miércoles, 17 de junio de 2015

BIOGRAFÍA DE SRILA SYAMANANDA PANDITA

La extraordinaria personalidad de Sri Syamananda Pandita

Su aparicion, su iniciación y su viaje a Vrindavana

      Shyamananada Prabhu nació en Utkala, en un sitio llamado Dharenda Bhadura Pura. En nombre de su padre era Sri Krishna Mandal. Su madre era Durika devi. Sun padre pertenecía a la dinastía de los Seis Gopas. El tuvo muchos hijos e hijas que murieron antes de que Syamananda naciera. Por el infortunio que pasó la familia, sintiéndose muy tristes (dukhi) por haber perdido varios hijos, sus padres lo llamaron Dukhi Krishna Dasa. Todos decían que el niño sería una gran persona, un Mahapurusa.

El apareció en este mundo en un día auspicioso de luna llena (purnima) del mes de Chaitra, por la misericordia del Señor Jagannatha, porque él vino a predicar las glorias de Sri Jagannatha. El Señor mismo le protegió mientras crecía. El niño era como el mismo Cupido mismo. Era tan bello que todos se fijaban en él.

En poco tiempo aprendió Gramática sánscrita, poesía y retórica. Empezó pronto a estudiar muy seriamente las escrituras sagradas. Al escuchar de las glorias de Sri Chaitanya y Sri Nityanananda de los devotos locales, desarrolló un intenso deseo de refugiarse en Sus pies de loto.

Siendo su padre, Krishna Mandal, un gran devoto de Krishna y viendo que su hijo crecía en pensamientos de Sri Gaura-Nityananda, le dijo que tomara iniciación. El niño dijo: “Hridaya Chaitanya Prabhu es mi guru, vive en Ambika Kalna, su guru es Gauridas Pandit. Esos dos grandes hermanos Sri Gaura y Nitai siempre residen en su hogar. Si me lo ordenas voy donde ellos y me haré su discípulo”. Krishna mandal dijo: “Hijo mío, ¡eso está muy lejos! ¿cómo irás allá? Dukhi (Shyamananda) dijo: “Padre, mucha gente de aquí pronto irá a Gauda desh a bañarse en el Ganges. Cuando ellos vayan, yo iré con ellos”.

Por largo tiempo su padre pensó el asunto y al final le dio su permiso. Luego de recibir las bendiciones de su padre y su madre empezó su camino a Gauda desh. Gradualmente, llegó a Nabadwipa y Shantipur, y finalmente llegó a Ambika kalna y preguntó donde estaba la casa de Gauridas Pandit. Dio reverencias fuera del templo de Mahaprabhu en la casa de Gauridas Pandit. Allí encontró a Hridaya Chaitanya Prabhu, quien al verle dijo: “¿Quién eres?”

Dukhi dijo: “Yo deseo servir a sus pies de loto. Vengo de lejos desde Dharebda Bahadur Pura. Nací en la dinastía de los seis Gopas. Mi padre es Krishna Mandal, mi nombre es Dukhi”.

Hridaya Chaitanya estaba complacido con las dulces palabras de este niño y dijo: “Desde hoy tu nombre es Krishna Dasa”. Desde que recibió diksa de Hridaya Caitanya fue conocido como Krishna Dasa.

Desde ese día, Krishna das servía asiduamente a su guru. Hridaya Chaitanya esperó un día auspicioso y pronto le inició diksa-mantra. Krishna Das se mantuvo fijo a su servicio. Al ver el servicio determinado de Krishna das, su bhakti y su profunda inteligencia y comprensión, Hridaya Chaitanya le ordenó ir a Vrindavana a buscar a Srila Jiva Goswami, y estudiar las escrituras de los Goswamis y sus asociados bajo la orientación de Sri Jiva Goswami

Sri Krishna Das inclinó su cabeza y aceptó la orden de su guru de irse a Vrindavana, y en  un día favorable empezó su viaje. Hridaya Chaitanya Prabhu le dio muchos mensajes a Krishna Das para los residentes de Vrindavana. Le pidió comunicar sus dandavats y respetos a los seis Goswamis. Dukhi Krishna fue primero a Nabadwipa Dham, donde preguntó a la gente local por la casa de Jagannatha Mishra, y si podría entrar a ella. Al llegar a casa de Sri Gauranga encontró a Ishan Thakura y le ofreció reverencias y oraciones. Ishan estaba muy viejo. El preguntó a Krishna Das, “¿Quién eres?”. A su vez, Krishna Das le explicó quien era. Al escuchar su historia, Ishan le dio sus bendiciones. Luego de haber pasado unos días en Nabadwipa, Krishna Das se dirigió hacia Vrindavana y continuó su jornada.

En su ruta llegó a Gayadham para tomar darshan de los pies de loto de la Deidad de Vishnu que está allí, donde Mahaprabhu había tomado iniciación de Ishvara Puri. Al recordar cómo Ishvara Puri dio el mantra al Señor, él se sumergió en éxtasis.

Luego fue a Benares (Varanasi), Kashidhama, donde tomó darshan de los pies de loto de Tapan Mishra, Chandrashekara, y muchos otros devotos, ofreciéndoles a todos ellos sus dandavats y sus oraciones, quiens a su vez ofrecieron sus innumerables bendiciones. Luego continuó hacia Mathura. Después de mucho tiempo entró en Mathura. Allí se bañó en Vishrama Ghata, tomó darshan de la Deidad de Adi-Keshava, y al visitar el sitio donde Krishna apareció en este mundo, quedó embargado debido al prema. De allí siguió en dirección a Vrindavana.

