viernes, 7 de mayo de 2010

Sri Vrndadevy-astaka

Ocho oraciones glorificando a Vrnda Devi Por Srila Visvanatha Cakravarti Thakura

(1) gangeya-campeva-tadid-vinindi-
rocih pravaha-snapitatma-vrnde
bandhuka-bandhu-dyuti-divya-vaso
vrnde namas te caranaravindam

¡Oh Vrinda Devi!, tú eres bañada por ríos cuyo esplendor derrota al del oro, al del relámpago y a la flor Campaka. Tus espléndidas vestimentas son amigas de la flor Bandhuka. ¡Yo me postro a Tus pies de loto!
(2) bimbadharoditvara-manda-hasya-
nasagra-mukta-dyuti-dipitasye
vicitra-ratnabharana-sriyadhye
vrnde namas te caranaravindam

Tu rostro es bellísimo, con una perla adornando la punta de tu nariz y una dulce y maravillosa sonrisa en tus labios, los cuales son como la fruta Bimba. Estás adornada con bellísimas joyas. ¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!
(3) samasta-vaikuntha-siromanau-sri-
krsnasya vrndavana-dhanya-dhamni
dattadhikare vrsabhanu-putrya
vrnde namas te caranaravindam

Radha, la hija del Rey Vrsabhanu, puso bajo tu tutela la auspiciosa y opulenta morada de Vrindavana, la cual es la joya máxima entre todos los planetas Vaikuntha.¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!
(4) tvad-ajñava pallava-puspa-bhrnga-
mrgadibhir madhava-keli-kuñjah
madhv-adibhir bhanti vibhusyamana
vrnde namas te caranaravindam

Por tu orden, los bosques en donde Madhava disfruta pasatiempos, están espléndidamente decorados con flores desabrochantes (¿abriéndose?), abejorros, venados, miel y otras cosas. ¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!

(5) tvadiva-dutvena nikuñja-yunor
atyutkayoh keli-vilasa-siddhir
tvat-saubhagam kena nirucyatam tad
vrnde namas te caranaravindam

La ansiosa y joven Pareja Divina disfruta de la perfección de los pasatiempos trascendentales en el bosque gracias a que tú eres la mensajera de Ellos. ¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!
(6) rasabhilaso vasatis ca vrnda-
vane tvad-isanghri-saroja-seva
labhya ca pumsam krpaya tavaiva
vrnde namas te caranaravindam

Por Tu misericordia, las personas obtienen residencia en Vrindavana así como también el deseo de servir a los pies de loto de Tus Señores y de asistir en la danza del rasa. ¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!

(7) tvam kirtyase satvata-tantra-vidbhir
lilabhidana kila krsna-saktih
tavaiva murtis tulasi nr-loke
vrnde namas te caranaravindam

Los eruditos en el Satvata-tantra Te glorifican. Tú eres la potencia de los pasatiempos del Señor Krishna. La planta de Tulasi es Tu forma en este mundo material ¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!
(8) bhakiya vihina aparadha-laksaih
ksiptas ca kamadi-taranga-madhye
krpamayi tvam saranam prapanna
vrnde namas te caranaravindam

¡Oh Tú, que eres misericordiosa, las personas desprovistas de devoción y que, debido a sus millones de ofensas, fueron arrojadas en medio de las olas de la lujuria y de otros vicios, toman refugio en Tí! ¡Oh Vrinda, me postro a Tus pies de loto!

(9) vrndastakam yah srnuyat pathed va
vrndavanadhisa-padabja-bhrngah
sa prapya vrndavana-nitya-vasam
tat-prema-sevam labhate krtarthah

Alguien que sea como un abejorro a los pies de loto del Rey y de la Reina de Vrindavana, y que lee o escucha estas ocho oraciones dedicadas a Vrinda Devi, residirá eternamente en Vrindavana y alcanzará el servicio amoroso a La Divina Pareja.

