lunes, 5 de agosto de 2019

Me siento agradecido y afortunado


Me siento agradecido y afortunado, por Haripada dasa
Hare Krishna, aprovecho para darles las gracias a todos los devotos y a la madre Anuttama Devi Dasi por sus respuestas sobre el tema de hablar con las autoridades de Iskcon, la conclusión de todos ha sido la misma, que es muy difícil que esas personas cambien, y me siento muy afortunado de tener la asociación de discípulos de Srila Prabhupada serios y sinceros, expertos en los libros de Srila Prabhupada y que todo lo que dicen lo apoyan con citas de Srila Prabhupada, mi humilde opinión es que la única solución es orarle a Srila Prabhupada y a Krishna para que ayuden a esos pobres diablos a que se desapeguen del engaño, la falsedad y la mentira, como siempre decía Bhaktisiddhanta Saraswati Prabhupada que yo amo hasta mi peor enemigo, y Srila Prabhupada siempre decía que a su movimiento nadie podía hacerle daño por fuera sino por dentro, y que el problema de los devotos es que no le tienen miedo a maya, en relación con esto, está la historia de Indra que tuvo una aventura con la esposa de un sabio, y cuando el sabio se enteró lo maldijo a que naciera en la Tierra como un cerdo, cuando se le terminó la maldición fue Brahma a decírselo para que volviera a los planetas superiores e Indra le dijo que yo estoy muy feliz aquí con mis cerditas y cerditos, y Brahma los mató a todos, entonces Indra dijo que ahora que me han quitado mis apegos tendré que volver, en relación con esto es muy interesante lo que dice Srila Prabhupada en el Chaitanya Charitamrita, Madhya lila, 20, 6, ahí dice que Māyā manifiesta dos tipos de potencias para cubrir a la entidad viviente. Una se llama prakṣepātmikā, y la otra āvaraṇātmikā. Cuando alguien está decidido a liberarse del cautiverio material, la prakṣepātmikā-śakti, con su influjo de distracción, le impulsa a permanecer en la vida condicionada, plenamente satisfecho con la complacencia de los sentidos. Debido a la otra potencia (āvaraṇātmikā), el alma condicionada se siente satisfecha incluso aunque se esté pudriendo en un cuerpo de cerdo o de gusano del excremento. El hechizo de māyā es tan fuerte que es muy difícil liberar del cautiverio material a un alma condicionada. Incluso si la Suprema Personalidad de Dios desciende personalmente para liberar a las almas condicionadas, pidiéndoles que se entreguen a Él, ellas no aceptan la propuesta del Señor. Por esa razón, Sanātana Gosvāmī dijo: «Ciertamente, una persona que, en cualquier modo, ayuda a otra a liberarse del cautiverio de māyā, goza inmediatamente del reconocimiento de la Suprema Personalidad de Dios».




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