Luego de enterarse donde quedaba el bhajan-kutir de Jiva Goswami, fue a buscarlo. Al llegar le ofrecio susdandavats y respetos a Jiva Goswami, quien le preguntó quién era. Krishnadas le contó que era discípulo de Hridaya Chaitanya y que su guru le había enviado donde Jiva para que recibiera instrucción sobre las escrituras. Previamente Hridaya Chaitanya le había dicho a Jiva Goswami: “Tengo un discípulo llamado Dukhi Krishnadas. Te lo ofrezco. Enséñale bien la conciencia de Krishna. Cuando su mente esté fija en la conciencia de Krishna y haya estudiado cuidadosamente las escrituras y lo hayas orientado por algún tiempo, me lo puedes regresar”.

Al recordar que Dukhi Krishna das había sido enviado por Hridaya Chaitanya para trabajar bajo su dirección, Sri Jiva se puso muy feliz de tener a Krishnadas bajo su protección. Krishnadas servía muy cuidadosamente a Jiva, y estudiaba las escrituras de los Goswamis muy seriamente. En ese momento Srinivasa Acharya y Narottama Das también vinieron a estudiar las escrituras de los Goswamis bajo la autoridad de Jiva Goswami.

Así que estando en Vrindavana, Krishnadas se unió a  ellos Narottama dasa  Thakura y a Srinivasa Acarya para estudiar los granthas de los Gosvamis bajo la dirección de Srila Jiva Gosvami. Ellos tres llegarian a ser lo primeros devotos que comenzaron la distribución de sankirtan distribuyendo los libros de los Goswamis.

Krishnadas oraba por permanecer en el servicio al lado de Jiva Goswami; quien se dio cuenta y dijo con alegría: ”Todos los días debes traer agua del Kanana Kunja”. Desde entonces, con gran cariño y fervor, Dukhi Krishnadas, iba a ese kunja a llenar el cántaro de agua de Jiva Goswami. La oportunidad de servir a Jiva Goswami dio sentido a la vida de Krishnadas.

Por hacer este servicio diario a Sri Jiva Goswami, Krishnadas sintió una transformación dentro de sí mismo. Se sentía lleno de gozo y sus ojos se llenaban de lágrimas de éxtasis. Cada vez que escuchaba el nombre de Radha y Govinda cantado fuerte en el kirtan y recordaba Sus divinos pasatiempo, se quedaba atónito y maravillado. De vez en cuando el veía una niña que parecía una bella princesa cogiendo agua en el mismo Kunja y portándola sobre su cabeza. Brahma y Siva se encantarían por su belleza. Así, Krishnadas continuaba su servicio de visitar el Kunja y llevar el agua a Srila Jiva Goswami.

La historia de la pulsera tobillera de Radha y del tilaka de Syamananda

    El servicio de Dukhi Krishnadasa complacía ciertamente al príncipe y a la princesa de Vraja, Sri Sri Radha y Krishna. Tanto así, que Ellos deseaban revelarse a Krishnadas. Un día, Krishnadas haciando su habitual servicio, estaba en samadhi de Krishna prema; cuando vio una brillante pulsera tobillera [nupura] dentro del agua en el fondo del cántaro que llevaba. Al verla, quedó sorprendido por su belleza y se llenó de éxtasis trascendental. Metió su mano y agarró la extraordinaria ajorca tocándola con su cabeza, sintiendo una ola trascendental de éxtasis. Luego al encontrar una tela que parecía el borde de la bufanda de una mujer junto a la ajorca, él pensó en buscar a la propietaria para devolverle esas prendas.

Nota (VSd): Hay varias versiones de cómo Syamananda encontró la nupura (pulsera tobillera con cascabeles) de Srimati Radharani. Algunas referencias confiables, como el libro Symananda Prakasa, su biografía más extensa escrita por unde voto llamado Krishnadasa,  relatan que Syamananda era muy humilde y barría el camino del Seva Kunja. Por ese lugar pasaban los devotos durante su peregrinaje diario por Vrindavana.

Para que no se lastimaran sus pies descalzos, él barría con una escobilla el camino, de manera que las piedrecillas no los molestaran. De esa manera, cogía el polvo de los Vrajavasis, su pada-raja. Se dice que mientras hacía ese servicio fue que encontró la pulsera tobillera. Pero como veremos a continuación, la narración que se encuentra en el Gaura-Parsada-caritavali, de donde he extraído la traducción para incluirla aquí, sigue relatando el incidente de la siguiente manera:

   En ese lugar, esa misma mañana, viendo que faltaba la ajorca del pie izquierdo de Sri Radha Thakhurani, Sus amigas gopis estaban preocupadas. Sri Radha dijo: “Anoche, mientras bailaba con Krishna por el Kunja, la ajorca debe haberse caído; vayan allá, y si la encuentran tráiganmela”. Vishaka devi fue al Kunja y comenzó a buscar y buscar.

En su búsqueda se encontró con Dukhi Krishnadas, quién llenaba un cántaro de agua. Vishaka devi (en otras versiones de la historia se dice que fue Lalita quien se encontró con él) le dijo: “¿Has encontrado una ajorca por aquí?” Al ver la bella niña que parecía como si la diosa del cielo hubiese aparecido, Dukhi Krishna Das quedó estupefacto por su fulgor. Escuchando las palabras llenas de ambrosía de esta diosa inmortal, enmudeció de éxtasis divino. Ella le preguntó nuevamente, “¿Has encontrado una pulsera tobillera?”

