viernes, 6 de septiembre de 2013

YOGA Y CRISTIANISMO

YOGA Y CRISTIANISMO

La palabra sánscrita yoga (ióga) tiene su símil con la palabra religión, la cual significa religar o restablecer nuestra relación con Dios. El vínculo que el yoga busca es con la verdad, o la realidad. El practicante de... yoga busca liberarse del mundo de la ilusión en el cual uno falsamente identifica su ser interno con el cuerpo y la mente material, y no tiene ningún concepto del alma espiritual que es nuestro verdadero ser.

En el Bhagavad-Gíta (bagavad-guíta) el Divino enseña que hay distintos procesos de yoga, de acuerdo con la necesidad del aspirante:

- Karma-yoga, que se basa en la ayuda al prójimo y las acciones conscientes.
- Jñana-yoga (guiána), es el estudio contemplativo y filosófico de las Escrituras.
- Hatha-yoga, como una forma de lograr el control psicofísico y la paz, mediante ejercicios y meditación profunda.
- Bhakti-yoga (bacti), o el servicio devocional, considerado el más avanzado.

El proceso bhakti empieza oyendo (sravanam) y cantando (kirtanam) acerca del Señor, hasta que en el corazón del practicante se desarrolla un interés más grande por amar universalmente.

En la Biblia encontramos nociones de los procesos de yoga.
Por ejemplo, sobre el karma-yoga citamos los versículos de Proverbios 3.9 y Job 34.11, que dicen uno debe honrar a Señor con el fruto de su trabajo. Karma significa "acción", "actividad", y toda acción que se ejecuta para liberarnos del cautiverio material y acercarnos más a Dios se considera que es karma-yoga.

Sobre el jñana-yoga citamos al sabio Salomón, quien escribió mucho acerca de la importancia de la adquisición de sabiduría y de reflexionar sobre el Señor. (Proverbios 3.13,14, 10.23, 11.9, 3.7, 2.6,7)

Sobre el dhyána-yoga o meditación, el salmista David exclamó: ¡Me regocijo meditando en el Señor…! (Salmos 19.14, 39.3, 104.34). También Jesús recomendó que cuando alguien vaya a orarle al Señor que entre en su habitación y cierre la puerta y que le ore al Padre que está en secreto (Mateo 6.5-6).

Meditar es despejar la mente de toda duda, de todo pensamiento materialista y egoísta y concentrarse completamente en el Ser interior. El Divino Señor dice en su Bhagavad-Gita (6.7) que quien logra controlar su mente se libera y llega a Dios. Por lo tanto es necesario tener una mente sana, una mente capaz de concentrarse en las cosas espirituales. Son muchos los beneficios psicológicos que aporta la meditación ya reconocidos por la ciencia. Desde liberar el estrés hasta llevar al practicante a un estado de quietud y desarrollo de la intuición.

La meditación puede ser silenciosa, sólo enfocando nuestros pensamientos en el espíritu, o sonora, cantando un mantra.

Un mantra es la repetición corta de una oración. Man significa "mente", y tra "liberar". Un mantra no es la repetición de cualquier afirmación positiva o cualquier concierto de palabras superfluas. Debe ser una frase concisa, llena de voluntad y poder transformador. Además el mantra debe ser recibido de labios de un guru o guía espiritual fidedigno. Los monjes cristianos de la Iglesia Oriental Ortodoxa, en siglos pasados, practicaban para alcanzar la paz interior el Hesicasmo, que era una forma de meditación u oración mántrica, ellos repetían constantemente en latín: "Oh señor Jesucristo, hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy pecador."

En la tradición vaishnava o teísta de la India, el Señor recomienda la práctica del canto del mantra Hare (jaré) Krishna, que forma parte del proceso bhakti. Hare Krishna Hare Krishna, Krishna Krishna, Krishna Hare Hare/ Hare Ráma Hare Ráma, Ráma Ráma, Hare Hare. El significado de esto es pedirle al Divino que por favor nos permita volvernos instrumentos de Su amor. No hace falta orarle pidiendo liberación, o sanación, o esto o aquello, como normalmente hacen muchos creyentes. Dios sabe exactamente qué cosas necesitamos, y Él a su debido momento nos las dará. Con pedirle que por favor nos convierta en instrumentos de Su amor es suficiente, ya que el Amor por Dios lo es todo. Y esta es la esencia del bhakti-yoga, el yoga más elevado de todos. Por eso Jesús dijo: "Amad a Dios por sobre todas las cosas..." (Mateo 22.37). Pero el amor es como una semilla que se siembra, y que va creciendo poco a poco, y hay que darle cuidado, rociarle agua, ponerla al sol, para que crezca y produzca frutos buenos. El bhakti-yoga nos enseña como hacer esto.
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