jueves, 6 de mayo de 2010

Comparando la cultura védica con la cultura occidental moderna

Al estudiar las escrituras védicas me he dado cuenta de la gran cantidad de información que hay acerca de Dios y sus diferentes energías, expansiones, encarnaciones, etc. En dichas escrituras hay diez mil millones de versos. ¿Alguien tiene la experiencia de estudiar algo que tenga diez mil millones de textos, y ese algo no exista, o que esté muerto?
Todas las religiones genuinas del mundo concuerdan en lo mismo, que Dios creó el mundo, que estamos aquí por nuestra culpa, porque hemos utilizado mal el libre albedrío, que este mundo es un lugar temporal, un valle de lágrimas; también es como una universidad, que venimos a aprender y purificarnos, y que la meta de la vida humana es despertar nuestro amor latente por Dios y volver al hogar.
Haciendo una comparación entre la cultura occidental y la cultura védica, veremos que en la cultura occidental hay información acerca del hijo de Dios, Jesucristo, pero; ¿Qué información tenemos acerca del padre y del espíritu santo? La base filosófica de los cristianos es que hay tres aspectos divinos, el padre, el hijo y el espíritu santo. Tenemos información acerca del hijo, pero ¿Qué información tenemos acerca del padre y del espíritu santo? No es por casualidad que el propio Jesucristo les dijo a sus discípulos: “Yo tengo mucho más conocimiento, pero ustedes no están preparados para recibirlo, les estoy enseñando cosas morales, “No hagáis a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti, y haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti; y ni siquiera eso sois capaces de asimilar, ¿cómo puedo hablaros de cosas más trascendentales?
A veces se comparan las escrituras religiosas occidentales y las escrituras religiosas antiguas de la India, como tener un diccionario de bolsillo y una gran enciclopedia. Si usted busca una palabra en un diccionario de bolsillo, tal vez le diga, medio renglón o un renglón del significado de esa palabra; pero si usted busca esa misma palabra en una gran enciclopedia, seguramente le dan el significado de esa misma palabra en tres o cuatro hojas.
Después de estudiar y llevar a la práctica por más de veinte años las reglas y preceptos de la cultura milenaria de la India, me he llegado a formular una pregunta muy interesante: En estrictos términos religiosos, ¿cuáles son las diferencias entre la cultura occidental y la inmemorial cultura de la India? La respuesta que hemos encontrado es que en la civilización occidental la mayor parte de sus miembros han encontrado en las enseñanzas de Jesucristo, la inspiración para sus prácticas religiosas. Mientras que los seguidores de la cultura de la India, la inspiración, la base de sus costumbres y creencias la constituyen las enseñanzas del propio Dios, Krishna, el padre de Jesucristo.
En las Escrituras sagradas de las grandes tradiciones religiosas del mundo, Dios recibe distintos nombres de conformidad a Sus infinitos atributos, cualidades y obras. En la Biblia se lo llama Jehová, palabra que significa “el omnipotente”. El Corán se dirige a Él mediante el uso de la voz Alá, que quiere decir “el más grande”. Y en la Bhagavad-gita, el texto religioso más importante de la cultura hindú, a Dios se le da el nombre de Krishna, que significa “el supremamente atractivo y La Hermosa Realidad”.
Ahora bien, el comentario anterior puede que dé lugar a una nueva pregunta: ¿Por qué Jesucristo no reveló a sus discípulos la identidad de Dios?, ¿Por qué sólo Lo llamo “Padre”? La respuesta se encuentra en las mismas Escrituras cristianas. En el curso de una predicación a sus seguidores íntimos, Jesús les dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis comprender” [Juan 16.12]. Adicionalmente, Jesucristo le dijo a Nicodemo: “Si os he dicho cosas terrenas, y no creéis, ¿cómo habréis de creer si os dijera las espirituales? [Juan, 3.12]. Y en otro pasaje más, Jesús afirma: “Estas cosas os he hablado en proverbios, pero la hora viene cuando ya no os hablaré más en proverbios sino que claramente os hablaré del Padre”. [Juan 16.25].
Otra diferencia que podemos apreciar entre la cultura occidental y la milenaria cultura de la India, es que en el Occidente incluso hasta el hombre más culto de todos, un supuesto erudito que tiene colgados en la galería de su sala un montón de títulos, diplomas, condecoraciones, etc., diariamente pone en práctica la filosofía contendida en el refrán “el muerto al hoyo, y el vivo al bollo”. En otras palabras, la mayoría de los occidentales son materialistas que no creen que seguirán viviendo después de la muerte. Por lo tanto, se afanan día y noche para procurarse los placeres de la carne, y relegan la religión al último lugar en su lista de prioridades. Para tales hedonistas, la religión es pura formalidad, y no una primera necesidad.
Por el contrario, en la India, hasta el más pobre de los hombres ordinarios, desde un hortelano hasta un albañil, se rige por una mentalidad que se puede resumir en los siguientes términos: “Tengo que seguir la ley de Dios y actuar de una manera piadosa, porque si no lo hago, sufriré tanto en esta vida como en la próxima”. Gracias a los principios religiosos que de generación en generación les han enseñado sus superiores, los hindúes piensan de esta forma. En especial, para ellos la reencarnación es un hecho palpable e innegable. Otra comparación muy interesante entre la cultura milenaria de la India y la cultura occidental, es que en la cultura occidental se da más énfasis en ver que en oír, sin embargo en la antigua India era al revés, se daba más importancia al oír que al ver. Se decía: “A una persona santa no se la conoce por verla, sino por escuchar lo que dice”. En la cultura occidental ser ciego es más desgracia que ser sordo, pero en la cultura de la India, ser sordo es más desgracia que ser ciego.
Según fuentes autoritativas, el conjunto total de enseñanzas espirituales o Escrituras sagradas de la India, consta de diez mil millones de versos. Estas Escrituras son los Vedas. En el idioma sánscrito, “veda” significa conocimiento, la verdad revelada que Dios da a los hombres mediante Su mensajero divino. Los libros sagrados base de este patrimonio espiritual son conocidos como los cuatro vedas: Rig-veda, Yajur-veda, Sama-veda y Atharva-veda. Los Upanisads y el Vedanta-sutra también son considerados literatura védica. Desde épocas inmemoriales, dicho conocimiento ha sido transmitido, de maestro a discípulo, en un proceso educativo que se denomina guru-parampara o sucesión discipular. Al principio de la creación material, Krishna, Dios, Le impartió ese conocimiento a Brahma, el primer ser humano, y éste se lo enseñó a Narada. Por su parte, Narada compartió las Escrituras védicas con Vyasadeva, quien posteriormente se las enseñó a Madhvacharya. Y así, de una manera continuada e ininterrumpida, el conocimiento védico se ha preservado y practicado a través del tiempo.
Los propios Vedas afirman que Vyasadeva es la encarnación literaria de Dios. Él compiló toda la biblioteca védica. Puesto que Vyasadeva es una encarnación apoderada de Krishna, el Señor Supremo, a Él no se lo puede comparar con ningún ser humano ordinario que tiene cuatro defectos innatos. Tales defectos, que los adquiere cualquier hombre o mujer tan pronto como entra en el ámbito de la existencia material, son los siguientes: (1) es seguro que siempre cometen errores, (2) siempre están engañados; es decir, su concepción de sí mismos y del propósito de la vida están equivocados, (3) tienen la tendencia a engañar a los demás, y (4) todos sus sentidos son imperfectos. Tenemos que comprender que una encarnación de Dios, por ser completamente espiritual, no tiene ninguno de los defectos mencionados. En consecuencia, todo lo que Vyasadeva dijo o escribió, ha de considerarse perfecto.
Antiguamente, las personas tenían una memoria tan potente, que una vez escuchaban de labios de su maestro espiritual alguna enseñanza, nunca más en la vida la olvidaban. En virtud de sus poderes sobrenaturales, Vyasadeva pudo literalmente observar lo que acontecería en el futuro, y saber que las personas de la actual época tendrían una memoria tan escasa, que el recordar dónde dejaron las llaves del coche o de la casa, sería una proeza intelectual. Por tal motivo, bondadosamente compiló los Vedas.
Sri Bhaktivedanta Swami Prabhupada es el trigésimo segundo representante del ya mencionado guru-parampara o cadena de maestros espirituales genuinos. Él es el expositor que en el siglo veinte de la actual era, compasiva y magistralmente difundió, sin ninguna alteración, el conocimiento védico original. Srila Prabhupada, como lo llamamos sus discípulos, tradujo por primera vez del sánscrito (y también del idioma bengalí) al inglés diversas obras védicas clásicas, tales como el Srimad-Bhagavatam y el Sri Chaitanya-caritamrta, los cuales publicó en 80 volúmenes. En la actualidad, sus escritos sirven de libros de texto en las universidades más prestigiosas del planeta, para cursos relacionados con la filosofía y cultura de la India. Por su parte, sus discípulos y seguidores, a partir de 1968, han distribuido alrededor del planeta más de 500 millones de sus libros, publicados en 150 idiomas y dialectos.