Dukhi das le ofreció sus respetuosas dandavats y le dijo en forma mansa y humilde: “Sí, la tengo. ¿Quién eres tú, por favor?’ Ella dijo: “Soy Vishaka, la hija de un gopa”. “¿Donde vives?´ “¿En este pueblo?”. “¿Es tuya?”—lle dijo Krishna dasa. “No, no es mía —respondió Visakha-sakhi. En mi casa está una joven recién casada y ayer, mientras recogía flores en el kunja se le perdió la pulserita que llevaba en el tobillo y cayó al agua. Por eso vine a buscarla. Pero espera, voy a venir con ella”.

Más tarde, Sri Radha Thakurani vino con Vishaka y se escondió tras un árbol. Vishaka dijo: “¡Oh devoto!, Ella vino por su ajorca”. A distancia, Dukhi Krishnadas pudo ver la brillante refulgencia de la hija del rey Vrisabhanu, y sintió como si le hubieran robado el alma de su cuerpo. Con gran bienaventuranza trascendental entregó la ajorca [nupura] a Vishaka. Entonces, el tuvo intuición de que le fue revelado un gran misterio. Con sus ojos llenos de lágrimas de Krishna prema, cayó al piso y ofreció sus dandavats en plena sumisión.

Su voz se atoró por el éxtasis. Vishaka le dijo: “¡Oh, el mejor de los devotos!, mi amiga quiere agradecerte mucho otorgándote una bendición. Pide lo que quieras”. El contestó: “Sólo deseo tomar el polvo de sus pies de loto”. Vishaka le contestó: “Báñate en este kunda [lago]”. El fue al lago, dio reverencias y se sumergió en el agua. En ese momento tomó la forma de una bella niña. Regresó donde Vishaka y le ofreció sus respetos. Ella llevó a esta nueva gopi hasta dopnde estaba Radha Thakurani. La hermosa niña dio reverencias en el polvo de los pies de loto de Sri Radha. Las sakhis sentaron entre ellas a la nueva gopi. Sri Radharani puso cúrcuma en la ajorca, y puso tilaka a la nueva gopi, diciéndole: “Esta marca de tilaka debe permanecer en tu frente. Desde ahora, tu nombre es Shyamananda. Ahora puedes irte”.

En este momento, Sri Radha con sus gopis desaparecieron. El trance o samadhi de Krishnadas se desvaneció. El pudo ver en el reflejo del agua la marca refulgente de la tilaka sobre su frente. Su corazón estaba maravillado por esta visión y pensó: “¿Qué he visto?”. Entonces se puso a llorar. Luego, ofreciendo cientos y cientos de oraciones a Sri Radha Thakurani, regresó a los pies de loto de Jiva Goswami. Este se sorprendió al ver la brillante marca de tilaka en la frente de Krishnadas y le preguntó de donde procedía taltilaka. Krishnadas le dio reverencias y le explicó todo lo acontecido. Al escuchar, Sri Jiva se puso supremamente feliz y le dijo: “No reveles este milagro a la gente común”. Desde hoy tu nombre es Shyamananda.

Nota: En otra referencia consultada se dice: “Vendándole los ojos, las gopis lo llevaron hasta la presencia de Sri Radha. Ella le permitió que pusiera la pulsera en su tobillo. Pero antes de que la sujetara o abrochara, Krishna dasa tocó en forma reverencial su frente con la pulsera tobillera. Eso dejo una marca de tilaka que ahora distingue a todos los seguidores de Syamananda”.

La historia tiene algunos otros detalles, incluyendo cómo habían notado esa marca en la frente quienes vieron ese tipo extraño de tilaka, a lo cual Syamanda relató el asunto ocurrido ante el darsan personal de Radharani, lo cual no creyeron y después fue confirmado. Por ejemplo, unos relatos describen que mientras vivía en Vrindavana, Krishna dasa [Syamananda] barría regularmente las calles antes del atardecer, específicamente el área del Seva-kunja, que en esa época era muy grande. El hacía ese humilde servicio para que los vaisnavas no hirieran sus pies cuando caminaban hacia los templos.

Este otro relato dice que una mañana encontró una reluciente y hermosa pulsera dorada. Al observarla cuidadosamente llegó a la conclusión de que algo semejante pertenecía sólo a Radharani. Al descubrir que ese precioso adorno de Radharani se había perdido, Radharani le pidió a su íntima amiga Lalita sakhi que tratara de encontrar la pulsera.

Cuando Lalita [y Visakha] vieron a Krishnadasa (Syamananda) barriendo el área cercana al rasa-lila en el Seva-kunja, se le aparecieron y le preguntaron si había visto la pulsera que se le había perdido a su hermana. Krishnadasa le dijo que la había encontrado, pero no quiso dársela a Lalita y le dijo que su hermana debía venir personalmente a recoger la pulsera. El dijo eso con la esperanza de recibir el darshande la muy querida Srimati Radharani. Entonces Lalita le dijo que la acompañara para que se bañara en Lalita-kunda.

