

— Aquel que pone en su boca o sobre su cabeza las hojas de Tulasī que han sido ofrecidas al Señor Kṛṣṇa alcanza la morada del Señor Kṛṣṇa.

— En Kali-yuga, aquel que adora, recuerda, planta, cuida o realiza kīrtana ante Tulasī, quema todas las reacciones pecaminosas e inmediatamente alcanza la morada del Señor Kṛṣṇa.

— Aquel que adora al Señor Kṛṣṇa con hojas de Tulasī libera todos sus ascendientes ​​del reino del nacimiento y la muerte.

— Aquel que recuerda las glorias de Tulasī o se las cuenta a otros nunca volverá a nacer de nuevo.
La adoración de Tulasī Devī



La siguiente lista se compiló a partir de las Escrituras y de las instrucciones de Śrīla Prabhupāda.


• El cuerpo de Tulasī es espiritual. Aunque Tulasī se manifiesta en muchos arbustos distintos, es una sola persona, y se manifiesta allí donde se observa devoción a Kṛṣṇa.

• Cada mañana los devotos deben regar y orar a Tulasī Devī, así como circunvalarla tres veces.

• Adorar a Tulasī con alimentos agradables, flores, incienso, una lámpara de ghee y demás artículos de adoración tradicionales.

• Proteger las plantitas jóvenes de Tulasī de los pájaros y de los insectos. Es una ofensa enterrar en el suelo las plantitas de Tulasī.

• En aquellos lugares en los que Tulasī no pueden sobrevivir al invierno sobre el terreno, hay que acomodarla en un habitáculo adecuado para ella.

• Hay que garantizar cada día aire fresco, agua (tanta como sea necesaria, aunque hay que evitar regarla más de lo necesario), y luz solar (o luz para las plantas).

• Olvidarse de regar a Tulasī, o de cuidarla como es debido es una gran ofensa. Llevarlo a cabo con gran cuidado.

• Hay que cantar el siguiente mantra mientras de recogen hojas de Tulasī:

tulasy amṛtā-janmāsi
sadā tvāṁ keśava-priyā
keśavārthaṁ cinomi tvāṁ
varadā bhava śobhane

"Oh Tulasī, naciste del néctar. El Señor Keśava siempre te tiene en gran estima. Ahora, para adorar al Señor Keśava, estoy recolectando tus hojas y mañjarīs. Por favor, derrama sobre mi tus bendiciones”.

Colectar únicamente las hojas cerca nas a las mañjarīs (flores) y las hojas que están a punto de desprenderse (adquieren un tono amarillento), nunca las verdes, las más recientes. Colectar las mañjarīs tan pronto como florezcan. Evitar que maduren y produzcan semillas, pues ello absorbe mucha energía de la planta, que puede e mplearse en producir más hojas y flores para el servicio de Kṛṣṇa. No sacudir ni golpear la rama pues podrían dañarse las hojas sanas. Recolectar con cuidado y atención. Evitar el uso de herramientas cortantes.

• No podar nunca a Tulasī Devī. Esta es una gran ofensa. Cortar las ramas muertas únicamente cuando sea absolutamente necesario. Si las ramas obstruyen el paso, atarlas y apartarlas del camino, pero no cortarlas.

• Recoger las hojas y las flores de Tulasī durante el día, nunca por la noche (desde la salida del sol hasta la puesta).

• No usar nunca pulverizadores químicos.

• Recolectar las hojas una vez por la mañana para adorar a Kṛṣṇa, y para ponerla en los platos de alimento que se Le van a ofrecer. Poner al menos una hoja en cada preparación. No recolectar hojas de Tulasī para para ninguna otra causa que no sea la adoración del Señor.

• Al Señor Kṛṣṇa Le gustan las guirnaldas hechas con hojas de Tulasī. Las hojas de Tulasī mezcladas con pulpa de sándalo puestas sobre los pies similares al loto del Señor suponen la adoración más elevada. No poner hojas de Tulasī sobre los pies de nadie que no sea el Señor Viṣṇu en Sus diversas formas. Srimati Radharani puede llevar una hoja de Tulasī en la mano para ofrecérsela al Señor Kṛṣṇa.

• Kṛṣṇa acepta las hojas de Tulasī aunque estén secas.

• La madera de Tulasī (una vez que la planta se haya secado de manera natural) puede emplearse para preparar parafernalia de adoración, como son las cuentas (rosario). Las sobras de Tulasī habrán de ser devueltas a la tierra.

• No emplear en ningún caso las flores ni las hojas de Tulasī para hacer infusiones o zumos, incluso después de haber sido ofrecidas a Kṛṣṇa. Es una gran ofensa hervir o cocinar a Tulasī, o emplearla para asuntos mundanos como los medicamentos y ungüentos.

• No cortar o arrancar nunca plantas de Tulasī vivas. Eso es una gran ofensa.

• Evite pisar la sombra de Tulasī Devī.

• Tulasī Devī es muy, muy querida por el Señor. Por lo tanto, lo más importante es servirla con amor y devoción.