lunes, 3 de mayo de 2010

LOS CUATRO PILARES DE LA RELIGIÓN

Lo primero que nos aconsejan las Escrituras Sagradas de la India, es que para entender al Supremo Controlador o Dios, a nosotros mismos o las almas espirituales, a la naturaleza material o el cosmos manifestado, el factor tiempo o el gran destructor de los mundos y a las actividades o la ley del karma, es que sigamos estrictamente 4 principios regulativos.

1- No comer carnes, pescados ni huevos, al seguir este principio mantendremos en pie el pilar de la religión de LA MISERICORDIA.

2- No intoxicación, no tomar alcohol, drogas, te, te chino, café etc., al seguir esta regulación mantendremos en pie el pilar de la religión de LA AUSTERIDAD.

3- No sexo ilícito, sólo hay que tener sexo con la esposa legítima de uno y para procrear, al seguir esta regla mantendremos en pie el pilar de la religión de LA LIMPIEZA.

4- No juegos de azar, al seguir este principio regulativo mantendremos en pie el pilar de la religión de LA VERACIDAD. Con la matanza innecesaria de animales inocentes, destruimos el pilar de la religión de LA MISERICORDIA, ingiriendo intoxicantes, rompemos el pilar de la religión de LA AUSTERIDAD, haciendo sexo ilícito, echamos a bajo el pilar de la religión de LA LIMPIEZA y practicando los juegos de azar, destruimos el pilar de la religión de LA VERACIDAD.
La conclusión es que para experimentar a Dios o Krishna, debemos llevar una vida sin pecados, una vida pura.