Cuando Syamananda salió del kunda (lago) su cuerpo cambió a la forma de una manjari (gopi adolescente). Entonces, poniéndole una venda en los ojos, llevo a Syamananda a la gupta Vrindavana, la Vrindavana oculta a los ojos mortales. Allí él vio a Srimati Radharani sentada en un trono enjoyado, rodeada por sus asistentes más íntimas. Entonces Syamananda se postró ante los hermosos pies de loto de Radharani y depositó la pulsera.

Complacida con el humilde servicio de Syamananda, quien barría diariamente el jardín secreto del Seva-kunja a, Radharani tomó la pulsera y tocó con ella la frente de Syamananda, dejando una marca especial de sakhisa. Entonces Srimati Radhika le dijo a Lalita que le diera una bella Deidad del Señor Syamasundara y le dio también el nombre de “Syamananda,” que significa “uno que da placer (ananda) a Syama” (Radharani). Lalita llevó luego a Syamananda al lugar donde lo había encontrado y él recobró su forma original.

La Deidad que le fue dada originalmente a Syamananda aún puede ser vista a la derecha del altar principal en el templo de Radha Syamasundara, el cual fue establecido por Syamananda Pandita durante su segunda visita a Vrindavana. Baladeva Vidyabhusana también se encargó de este templo, cuando él vivió en Vrindavana estudiando bajo la guía de Srila Visvanatha Chakravarti Thakur. La Deidad grande en el altar central fue personalmente adorada por Sri Baladeva Vidyabhusana.

Cabe mencionar, que entre las distintas versiones de la historia, una dice lo siguiente:

    “Alegrándose con la fortuna trascendental de Krishna dasa, Sri Jiva Goswami le dio el título de Syamananda (uno que complace a Srimati Radharani o la sirviente de Syamasundara, Krishna). Después de la desaparición de Hrdaya Caitanya, él reapareció en un sueño diciéndole a Syamananda que predicara. Con la ayuda de su más querido discípulo, Rasikananda, Syamananda difundió profusamente la adoración y el servicio de Gaura-Nityananda por todo Orissa”.

En el capítulo 3 del Syamananda Prakasa se describe detalladamente cómo surgió la duda acerca de cual había sido la procedencia de la marca imborrable de tilaka que tenía Syamananda en la frente, la cual se asemeja a una pulsera, diferenciándose de la característica U que usan los Vaisnavas. La historia y sus consecuencias posteriores es larga y no la incluiré en este ya extenso Anexo. El relato del Gaura Parsada-caitavali sigue así:

   Al saber del cambio de nombre y de la tilaka de Dukhi Krishna Das, la comunidad Vaisnava empezó a hablar de él. Pronto todo se supo en Ambika Kalna.

Al escuchar que su discípulo había tomado otro nombre, su guru Hridaya Chaitanya se enfadó y fue pronto a Vrindavana. Cuando llegó donde estaba Krishnadas este ofrecio dandavats a su gurudeva. Al ver la nueva marca de tilaka de su discípulo, Hridaya Chaitanya se enfadó aún más, y le dijo: “¡Tu conducta es abominable!, me estás poniendo en desgracia”. Le castigó y le amonestó una y otra vez, mientras los Vaisnavas intervenían para calmarlo. Dukhi Krishna Das soportó con cara feliz los castigos de su gurudeva, ya que él sabía que jamás había abandonado el servicio a su guru.

Esa noche, Hridaya Chaitanya tuvo un sueño donde Radharani le reprendía: “Debido a que me gustó mucho Dukhi Krishna Das, le di este nuevo nombre y tilaka. Por qué le reprendes y te enfadas con él?”

Comprendiendo que había cometido una ofensa, Hridaya Chaitanya cayó a los pies de loto de la princesa de Vraja pidiendo Su perdón. A la mañana siguiente, Hridaya llamó a Shyamananda y le abrazó cariñosamente una y otra vez. Con lágrimas en sus ojos le dijo: “Eres muy afortunado”. A los pocos días Hridaya se fue de Vrindavana. Luego Srila Jiva Goswami le ordenó a Shyamananda que fuera Gauda desh.

Orientados por Srila Jiva Goswami, Shyamananda, Srinivasa Acharya y Narottama estudiaron muy felizmente las escrituras de los Goswamis, moviéndose en Vrindavana como humildes mendigos y practicando madhukari. Ellos tres siempre estuvieron unidos. Sus mentes estaban fijas y determinadas en su servicio devocional. Los tres fueron a predicar el mensaje de Mahaprabhu bajo esta orientación, ya que Sri Jiva los reunió y les explicó como deberían cumplir el deseo de los Goswamis. Todos inclinaron su cabeza y recibieron las órdenes con gran respeto. Luego, un día auspicioso salieron hacia Gauda Desh.

Fue en este transcurso de esa ruta que el rey de Vanavishnupura, Birhambir, robó por medio de sus bandidos las escrituras (grantas) de los Goswamis. Para recobrarlas, Srinivasa Acharya permaneció allí. Narottama fue a Kheturigram y Shyamananda regresó a Ambika Kalna. Al llegar ofreció dandavats a Hridaya Chaitanya. Se abrazaron con gran afecto. Hridaya preguntó por el bienestar de los devotos en Vrindavana y se molestó al escuchar del robo de las escrituras en Vanavishnupura.

Shyamananda se puso nuevamente a servir absorto a su gurudeva. Su felicidad crecía día a día. En ese tiempo, la mayoría de los asociados eternos de Mahaprabhu ya habían desaparecido y entrado en los pasatiempos no manifestados [aprakrata-lila] del Señor. El mensaje de Mahaprabhu también había casi desaparecido. Hridaya Chaitanya se interesó por revivirlo, ordenándole a Shyamananda que fuera a predicar ir a Utkala Desh.

