jueves, 9 de mayo de 2019

Los deseos de disfrute


Los deseos de disfrute, por Haripada dasa
En relación con el tema comparto este verso y el significado de Srila Prabhupada del Bhagavatam, 6, 1, 62, ahí se dice que Ajāmila, con paciencia, hizo todo lo que pudo por recordar las instrucciones de los śāstras o Escrituras, que aconsejan ni siquiera mirar a las mujeres. Con ayuda de ese conocimiento y de su intelecto, trató de dominar sus deseos lujuriosos, pero la fuerza de Cupido en su corazón le impidió controlar la mente. Y Srila Prabhupada dice en el significado que si no somos muy fuertes en el cultivo del conocimiento, la paciencia y el adecuado comportamiento físico, mental e intelectual, nos resultará sumamente difícil dominar los deseos de disfrute. Así pues, al ver a un hombre abrazando a una mujer joven y prácticamente ocupado en el acto sexual, ni siquiera ese brāhmaṇa o sacerdote perfectamente dotado, que reunía todas las cualidades antes descritas, pudo dominar los deseos de disfrute y abstenerse de satisfacerlos. La influencia de la vida materialista es tan poderosa, que es enormemente difícil dominarse, a no ser que gocemos de la protección especial que la Suprema Personalidad de Dios brinda a través del servicio devocional. Esta historia de Ajamila es muy interesante, él al principio era un sacerdote puro, pero luego de degradó al asociarse con una prostituta, tuvo 10 hijos con ella, y al menor le llamó Narayana, En el momento de la muerte, cuando los enviados de Yamarāja o el señor de la muerte fueron a buscarle, Ajāmila, lleno de miedo, gritó en voz alta el nombre de Nārāyaṇa, debido al apego que sentía por su hijo menor. De ese modo recordó al Nārāyaṇa original, el Señor Viṣṇu o Dios. Su canto del santo nombre de Nārāyaṇa no estaba completamente libre de ofensas, pero, sin embargo, surtió efecto. Tan pronto como cantó el santo nombre de Nārāyaṇa, hicieron su aparición los enviados del Señor Viṣṇu, quienes, seguidamente, entablaron una discusión con los sirvientes de Yamarāja; Ajāmila, al escuchar esa conversación, se liberó. Entonces pudo comprender el efecto nocivo de las actividades fruitivas, así como el carácter excelso del proceso de servicio devocional.
Esta historia de Ajamila nos revela el poder tan grande que tiene el cantar los santos nombres de Dios o Krishna, se dice en las Escritutas que si una persona canta tan solo una vez el nombre de Krishna, contrarresta todas sus actividades pecaminosas, también se dice que uno puede estar cantando Hare Krishna durante muchos millones de nacimientos, pero si canta con ofensas nunca llegará al estado de amor por Dios. En este caso, Ajamila finalmente, debido a su contacto con los viṣṇudūtas o sirvientes de Dios, Ajāmila vio despertar su estado original de conciencia, lo abandonó todo, y se marchó a Hardwar, donde se ocupó sin desviación en servicio devocional, pensando siempre en la Suprema Personalidad de Dios. Los viṣṇudūtas fueron a buscarle, le sentaron en un trono de oro y le llevaron de regreso a Vaikuṇṭhaloka o el mundo espiritual.





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