martes, 26 de abril de 2016

LOS DEVOTOS DE DIOS

Los devotos de Dios, por Javier Figuerola o Haripada dasa
Todos entendemos y aceptamos que vivimos en una era llena de materialismo y ateísmo, y que para ser un devoto de Dios hay que ser muy valiente y liberarse de la lujuria, la ira, la envidia, la ignorancia, el orgullo y la codicia. También va haber mucha oposición de la familia, los amigos y la sociedad en general. Nuestro maestro espiritual Srila Prabhupada nos dice en sus libros que un devoto de Dios o Krishna es  aquel que tiene plena fe de que por seguir las reglas y regulaciones algún día será un devoto puro de Dios o Krishna. Se practican cuatro reglas y regulaciones, no a la vida sexual ilícita, no a los juegos de azar, no a las drogas o intoxicantes y no al consumo de carnes, pescados y huevos y cantar cada día 16 rondas del Maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare, esto es en total 27.648 nombres de Dios, con la práctica te lleva de una hora y media a dos horas, el significado del Maha-mantra es que le estás orando a la energía de Dios llamada Radharani y a Dios o Krishna que bondadosamente me ocupen en Su servicio. Otra práctica muy importante es ofrecer los alimentos a Dios. Hay tres clases de devotos de Dios, el neófito, el que está en la etapa intermedia de la devoción y el devoto perfecto o más elevado. El neófito tiene una fe muy débil, y no es muy experto en las Escrituras Reveladas, y no sabe relacionarse con los otros devotos ni con la gente en general, el devoto en la etapa intermedia desarrolla afecto amoroso por Dios o Krishna, hace amistad con los devotos de Dios o Krishna, siente compasión por las personas inocentes y evade la compañía de los ateos y de las personas envidiosas, y el devoto perfecto ve a Dios o Krishna manifestado en todas partes y sabe que todo reposa en Dios o Krishna, él no está interesado con las distinciones de quien es devoto de Dios y quien no lo es, en verdad ve que Dios o Krishna es su vida y alma, y para él cantar los Santos Nombres de Dios es la esencia de su vida.
Así se describe a un devoto puro de Dios o Krishna : " Después de contemplar una indescriptible y maravillosa personalidad, queda empapado en lágrimas de éxtasis, su cuerpo erizado, lamentándose y titubeante, derrumbándose a cada paso, su corazón flotando en olas de felicidad divina, su ser completo tiembla como una hoja en otoño, yo me asombro de su devoción y pierdo todo interés en la vida familiar o en las actividades materiales ".
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