Shyamananda sentía mucha aflicción de dejar a su gurudeva y su corazón estaba triste. Pero Hridaya le llamó para hacerle entender la necesidad de separarse por la prédica. Shyamananda partió y en el camino pasó por Darendra Bahadurpur. Al ver a su querido Dukhi después de que se había ido hacía tanto tiempo, la gente del lugar estaba muy feliz. Allí permaneció algunos días y explicó el evangelio de Sri Mahaprabhu. Mucha gente sel refugió en sus pies de loto. Luego llegó a Dandeshwar, donde había vivido antes Sri Krishna Mandal. Shyamananda bendijo el lugar y a los devotos que residían allí, quienes estaban muy felices. Se quedó predicando varios días y celebró un gran festival y muchos se hicieron sus discípulos. Finalmente, llegó a Utkala, santificando el sitio con su sagrada presencia, donde predicó por todas partes.

Información adicional

      Muchas “historias de pulseras tobilleras” describen cómo Krishna dasa recibió la misericordia de Radharani, el nombre Syamananda y su singular marca de tilaka. Sripad B.V. Narayana Maharaja cuenta este relato en el libro Navadvipa Dhama Parikrama:

      “Mientras vivía en Vrindavana, Krishna Dasa regularmente barría las calles antes del amanecer. Realizaba este humilde servicio para que los Vaisnavas no fueran a lastimarse los pies al caminar hacia los templos. Una mañana encontró una hermosa y cautivante tobillera dorada. Cuando Lalita y Visakha-sakhis preguntaron por el brazalete, Krishna dasa dijo que solamente se lo daría a su dueña original.

     Tapándole los ojos a Krishna dasa, las gopis lo llevaron ante Srimati Radhika y ella le permitió que le pusiera el brazalete en su tobillo. Pero después de ajustarlo, Krishna dasa lo tocó con su frente en forma reverencial. Esto dejó una nueva marca de tilaka que ahora distingue a todos los seguidores de Syamananda.

     Regocijado con la fortuna trascendental de Krishna dasa, Srila Jiva Gosvami le dio el nombre de Syamananda (aquel que complace a Srimati Radharani o el sirviente de Syamasundara Krishna). Algún tiempo después de la desaparición de Hridaya Caitanya, reapareció en un sueño pidiéndole a Syamananda que predicara. Con la ayuda de su discípulo más antiguo Rasikananda, Syamananda predicó profusamente la adoración y el servicio de Gaura-Nityananda por todo Orissa”.

   El suddha-nama de Syamananda y su famosa marca de sakhisa (que él dijo haber heredado de  “suguru”), están relacionados con la historia de la pulsera que perdió Radharani y que fue encontrada cuando barría el dhama.

      Un kirtana de 24 horas se celebraba antes al pushpa-samadhi de Syamananda Pandita, ubicado en el lado opuesto de la calle que corre entre los templos Radha-Syamasundara y Radha-Damodara de Vrindavana.

Su identidad eterna en el nitya-lila en el grupo de Rupa-mañjari

    La identidad eterna de Syamananda Pandita en Vraja-dhama es Kanaka-manjari, una confidente de Radharani que sirve Sri Rupa Manjari, y se convirtió en una de las favoritas de Lalita devi, Sri Rupa Manjari y de todas las sakhis.

Tan sólo por aceptar que los asociados de Chaitanya Mahaprabhu son eternamente perfectos, uno puede lograr el servicio de Krishna en Vrindavana.

La amistad de Syamananda con Srinivasa acharya y Narottama das Thakur

    Syamananda Pandita era muy amigo de Srinivasa acharya y Narottama das Thakur. Ellos tres tomaronsiksa de Srila Jiva Joswami. Asistieron al célebre festival que se celebró en Kethuri Gram (el lugar donde apareció Srila Narottama Dasa Thakur, quien organizó el festival con la ayuda de Srinivasa, Syamananda y otros devotos), con motivo de la celebración del aniversario del Señor Chaitanya. Ese festival duró tres días y se instalaron seis Deidades en un nuevo gran templo construido por el Raja Santosa Datta, el rey que fue discípulo de Narottama dasa y que le perdió permiso para construirlo en pocos meses. A Jhanavi Matha se le dio un lugar elevado especial en medio de todos los Vaisnavas, como acharya de la samparadaya tras la desaparicion de Srila Jiva Goswami.

El relato de ese famoso festival de Kethuri Grama se encuentra en el Bhakti-ratnakara, Narottama-vilasa, Prema-vilasa y Narottama Carita. Doy un resumen:

