La peor ofensa, por Haripada dasa
Es muy interesante lo que dice el capítulo 13 del Harinama Cintamani se dice que la peor ofensa es MANTENER LOS APEGOS MATERIALES DE "YO" Y LO "MÍO". "Mi Señor este último namaparadha es la peor clase de ofensa, su presencia restringe el flujo continúo del amor divino o prema incluso después de haber aceptado iniciación espiritual, las personas que están muy apegadas materialmente no pueden abandonar por completo las designaciones corporales, ellas mantienen una mentalidad de "mi"y "mío" que los desvía del sendero de la devoción, las designaciones físicas, por ejemplo: "Yo soy brahmana", "Soy un vaisnava", "Soy un Rey", o "Esto es lo que yo poseo, riquezas, hijos, nietos y así sucesivamente", son síntomas de inmadurez espiritual y son frenos para un apropiado cultivo de servicio devocional. Esta terrible ofensa solo es superada cuando uno se entrega al Santo Nombre.
Al final de este capítulo del Harinama Cintamani se dice: "Las ofensas al Santo Nombre se disuelven únicamente mediante el constante canto. Cuando ellas son así destruídas, nunca pueden reaparecer, cantar constantemente significa con la excepción de un tiempo mínimo para descansar y para otras escasas necesidades físicas, uno debe de cantar durante todas las horas del día con intenso arrepentimiento. Ninguna otra penitencia espiritual es tan efectiva como esto. Cuando las ofensas son destruídas, el Santo Nombre puro florece en el corazón, el nombre puro de Krishna confiere bhava y finalmente prema".
Es muy interesante lo que dice el capítulo 13 del Harinama Cintamani se dice que la peor ofensa es MANTENER LOS APEGOS MATERIALES DE "YO" Y LO "MÍO". "Mi Señor este último namaparadha es la peor clase de ofensa, su presencia restringe el flujo continúo del amor divino o prema incluso después de haber aceptado iniciación espiritual, las personas que están muy apegadas materialmente no pueden abandonar por completo las designaciones corporales, ellas mantienen una mentalidad de "mi"y "mío" que los desvía del sendero de la devoción, las designaciones físicas, por ejemplo: "Yo soy brahmana", "Soy un vaisnava", "Soy un Rey", o "Esto es lo que yo poseo, riquezas, hijos, nietos y así sucesivamente", son síntomas de inmadurez espiritual y son frenos para un apropiado cultivo de servicio devocional. Esta terrible ofensa solo es superada cuando uno se entrega al Santo Nombre.
Al final de este capítulo del Harinama Cintamani se dice: "Las ofensas al Santo Nombre se disuelven únicamente mediante el constante canto. Cuando ellas son así destruídas, nunca pueden reaparecer, cantar constantemente significa con la excepción de un tiempo mínimo para descansar y para otras escasas necesidades físicas, uno debe de cantar durante todas las horas del día con intenso arrepentimiento. Ninguna otra penitencia espiritual es tan efectiva como esto. Cuando las ofensas son destruídas, el Santo Nombre puro florece en el corazón, el nombre puro de Krishna confiere bhava y finalmente prema".
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