LOS MENSAJES

Los mensajes, por Javier Figuerola o Haripada dasa

Nuestro maestro espiritual Srila Prabhupada nos instruyó a que compartiéramos todas nuestras experiencias espirituales con los demás sin querer nada a cambio, en otras palabras, no hacer de la vida espirtual un negocio, también nos instruyó que todos los consejos que diéramos deberíamos practicarlos nosotros mismos, si alguien da consejos espirituales y él no los practica esa persona se vuelve una fuente de maldad para el mundo. Llevo tiempo mandando mensajes por internet y en facebook, mi intención al hacer esto es satisfacer a mi maestro espiritual e intentar despertar interés en las personas para que practiquen vida espiritual pura sin engaños, por internet mando los mensajes a 64 personas, casi todas me conocen personalmente y es asombroso que nadie conteste nada, yo por supuesto estoy muy desapegado del resultado, yo le puedo decir a alguien canta Hare Krishna y sé feliz, y si la persona no quiere cantar yo no tengo la culpa, como dicen en México canta y no llores, y en España decimos el que canta el mal espanta, hay cuatro cosas que en esta era disminuyen mucho, la memoria, la fuerza corporal, la misericordia y la simpatía.

Todos entendemos y aceptamos que la gente no despierta a una conciencia superior por que están llenos de envidias, miedos, dudas, fanatismos, especulaciones, prejuicios y están llenos de actividades pecaminosas, ellos piensan que la vida es eso, ellos no tienen ninguna experiencia de vivir una vida en compañía de Dios o Krishna y de Sus devotos y ser feliz y vivir llenos de libertad. Comparto lo que dice El Srimad Bhagavatam: " Así que, la categorización que el Śrīmad-Bhāgavatam hace del hombre común que carece de toda iluminación espiritual, ubicándolo en la sociedad de los perros, los cerdos, los camellos y los asnos, no es en absoluto una exageración. Los líderes de esas ignorantes masas de gente puede que se sientan muy orgullosos de ser adorados por ese gran número de perros y cerdos, pero eso no es muy halagador. El Bhāgavatam declara abiertamente que, aunque una persona sea un gran líder de esa clase de perros y cerdos disfrazados de hombres, si no siente agrado en ser iluminado en lo referente a la ciencia de  Dios o Krishṇa, semejante líder es también un animal, y nada más. Puede que se lo designe como una animal fuerte y poderoso, o como una animal grande, pero en opinión del Śrīmad-Bhāgavatam nunca se le da un lugar en la categoría de los hombres, por su atea forma de ser. O, en otras palabras, esos ateos líderes de perros y hombres cerdos son animales más grandes, con las cualidades de los animales en una mayor proporción.

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