     “Después de la apropiada instalación [de los seis conjuntos de Deidades], hubo un gran arati, durante el cual todos los devotos celebraron un extático kirtan bailando en gran éxtasis. Olvidando sus cuerpos materiales todos cayeron en el piso postrando sus dandavats. Después de esto, Srinivasa Acharya ofreció prasadam, pulpa de sándalo y guirnaldas a Jahnava Mata. Después, Srinivasa, Narottama y Syamananda Prabhu distribuyeron guirnaldas a todos los excelsos Vaisnavas que estaban presentes. Cuando terminaron, por orden de Jahnava Mata, Sri Nrsimha Chaitanya decoró a Srinivasa, Syamananda y Narottama con hermosas guirnaldas de flores y pulpa de sándalo.        Gradualmente los devotos se fueron sentados en el inmenso salón de kirtana. Jahnava Mata fue sentada en una posición elevada en frente del salón, presidiendo toda la ilustre asamblea de Vaisnavas [entre ellos se encontraban Minaketa Rama Dasa, Vrindavana Dasa Thakura, Raghunandana, Acyutanda, el hijo de Advaita Acharya, Kamala Kara Pippalai, Paramesvari Dasa, Madhava Acharya, Raghupati Vaidya, Murari Chaitanya Dasa, Jñana Dasa, Krsnadasa Sarakhel, Manidhara, Sri Sankara, Gauranga Dasa, Nakari, Krsna Dasa, Damodara, Balarama Dasa, Sri Mukunda, Sri Pati, Sri Nidhi, Sri Krsna Misra, Sri Gopal, Sri Hrdaya Chaitanya Prabhu, Manidhara, etc. El Rey Santosa Datta, quien hizo los arreglos de todo el festival y dispuso un enorme barco para llevar a todo el mundo al lugar ceuzando el río. Santosa Raja, era discípulo de Narottama y recibió personalmente a todos los devotos que habían venido en grupos desde Orissa, Sri Khanda, Santipura, Ambika Kalna y Navadvipa. El los recibió con guirnaldas y gran afecto y les dio residencias separadas con sirvientes].

Todos esos grandes Vaisnavas, que eran los salvadores el mundo, bendijeron la tierra de Kethuri Gram con el polvo de sus pies de loto [Vaisnava-pada-raja], trasformando esa tierrao en un lugar de peregrinaje. El sankirtan conjunto de esas grandes almas [mahatmas] creó un tremendo auspicioso sonido que llenó todos los cielos”.

Los discípulos de Syamananda Pandita

      Syamananda Pandita tuvo notables discípulos. Sri Rasikananda Prabhu (Rasika Murari) apareció como el hijo de un rey. Se volvió un sabio perfecto, un erudito Gaudiya Vaisnava, un rasika-bhakta. El fue el discípulo más querido de Sri Syamananda Prabhu.

Por orden de Syamananda Prabhu, Rasikananda se volvió el jefe de pujaris y sirvió a la Deidad de su guru, Govindaji, con total dedicación. Su atento servicio amoroso incrementó la belleza y el placer de Govindaji. Rasika Murari encantaba a los devotos con su servicio a la Deidad sin precedentes. Después de establecer firmemente la adoración de Govindaji aceptó la orden de Syamananda de predicar.

Viajó extensamente por 40 años, influenciando a todos con el mensaje de Sri Caitanya Mahaprabhu. Rasikananda liberó a todos, desde las piadosas familias reales, a los musulmanes, los sin castas, agnósticos, ateos e incluso a los animales salvajes.

Una vez, unos elefantes locos atacaron a Rasikananda. Muy calmado, él cantó “Gauranga Gauranga, Krishna Krishna”, mientras derramaba agua sobre los enfurecidos animales. Los elefantes inmediatamente detuvieron la carga, agacharon sus cabezas humildemente, levantaron sus trompas y rugieron “Hare Krishna, Hare Krishna!”

Al momento de dejar su cuerpo, Rasikananda comenzó un poderoso kirtana. Luego dejó este mundo entrando a la Deidad Ksira-cora Gopinatha en Remuna, Orissa. Devastado por la separación, sus discípulos arrojaron sus mridangas, kartals y sus cuerpos. Los pushpa-samadhis de todos esos devotos puros están cerca del templo. El pushpa-samadhi de Rasikananda Prabhu está cerca del de Syamananda Prabhu en el templo Radha-Syamasundara.

Apéndice

El encuentro de Srinivasa con Narottama y Syamananda

        Srinivasa Acharya había oído hablar sobre Narottama Thakura, pero le encontró en persona en elasram de Jiva Goswami. Desde su primer encuentro Srinivasa y Narottama Thakura fueron amigos toda la vida. Jiva Goswami les ordenó que anduvieran por los bosques de Vrindavana con Raghava Goswami, y así lo hicieron.

Sri Raghava Pandit era un brahmana del sur de la India y cuya devoción estaba fija en Sri Gaurasundara, quien le quería mucho.

En el Gaura Ganodesha Dipika Kavi Karnapura dice lo siguiente: “La persona que fue la querida gopi llamada Champakalata, amiga de Radharani, apareció luego como Raghava Goswami, y vivió en Govardhan, donde adoraba la deidad de Giridhari en gran éxtasis.

Sri Narahari Chakravarti dedica cinco capítulos de su Bhakti Ratnakara a discutir en gran detalle cómo anduvieron Srinivasa, Narottama y Raghava por las 64 koshas (135 km) del mandala [perímetro] de Mathura. Luego de recorrer los doce bosques de Vrindavana, regresaron donde esta Srila Jiva Goswami. En ese momento Dukhi Krishna Das (Syamananda Prabhu) acababa de llegar de Gaudadesha. Al verle, Jiva Goswami se llenó de alegría. Dukhi Krishna Das era discípulo de Sri Hridaya Chaitanya Prabhu, quien le había enviado a estudiar en la escuela de Jiva Goswami. Jiva Goswami le preguntó por los devotos de Bengala y de Uktala. Luego Dukhi fue presentado a Srinivasa y a Narottama.

