lunes, 30 de diciembre de 2019

Religión mundana y Religión eterna

Religión mundana y Religión eterna, por Haripada dasa
Es muy interesante el hecho de que El Bhagavatam sostenga en sus primeras páginas su propia singularidad: dharmah projjhita-kaitavo `tra, "Toda supuesta religiosidad cubierta por intenciones fruitivas es aquí rechazada por completo." (S.B. 1, 1, 2) Las intenciones fruitivas toman la forma de Kama (complacencia de los sentidos burdos y sutiles), artha (desarrollo económico), dharma (religiosidad mundana o sectaria), e incluso moksa (liberación). Estas cuatro metas son descritas como prácticas materialistas, y contaminan todo intento de religión verdadera.
La fuerza motivadora detrás de cada una de ellas es el incremento de la satisfacción sensual. Por ejemplo, puede que un hombre ordinario practique la religiosidad (dharma) debido a que en realidad busca la riqueza (artha). Comprendiendo que hay un Controlador Supremo, él busca suplicarle a su "dios" y, de este modo, alcanza su meta. Esta práctica por cierto, es a menudo engañosa, y una persona absorta en este tipo de religiosidad motivada se cree equivocadamente un serio practicante de la vida espiritual.
Al reflexionar, sin embargo, se torna evidente que tal religioso es en realidad un materialista, ya que toda su práctica está dirigida hacia el fin equivocado: la adquisición de riquezas. Para qué quiere riquezas, en aras de kama, o complacencia de los sentidos, una meta que es directamente contraria a los principios religiosos. Más aun, cuando alguien se cansa de toda este negocio, busca moksa, o liberación.
Desafortunadamente, la verdadera liberación no podría estar más alejada de un individuo tan engañado, ya que ha errado por completo el propósito de la práctica espiritual. Aunque muchos sean presa de esta mentalidad, El Bhagavatam exhorta a sus lectores a ir más allá de esta situación, y más allá de las ilusiones materiales que atrapan incluso a los bien intencionados, el estudiante del Bhagavatam debe abandonar a todas las metas mundanas y esforzarse por lograr una pureza total.
Si uno desea una meta inferior, debe acercarse a una escritura inferior. Por eso Srila Prabhupada dice en el Chaitanya Charitamrita, adi-lila, 17, 169 que el Antiguo y Nuevo Testamento y el Corán es para los comedores de carne, y no son escrituras eternas. El Bhagavatam es para aquellos que son serios en lo que se refiere a la meta última de la vida: el amor por Dios.
Lo primero que te enseña la religión eterna es que no somos el cuerpo material temporal, sino almas espirituales eternas, al entender y aceptar este punto es natural que la persona se interese más en las relaciones eternas que en las temporales, las relaciones temporales son con la familia, la sociedad, las amistades y el amor mundano, y las relaciones eternas significa con Dios o Krishna y con Sus devotos.
El resultado de practicar la religión eterna es que uno conoce a Dios y lo ama, y como solo existe Dios o Krishna y Sus energías de modo natural amará a todos y a todo.
prabhupadanugas108@gmail.com







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