Venciendo los obstáculos, por José Javier
Nadie puede practicar vida espiritual genuina si no se libera de las envidias, los temores, los fanatismos y los prejuicios.
Todos entendemos y aceptamos que estamos aquí en este mundo material por haber utilizado mal nuestro libre albedrío, eso lo explica muy bien el Señor Jesucristo en su parábola del hijo pródigo y en el libro de Milton titulado EL PARAISO PERDIDO se ilustra muy bien.
EL TEMOR PROVIENE DE LA AUSENCIA DE AMOR, entendemos y aceptamos que aquel que ama a Dios ama a todo y a todos. Aquel que vive bajo el egoísmo y nunca hace ningún bien a los demás, vive lleno de temores.
Entendemos y aceptamos que religión sin filosofía es fanatismo o sentimentalismo, y que filosofía sin religión es especulación mental, concluimos que para ser un religioso serio y sincero hay que tener una muy buena inteligencia y ser muy buena persona.
Los prejuicios nacen de la especulación mental, cuando una persona se rige por las escrituras sagradas vive con Dios, vive feliz y sin ansiedades y deja de tener prejuicios y entiende y acepta que todo está bien ya que Dios ES EL CONTROLADOR SUPREMO, NO SE MUEVE UNA BRIZNA DE HIERBA SIN LA VOLUNTAD DE DIOS.
Nadie puede practicar vida espiritual genuina si no se libera de las envidias, los temores, los fanatismos y los prejuicios.
Todos entendemos y aceptamos que estamos aquí en este mundo material por haber utilizado mal nuestro libre albedrío, eso lo explica muy bien el Señor Jesucristo en su parábola del hijo pródigo y en el libro de Milton titulado EL PARAISO PERDIDO se ilustra muy bien.
EL TEMOR PROVIENE DE LA AUSENCIA DE AMOR, entendemos y aceptamos que aquel que ama a Dios ama a todo y a todos. Aquel que vive bajo el egoísmo y nunca hace ningún bien a los demás, vive lleno de temores.
Entendemos y aceptamos que religión sin filosofía es fanatismo o sentimentalismo, y que filosofía sin religión es especulación mental, concluimos que para ser un religioso serio y sincero hay que tener una muy buena inteligencia y ser muy buena persona.
Los prejuicios nacen de la especulación mental, cuando una persona se rige por las escrituras sagradas vive con Dios, vive feliz y sin ansiedades y deja de tener prejuicios y entiende y acepta que todo está bien ya que Dios ES EL CONTROLADOR SUPREMO, NO SE MUEVE UNA BRIZNA DE HIERBA SIN LA VOLUNTAD DE DIOS.
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