Los tres tenían todas las buenas cualidades y empezaron una amistad que duró el resto de sus vidas.Cultivaron una comprensión profunda de las enseñanzas de los Goswamis bajo la guía espiritual de Srila Jiva Goswami. También permanecieron con Srila Rupa Goswami, quien les enseñó todo hasta que lo comprendieron perfectamente.

El famoso viaje de los tres para la distribución de libros (el primer grupo de sankirtan)

     Los Goswamis de Vrindavana decidieron enviar a Narottama, Srinivasa y Syamananda a Bengala para enseñar las escrituras de los Goswamis y predicar. Todos eran extremadamente renunciados y muy eruditos en las conclusiones del bhakti-rasa y aceptaron con gran entusiasmo realizar la tarea que se les había ordenado. Para su partida fue escogido el día de Shuhla-paksha del mes de Agrahayana.

Luego de ofrecer sus dandavats a las Deidades principales de Vrindavana, Sri Govinda, Gopinatha y Madana Mohan, Syamananda, Narottama y Srinivasa partieron con las escrituras de los Goswamis hacia bengala. Los libros fueron cuidadosamente empacados en un baúl y embarcados en una carreta tirada por bueyes para salvaguardarlos. Así partieron con la carreta hacia Mathura, vía Bengala.

Fue un largo camino y ellos iban despacio de pueblo en pueblo, parando por la noche para hacer harinam y predicar en los pueblos, tomar prasadam y descansar. Gradualmente con la carreta llegaron a Vanavishnupura, que era el cuartel general del rey Birhambir, líder de los bandidos. Uno de los ladrones le informó que venía mucha gente por el camino con un pecho lleno de joyas embarcadas en una carreta hacia Bengala. El rey ordenó robar las joyas. Los devotos llegaron allí al caer el sol y acordaron quedarse a pasar la noche en las riberas de un sarovara (estanque para baño) en el pueblo. Así, como vivía mucha gente cerca podrían ayudar a los devotos a cuidar la carreta. Ciertamente al ver la refulgencia de esos Vaisnavas y escucharles cantar bhajan y kirtan, toda la gente se sorprendió.

El rey Birhambir roba del baúl con las Escrituras [granthas] de los Goswamis, tiene un sueño, se arrepiente y se entrega a Srinivasa Acharya.

    El rey Birhambir envió ladrones una y otra vez para saber sus movimientos. La divina providencia satisfizo el propósito de su mente. Una noche especialmente oscura los devotos dormían en paz al lado del río, después de tomar prasadam, habiendo dejado las escrituras en la carreta; estaban profundamente dormidos cuando vinieron los ladrones, robaron los libros escritos por los Goswamis con todo y baúl, y huyeron. Ellos llevaron el baúl con los libros al rey Birhambir, tal como él se los había ordenado. Cuando vio el baúl el rey exclamó: “¡Tesoro! ¡Joyas!”El pensaba que el baúl venía de occidente y que había obtenido finalmente una gran riqueza. Un astrólogo de su corte le había dicho que lo que estaba dentro del baúl no tenía precio.

Cuando los devotos se levantaron a la mañana siguiente notaron que no estaba el baúl de los libros. Ellos sentían como si sus cabezas hubieron sido alcanzadas por un rayo. Empezaron a buscar y a preguntar a todo el mundo que estaba alrededor. Nadie sabía nada. Los tres devotos se morían por la depresión. Más tarde se calron y dijeron: “¿Quién puede entender el deseo de Govindadeva? Cuando empezamos esta correría tuvimos Sus bendiciones. Por Su deseo pusimos las escrituras de los Goswamis entre el baúl”. Así, los devotos hablaban sobre el sentido de la tragedia que les había ocurrido. Ellos recordaron haber escuchado de los Goswamis que Vananishnupura tenía un rey de bandidos, quién era famoso por robar los valores de los peregrinos por el camino.

Esa noche el rey abrió el baúl. Luego de quitar la tela que cubría los libros, vio el tesoro de los libros de los Goswamis. Al abrir un libro leyó “Sri Rupa Goswami”. Cuando vio la bella caligrafía de Sri Rupa Goswami todos sus pecados acumulados en su larga vida criminal de inmediato desaparecieron. Su corazón se purificó y brotó el arrobamiento divino del Krishna-prema.

El rey puso nuevamente las escrituras [granthas] de los Goswamis con cuidado dentro del baúl y se fue a descansar. Mientras el dormía tuvo un sueño particular. En su sueño vio a una bella persona cuyo cuerpo resplandecía con una refulgencia sin precedentes, tan brillante como una montaña dorada. Su sonrisa era como la luna. Enseguida esa persona le dijo: “No te preocupes, pronto vendré y nos encontraremos. Entonces tu felicidad será ilimitada. Vida tras vida serás mi eterno sirviente”.

Cuando el rey vio las Escrituras dentro del baúl, de inmediato empezó a preocuparse pensando: “La pérdida de esas sagradas escrituras ciertamente está causando gran problema a alguien en algún lugar. Esto me producirá gran ansiedad”. Pero en el sueño una persona divina le había dicho: “No te preocupes, para devolver esas escrituras atesoradas pronto me reuniré contigo. Siempre serás mi eterno sirviente”.

