Hare Krishna, mi
intención y actitud al enviarte este mensaje, es que Srila Prabhupada quería
que nosotros transmitiéramos sus enseñanzas a todo el mundo, sin querer nada a
cambio.
Religión mundana y
Religión eterna, por Haripada dasa
Es muy interesante el
hecho de que El Bhagavatam sostenga en sus primeras páginas su propia
singularidad: dharmah projjhita-kaitavo `tra, "Toda supuesta religiosidad
cubierta por intenciones fruitivas es aquí rechazada por completo." (S.B.
1, 1, 2) Las intenciones fruitivas toman la forma de Kama (complacencia de los
sentidos burdos y sutiles), artha (desarrollo económico), dharma (religiosidad
mundana o sectaria), e incluso moksa (liberación). Estas cuatro metas son
descritas como prácticas materialistas, y contaminan todo intento de religión
verdadera. La fuerza motivadora detrás de cada una de ellas es el incremento de
la satisfacción sensual. Por ejemplo, puede que un hombre ordinario practique
la religiosidad (dharma) debido a que en realidad busca la riqueza (artha).
Comprendiendo que hay un Controlador Supremo, él busca suplicarle a su
"dios" y, de este modo, alcanza su meta. Esta práctica por cierto, es
a menudo engañosa, y una persona absorta en este tipo de religiosidad motivada
se cree equivocadamente un serio practicante de la vida espiritual. Al
reflexionar, sin embargo, se torna evidente que tal religioso es en realidad un
materialista, ya que toda su práctica está dirigida hacia el fin equivocado: la
adquisición de riquezas. Para qué quiere riquezas, en aras de kama, o
complacencia de los sentidos, una meta que es directamente contraria a los
principios religiosos. Más aun, cuando alguien se cansa de toda este negocio,
busca moksa, o liberación. Desafortunadamente, la verdadera liberación no
podría estar más alejada de un individuo tan engañado, ya que ha errado por
completo el propósito de la práctica espiritual. Aunque muchos sean presa de
esta mentalidad, El Bhagavatam exhorta a sus lectores a ir más allá de esta
situación, y más allá de las ilusiones materiales que atrapan incluso a los
bien intencionados, el estudiante del Bhagavatam debe abandonar a todas las
metas mundanas y esforzarse por lograr una pureza total. Si uno desea una meta
inferior, debe acercarse a una escritura inferior. Por eso Srila Prabhupada
dice en el Chaitanya Charitamrita, adi-lila, 17, 169 que el Antiguo y Nuevo
Testamento y el Corán es para los comedores de carne, y no son escrituras
eternas. El Bhagavatam es para aquellos que son serios en lo que se refiere a
la meta última de la vida: el amor por Dios.
Lo primero que te enseña
la religión eterna es que no somos el cuerpo material temporal, sino almas
espirituales eternas, al entender y aceptar este punto es natural que la
persona se interese más en las relaciones eternas que en las temporales, las
relaciones temporales son con la familia, la sociedad, las amistades y el amor
mundano, y las relaciones eternas significa con Dios o Krishna y con Sus
devotos. El resultado de practicar la religión eterna es que uno conoce a Dios
y lo ama, y como solo existe Dios o Krishna y Sus energías de modo natural
amará a todos y a todo.
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