Los devotos decidieron que Sri Narottama Thakura fuese a Kheturigram, Sri Syamananda Prabhu fuera a Ambika kalna y Srinivasa Acharya se quedara en Vishnupura y fuera al palacio del rey a tratar de recuperar las escrituras de los Goswamis. Un brahmana residente de Vishnupura llamado Sri Krishna Vallabha se fascinó con Srinivasa Acharya y le llevó a su casa en donde lo adoraron con todo el respeto requerido. Entre tanto, el Acharya le inició en el maha-mantra. Otros que estaban presentes reconocieron a Srinivasa Acharya como su guru y aceptaron iniciación de él.

El rey Birhambir siempre acostumbraba a escuchar el Bhagavatam. Al saber eso, Srinivasa Acharya quiso ir al palacio y dictar una conferencia sobre el Bhagavatam. El dijo esto a Krishna Vallabha, quien le respondió que el rey tenía gran fe en el Bhagavatam y en los sadhus (pero era bandido). Así, los dos fueron al palacio del rey. Cuando el rey Birhambir vio el fulgor de Srinivasa cayó al piso ofreciéndole reverencias. Luego ofreció una asana a Srinivasa y fragantes guirnaldas de flores. Después, Srinivasa entonó las oracionesGuru-vandana a su maestro espiritual con una dulce voz, y empezó la explicación del Srimad-Bhagavatam. Su recitación de los versos fue bella y sus explicaciones fueron maravillosas. Luego de la disertación (prachar) toda la asamblea, incluso el rey, estaban arrobados por Krishna-prema.

Se dice que “sólo por ver a un gran Vaisnava uno se purifica”. El gran bandido se purificó sólo por ver a Srinivasa Acharya. Luego de la exposición sobre el Bhagavatam, Srinivasa empezó a cantar los santos nombres del Señor y a bailar en kirtan. El rey Birhambir puso una pajilla entre sus dientes, cayó ante los pies de loto de Srinivasa, le ofreció reverencias y con gran humildad le rogó su misericordia una y otra vez.

Srinivasa le abrazó de corazón y le dijo que muy pronto Sri Gauranga mismo le otorgaría Su misericordia. Después de esto, el rey Birhambir trajo el baúl con las escrituras de los Goswamis y se lo dio a Srinivasa Acharya, quien pudo entender el significado de la misericordia sin límites de Sri Gauranga. Uno puede ver su deseo manifiesto en cada cosa que pasa. Srinivasa dio sus bendiciones al rey. Pronto, noticias de todo esto llegaron a Jiva Goswami a Vrindavana, y todos los Goswamis estaban felices y encontraron maravillosas las actividades de Srinivasa Acharya.

Despidiéndose del rey, Srinivasa llevó el baúl de libros a Yajigram y contó todo a los devotos de allí, quienes se pusieron muy felices por lo sucedido. En ese momento supo de la desaparición de Visnupriya Thakurani en Nabadwipa. En gran infelicidad y tristeza, Srinivasa acongojado se desmayó. Los devotos hicieron lo mejor de sí para reanimarle y consolarle, luego el volvió a recobrar sus sentidos. Llegó entonces mensaje de Raghunandana en Sri Khanda, invitando a Srinivasa Acharya a que fuera allí.

                                                  (…)

Aunque hay más que contar dejo el relato hasta aquí. Sugiero que los lectores lean la biografia de este gran Vaisnava, Sri Syamananda-prakash, un eterno asociado de Radha-Krishna en el nitya-lila de Vraja. El autor, Krishnadasa, dice que el Shyamananda Prakasa tiene diez capítulos, y da un recuento incompleto de ellos, comentando algunas particularidades sobre la identidad espiritual de Syamananda Pandita, como alcanzó Goloka y fue favorecido por Radharani y por sus sakhis.

En el último capítulo (10), se relata como surgió el sentimiento de separación (madhurya-viraha) dentro de Syamananda, y como alcanzó su forma espiritual de Kanaka Manjari, quien favorecida por Radharani comenzó a vivir felizmente con Sri Rupa Manjari y se convirtió en una de las favoritas de Lalita devi, Sri Rupa Manjari y de todas las sakhis.

Rogemos a los pies de loto de Syamananda Pandita para que nos conceda su misericordia, tal como como le fue concedida a su biógrafo Sri Krishnadasa. Si recibimos sus bendiciones, algún día podremos obtener las de Kanaka Manjari, Sri Rupa Manjari, Sri Lalita devi y Srimati Radhika, la más joya comera del madhurya-rasa, y la eterna Reina de Sri Vrindavan-dhama.

__________OM TAT SAT




Sri Syamananda Pandita



Syamanda encuentra la pulsera de Radharani



Syamananda entra en la celestial Vrindavana y le regresa la pulsera a Radharani



Syamananda Pandit tilaka sthana; el lugar que marca el sitio donde Syamanda encontró la pulsera tobillera de Radharani (véase la marca de tilaka en la lámina de mármol blanco.



Syamananda en forma de gopi regresa la pulsera tobillera a los pies de Srimati Radharani



Srila Jiva Goswami fue el preceptor espiritual (siksa-guru) de Syamananda Pandira, inseparable de Narotamma das y Srinivasa Acharya. Esta es la murti de Sri Jiva que se encuentra en su samadhi



Syamananda-tilak-sthana en Vrindavana, cerca de seva-kunja



El bhajana-kutir de Syamanda



Lalita sundari en forma de vieja encuentra a Syamanda y le pide la pulsera y luego se transfgorma y lo conduce a la Vrindavana celestial

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